Huir hacia ning¨²n lugar
Refugiados, hambre e inseguridad en el este de la Rep¨²blica Centroafricana
Cuando la guerra amenaza con llevarte por delante con toda tu familia, la ¨²nica salida posible es huir hacia un lugar seguro, esperando tiempos mejores. La mayor¨ªa de los refugiados, primero, han sido desplazados en su propio pa¨ªs antes de cruzar la frontera hac¨ªa otro por la crudeza de la violencia o la guerra. Pero ?qu¨¦ pasa cuando sales de un pa¨ªs en guerra y huyes hacia otro en la misma situaci¨®n? En este momento, la provincia de Bangassou, en el este de la Rep¨²blica Centroafricana, acoge una gran concentraci¨®n de refugiados de pa¨ªses vecinos y desplazados del mismo pa¨ªs.
Bangassou acoge una gran concentraci¨®n de refugiados de pa¨ªses vecinos y desplazados internos
Son los congole?os que huyeron del grupo rebelde Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or (LRA), de Joseph Kony, y los sursudaneses que escaparon de una cruenta guerra fratricida que amenaza con convertirse en una limpieza ¨¦tnica en toda regla. Las dos categor¨ªas de refugiados se encontraron con los desplazados internos centroafricanos en la misma zona. El este de Centro¨¢frica, aparte de ser un ejemplo del drama que viven los pa¨ªses de esta la regi¨®n, podr¨ªa convertirse en un caso de estudio para los analistas de los movimientos forzados.
Primero llegaron los sudaneses en su primera etapa del exilio. All¨¢ por los a?os 1980, cuando la guerra estall¨® por segunda vez entre el ej¨¦rcito de Sud¨¢n y el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n del Pueblo de Sud¨¢n (SPLA), el movimiento de los insurgentes de Sud¨¢n del Sur que reivindicaba la independencia de esa parte del pa¨ªs. En aquella ¨¦poca, m¨¢s de 400.000 personas huyeron hacia los pa¨ªses vecinos, muchos a la Rep¨²blica Centroafricana, donde encontraron refugio, durante casi tres d¨¦cadas, en la localidad de Mboki. All¨ª fueron acogidos por los centroafricanos y viv¨ªan de las ayudas de la ONU.
Cuando se firmaron los acuerdos de paz entre Sud¨¢n del Norte y Sud¨¢n del Sur en 2005, la mayor¨ªa de los refugiados regresaron a su pa¨ªs. Y cuando Sud¨¢n del Sur se independiz¨® en 2011, el mundo cre¨ªa que se pon¨ªa fin a d¨¦cadas de exilio de los sudaneses. Los organismos humanitarios pensaban que terminaba uno de los episodios m¨¢s dram¨¢ticos de la historia reciente. Pero se equivocaron.
Decenas de miles de refugiados viven en Bambouti en la Rep¨²blica Centroafricana
En 2013, estall¨® nuevamente la guerra, esta vez entre las dos etnias rivales, los dinka y los nuers. En 2016, la guerra lleg¨® a tal crueldad que la comunidad internacional empez¨® a temer un genocidio. Entonces, muchos sudaneses volvieron a coger el camino del exilio. En la actualidad, decenas de miles de ellos viven en la localidad de Bambouti en la Rep¨²blica Centroafricana.
Entretanto, apareci¨® el se?or de guerra Joseph Kony en el nordeste de Congo, hacia 2005. Los guerrilleros ugandeses, huyendo del ej¨¦rcito nacional de Uganda, empezaron a cometer atrocidades sin nombre en esta parte del Congo. Miles de habitantes de Ango, Dungu, etc¨¦tera, tuvieron que cruzar la frontera de la Rep¨²blica Centroafricana hacia la localidad de Zemio buscando refugio. Desde entonces, all¨ª acampan esperando que la situaci¨®n de su pa¨ªs mejore.
