Una prensa libre, el deber pendiente de T¨²nez

La publicaci¨®n de una escandalosa grabaci¨®n ha presentado a la opini¨®n p¨²blica tunecina en toda su crudeza una de las principales carencias de su transici¨®n a una democracia todav¨ªa imperfecta: la falta de una prensa verdaderamente libre. En la grabaci¨®n, el expropietario, pero a¨²n mandam¨¢s, del principal canal de televisi¨®n del pa¨ªs, Nabil Karoui, ordena a varios empleados de la cadena Nessma la puesta en pr¨¢ctica de una campa?a de difamaci¨®n contra I Watch, la m¨¢s incisiva ONG dedicada a la lucha contra la corrupci¨®n, una lacra que gangrena la Administraci¨®n p¨²blica e impide el despegue econ¨®mico y social del pa¨ªs magreb¨ª.

¡°En T¨²nez, los ciudadanos a¨²n no gozan del derecho a la libertad de informaci¨®n¡±, sentencia Rachid Khechana, el que fuera director del ¨²nico diario independiente que daba quebraderos de cabeza al tirano Ben Al¨ª, Al Mawqif. La profunda transformaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs, cuna de las revueltas ¨¢rabes, no ha implicado una renovaci¨®n a fondo de su panorama medi¨¢tico. Las televisiones y radios privadas que dominan hoy los ¨ªndices de audiencia son las mismas que lo hac¨ªan durante la dictadura. Y al frente de ellas, contin¨²an los hombres de negocios que prosperaron a la sombra de Ben Al¨ª y el clan familiar de su esposa, Le?la Trabelsi, voraces depredadores del patrimonio p¨²blico y privado.

¡°Estos hombres de negocios se aprovechan de la cultura servil que instal¨® el r¨¦gimen entre los periodistas para perseguir sus intereses privados¡±, lamenta Khechana, que actualmente dirige una peque?a fundaci¨®n de investigaci¨®n sobre el conflicto libio. La controversia alrededor de las palabras de Karoui, en las que exig¨ªa a sus subordinados fabricar informaciones para tratar de ¡°traidores¡± y ¡°ladrones¡± a los responsables de I Watch, ha sido de tal dimensi¨®n que ha obligado a la fiscal¨ªa a abrir una investigaci¨®n. Hace unos meses, la ONG anticorrupci¨®n, que ha presentado una querella contra Karoui, hab¨ªa denunciado la evasi¨®n fiscal de Nessma. La esperanza para el futuro de la prensa tunecina reside online, con publicaciones independientes como Nawaat o Inkyfada.