Miguel ?ngel Bastenier, ¨²nico como maestro

Era ¨²nico. Como periodista, como profesor y como persona. Por eso era habitual que los alumnos empezaran acudiendo a sus clases con un indisimulado recelo que luego la mayor¨ªa convert¨ªa en admiraci¨®n absoluta y duradera. Porque Bastenier ¡ªnadie le llamaba por su nombre¡ª destilaba personalidad. Profesor en la Escuela de Periodismo UAM-EL PA?S desde pr¨¢cticamente el inicio, hace ya 31 a?os, impregn¨® el aula de su gran conocimiento sobre pol¨ªtica internacional y de su amor por el buen uso del castellano. Y, de paso, de periodismo deportivo, de pol¨ªtica nacional, de an¨¢lisis de prensa anglosajona¡­ de todo lo que tuviera que ver con la ense?anza de este maravilloso oficio al que se dedic¨® en cuerpo y alma. Todo ello mezclado con un sinf¨ªn de an¨¦cdotas que convert¨ªan sus clases en algo especial. En una visi¨®n panor¨¢mica del periodismo, como a ¨¦l le gustaba que fueran las cr¨®nicas: panor¨¢micas, que informaran no solo del qu¨¦, sino del porqu¨¦, de las causas, las consecuencias¡­

No le apartaron de la ense?anza ni las nuevas tecnolog¨ªas, que abraz¨® con entusiasmo hasta convertirse en casi un obsesivo tuitero, ni la enfermedad. Si acaso esta ¨²ltima solo pudo limar alguna arista de un particular sentido del humor que irritaba al principio y se convert¨ªa despu¨¦s en uno de los pilares del respeto y la admiraci¨®n con los que hoy le recuerdan profesores, alumnos, y todos cuantos tuvimos la suerte de conocerle y trabajar con ¨¦l.

Su apariencia ca¨®tica y desordenada ocultaba una muy bien estructurada cabeza. Bastenier era todo memoria, como saben los alumnos, de quienes conoc¨ªa nombre y trayectoria antes incluso de comenzar el curso. Ten¨ªa, adem¨¢s, una prodigiosa capacidad de an¨¢lisis que aplicaba tanto al problema de Oriente Medio, uno de sus cl¨¢sicos, como al desarrollo del Tour de Francia.

La vida, o el periodismo, que para ¨¦l eran algo equivalente, la resum¨ªa en aforismos. Y as¨ª hizo de la ense?anza una perfecta combinaci¨®n de largas conversaciones en profundidad con brillantes p¨ªldoras fugaces llenas de sabidur¨ªa. ¡°Hay dos tipos de periodistas: el que escribe r¨¢pido, y el que no es periodista¡±. Siempre estuvo pegado a sus alumnos, a quienes advert¨ªa hace solo unos d¨ªas: ¡°Leer peri¨®dicos de joven es una educaci¨®n y visi¨®n del mundo¡±.

Su nombre figuraba en el planillo de las pr¨®ximas clases. Ya no podr¨¢ acudir, pero sus ense?anzas, de las que se valen hoy m¨¢s de un millar de periodistas formados en la Escuela, han fraguado una cantera que ha llevado los valores del mejor periodismo a ambos lados del Atl¨¢ntico. Han tenido al mejor maestro.

Bel¨¦n Cebri¨¢n es directora de la Escuela de Periodismo UAM-El Pa¨ªs.