El hecho de que los refugiados de dos nacionalidades se encuentren en una misma zona no es en s¨ª algo ¨²nico. En otros pa¨ªses como Kenia ya se ha dado el caso. Acoge a refugiados de Somalia, Etiop¨ªa, Sud¨¢n del Sur... La originalidad de Centro¨¢frica es que este pa¨ªs tambi¨¦n tiene su propia guerra o m¨¢s bien guerras en plural. Est¨¢ al borde del colapso debido a las distintas bandas armadas que operan en ¨¦l y a la ausencia del Estado pr¨¢cticamente fuera de la capital, Bangui.
En primer lugar, lleg¨® Joseph Kony, el responsable del LRA. Huyendo de Uganda pas¨® por el Congo haciendo matanzas, y finalmente se instal¨® en el este de la Rep¨²blica Centroafricana. Desde 2008, sus guerrilleros no han dejado de atacar pueblos, saquear casas y tiendas, secuestrar a ni?os y ni?as, o violar mujeres en esta parte del pa¨ªs. En consecuencia, muchos peque?os pueblos, por miedo a los ataques y sin posibilidad de defenderse, dejaron sus casas convirti¨¦ndose en desplazados internos en las grandes ciudades.
En segundo lugar, una guerrilla conocida como Seleka, alianza de las tribus musulmanas del norte, invadi¨® el pa¨ªs en el a?o 2012. Dieron un golpe de Estado y sembraron el desorden. Desde entonces, Centro¨¢frica, a pesar de haber conseguido elegir a su presidente en unas elecciones democr¨¢ticas celebradas en febrero de 2016, no alcanza la paz. El este del pa¨ªs est¨¢ particularmente bajo la amenaza de las distintas facciones de los Seleka, que se pelean entre ellos, ocasionando desplazamientos de personas.
Por si fuera poco, tambi¨¦n los j¨®venes de distintos pueblos se constituyeron en milicias llamadas Antibalaka. En la actualidad, pr¨¢cticamente todo el territorio de Bangassou est¨¢ infectado de estas bandas sangrientas. El problema de esta zona es que es casi inaccesible por carretera. La ayuda humanitaria que parte de Bangui, la capital, recorre casi m¨¢s de 1.200 kil¨®metros para llegar a Bambouti, pasando por centenares de barreras de los milicianos y en una pista de tierra mal conservada que atasca a los camiones durante semanas cuando llega la ¨¦poca de lluvias. La ¨²nica v¨ªa de acceso r¨¢pido para los servicios humanitarios es por el aire. Desgraciadamente, no hay aeropuertos grandes para abastecer a los refugiados a trav¨¦s del avi¨®n.
No ser¨ªa exagerado decir que la ¨²nica autoridad que queda en esta parte del pa¨ªs es la de la Iglesia Cat¨®lica, que mantiene su presencia en todos los lugares, a pesar de la inseguridad. Tanto los sacerdotes locales como las religiosas misioneras desaf¨ªan el peligro, cuidando de los desplazados y los refugiados, pero tambi¨¦n manteniendo una llama de esperanza en medio de la desesperaci¨®n.
El problema de esta zona es que es casi inasequible por carretera
En resumidas cuentas, el este de la Rep¨²blica Centroafricana puede ser considerado hoy en d¨ªa como un tri¨¢ngulo de miseria, d¨®nde los refugiados llegan huyendo de la guerra para caer en la guerra; huyen del hambre para seguir hambrientos. La inseguridad se ha apoderado de todos los pa¨ªses de la zona. Tanto es as¨ª que se puede realmente afirmar que los que huyen no van a ning¨²n lugar.
Gaetan Kabasha vive actualmente en Madrid y est¨¢ preparando una tesis doctoral en filosof¨ªa sobre violencias colectivas. Su blog: www.afroanalisis.blogspot.com
El blog Africa No es Un Pais no se hace responsable ni comparte siempre las opiniones de los autores.
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