Izquierdismo pro-Le Pen

Solo hay una posibilidad de que el ultraderechismo xen¨®fobo ocupe el pr¨®ximo domingo la presidencia de la Rep¨²blica Francesa, la lleve al caos y deshilache Europa.

Solo una, y es remot¨ªsima, pero no imposible. Consiste en que se diluya el Frente Republicano, la conjura de todos los partidos democr¨¢ticos que ven al lepenismo como un parafascismo heredero del colaboracionismo de Vichy con los nazis. Y pues, no un rival de partido, sino un enemigo radical de la Rep¨²blica, la democracia y la civilizaci¨®n.

Y solo hay una posibilidad, aunque muy remota, de que eso suceda. Que los votantes ultraizquierdistas ¡ªy otros¡ª se dejen seducir por la equidistancia practicada por su l¨ªder, Jean-Luc M¨¦lenchon ¡°entre la extrema finanza y la extrema derecha¡±: entre el socioliberal Emanuel Macron y la ultra Marine Le Pen.

Para no definirse, alega M¨¦lenchon que ¨¦l no es ¡°ni un gur¨² ni un gu¨ªa¡±. Pues vaya, si renuncia a guiar, ?por qu¨¦ no dimite como l¨ªder de su movimiento Francia Insumisa? Este M¨¦lenchon es quien en 2002 llam¨® a votar al derechista y corrupto Jacques Chirac para barrar el paso al padre de Marine y fundador de su partido, al lema de ¡°Usad guantes, pinzas, lo que sea, pero votad, haced caer a Le Pen¡±. E hizo bien.

?Qu¨¦ ha cambiado desde 2002? A mejor, el perfil del candidato dem¨®crata: Chirac era carca y Macron, no. A peor, que estamos ante dos Melenchones distintos, dada la anguitizaci¨®n del personaje: el de 2002 militaba en el ala izquierda del socialismo; ahora es un populista, ferviente y confeso admirador de Pablo Iglesias Turri¨®n y de Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas.

De momento, su equidistancia ya ha favorecido a Le Pen, en cuanto desdemoniza el parafascismo, lo legitima como si fuera un contrincante y no un enemigo de la Rep¨²blica. Y, al no desde?ar la abstenci¨®n en la segunda vuelta, avala su posible elecci¨®n.

El movimiento izquierdista Democracia en Europaha llamado a movilizarse contra la candidata lepenista. Algunos melenchonistas interpretan que solo se trata de ¡°no votar a Le Pen¡±, para nada de ¡°votar por Macron¡±. ¡°Falso¡±, corrije su fundador, el griego Yanis Varufakis. La decisi¨®n, recuerda, ¡°fue hacer todo lo que pudi¨¦ramos para asegurar que Le Pen no gane la presidencia francesa, y eso significa una sola cosa: ?vota Macron!¡±.