Todas las mujeres deber¨ªan leer esta gu¨ªa de seguridad digital feminista
Los 'trolls' usan las redes sociales para insultar, acosar o 'hackear' cuentas ajenas. Ha llegado el momento de defenderse
Cada vez m¨¢s mujeres denuncian a trav¨¦s de Internet la violencia que sufren tanto en el espacio p¨²blico como en el privado. Pero, ?qu¨¦ ocurre dentro de la nube? ?Tambi¨¦n desde aqu¨ª se perpet¨²a el maltrato machista? La humorista Isa Calder¨®n asegura que ha sufrido ciberbullying desde que empez¨® su proyecto Reviews Fuertecitas. "Primero fue en Youtube; desde el primer v¨ªdeo, todo t¨ªos profiri¨¦ndome insultos nada sofisticados: puta, gorda, feminazi, hembrista, que est¨¢s mal follada..." Por desgracia, esta lista de descalificaciones acompa?a a cada una de las mujeres que env¨ªa un discurso feminista a trav¨¦s de las redes o se muestra empoderada.
La historia de Carmi?a (seud¨®nimo), que trabaja como camgirl desde su casa, demuestra lo necesario que es llevar a cabo medidas de seguridad. "Cuando uso los emails y las cuentas de las c¨¢maras, desactivo el GPS. Adem¨¢s, me cambio el nombre de Facebook cada vez que puedo, doy siempre nombres falsos y uso correos de usar en tirar cuando me tengo que registrar moment¨¢neamente en alg¨²n sitio. Lo que no quiero es que mis clientes lleguen a m¨ª, por temas de seguridad."
El ciberfeminismo al alcance de todos
Estos casos, escogidos entre cientos de miles, no son los primeros ni ser¨¢n los ¨²ltimos. De esta realidad fue consciente Noah Kelley, un activista que "lucha por traer el amor a los espacios digitales", y que decidi¨® desarrollar una 'Gu¨ªa de Seguridad Digital para Feministas Autogestivas'.? La encargada de traducirla a nuestro idioma fue Inti, conocida en Twitter como @animoveronica,? y que se describe como una "fan¨¢tica de la ciber-brujer¨ªa que se dedica a promover la ciberseguridad en espacios DIY y latinoamericanos."
"El acoso no solo lo llevan a cabo los 'trolls', las personas con las que tenemos relaciones de carne y hueso tambi¨¦n se valen de las redes para maltratar a sus parejas"
Todo comenz¨® cuando en 2014, Inti gan¨® una beca que otorgaba Tactical Tecnology Collective para desarrollar talleres sobre seguridad digital entre activistas feministas, la comunidad queer y algunos periodistas."Pero esta estaba dise?ada espec¨ªficamente para personas del sur global e identidades diversas, algo poco usual en el mundo becario", explica. "En ese momento trabajamos con un recurso muy bueno y completo que se llama Security in a Box, y est¨¢ traducido a muchos idiomas. Pero para poner en pr¨¢ctica ese recurso es importante tener algo de conocimiento previo, algo con lo que muchas compa?eras no cuentan. Por eso decid¨ª traducir la gu¨ªa de Noah, que me parec¨ªa muy accesible. En aquel momento se aloj¨® en Safe Hub Collective, un grupo con sede en Boston que buscaba combatir las opresiones en los espacios p¨²blicos (y en la nube) de manera colectiva. Por desgracia, este proyecto se disolvi¨® al cabo de un tiempo, y esta y otra gu¨ªa se migraron a su p¨¢gina personal, Hack Blossom".
El maltrato machista en la era de internet
Pero el acoso no solo lo llevan a cabo trolls que no conocemos y que recurren al anonimato para hacerlo. Las personas con las que tenemos relaciones de carne y hueso durante el d¨ªa a d¨ªa tambi¨¦n se valen de las redes para maltratar a sus parejas. Es el caso de Laura (seud¨®nimo), que tuvo un novio desde los 16 a los 18 a?os que vigilaba todos sus movimientos. "Yo soy muy desconfiada y no le doy las contrase?as a nadie, pero ¨¦l consigui¨® entrar en mi Facebook y en mi correo, y me le¨ªa todas las conversaciones. Durante una ¨¦poca en la que no est¨¢bamos muy bien, yo hablaba con un chico que me gustaba, y de un d¨ªa para otro desapareci¨®. Despu¨¦s, cuando me libr¨¦ de mi exnovio, descubr¨ª que hab¨ªa sido ¨¦l el que lo hab¨ªa bloqueado y que tambi¨¦n lo hab¨ªa hecho con otros chicos con los que yo hab¨ªa tenido algo."
"Esta persona tambi¨¦n compraba cosas con mi tarjeta -no s¨¦ c¨®mo adivin¨® mi pin- e intent¨® hacer una cuenta de PayPal a mi nombre. Cuando lo dej¨¦, trat¨® de entrar en mis cuentas personales y en la de algunos conocidos que ten¨ªamos en com¨²n para comunicarse conmigo. Por eso aconsejo activar los c¨®digos para iniciar sesi¨®n de Facebook, y controlar la privacidad y las sesiones que est¨¦n abiertas; poner contrase?as complicadas y cambiarlas, y denunciar perfiles si es necesario.", recomienda Laura.
Para ayudar a las personas que se encuentren en alguno de estos casos, Kelley elabor¨® una 'Gu¨ªa DIY de ciberseguridad para combatir la violencia dom¨¦stica'.Las estrategias propuestas por este activista pretenden evitar o, en cualquier caso, solventar muchas de las situaciones por las que Laura ha tenido que pasar. Noah ofrece soluciones f¨¢ciles para atajar el acoso de tu pareja a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil o las redes sociales. Y propone medidas para impedir que vigilen tu localizaci¨®n o investiguen tu actividad en la red porque "todo el mundo tiene derecho a la privacidad", asegura. Incluso se presentan algunas claves, en caso de querer abandonar a esa persona y al mismo tiempo sentirte completamente segura.
Laura sostiene que en otra ocasi¨®n le robaron el m¨®vil y alguien subi¨® una foto a su Facebook desde ese dispositivo y la llam¨® 'puta'. Como la situaci¨®n es tan preocupante, Inti cree que la gu¨ªa que ha traducido es solo el primer paso en el largo camino que nos queda por delante a las mujeres. "Necesitamos apropiarnos de las estrategias de seguridad digital que tenemos de manera autogestiva y empoderada. Para quienes busquen profundizar y explorar herramientas mas avanzadas, les recomiendo? Security in a Box, que adem¨¢s se ha desarrollado en conjunto con una comunidad internacional de activistas y expertos en seguridad digital de todo el mundo."
Mientras nos adaptamos a los recursos que tenemos a nuestra disposici¨®n para combatir estas opresiones, tanto si son p¨²blicas como privadas, podemos recurrir a asociaciones como Crash Override, que trabaja con personas que han sufrido abuso online. La desarrolladora de videojuegos Zo? Quinn decidi¨® iniciar este proyecto despu¨¦s de sufrir la ira de la comunidad GamerGate -un grupo mis¨®gino que se dedica a denigrar a las mujeres que forman parte de esta industria-. Ella y otras activistas luchan cada d¨ªa por recuperar un espacio, el de la inform¨¢tica, del que fueron relegadas y que no hace tanto les pertenec¨ªa. A fin de cuentas, la primera programadora de la historia se llamaba Ada Lovelace.
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