Los tomates tambi¨¦n son para el desierto
Aumentan los microcultivos familiares en los campamentos de refugiados saharauis para mejorar la alimentaci¨®n en cantidad y en calidad
Entre dunas y piedras, est¨¢n creciendo tomates, lechugas, zanahorias, pepinos, calabacines, cebollas, pimientos, remolachas, berenjenas, sand¨ªas y melones. Las extremas condiciones climatol¨®gicas en el desierto de los desiertos (temperaturas que alcanzan los 50¡ã C, tormentas de arena, lluvias torrenciales excepcionales y escasez de agua y alimentos) no han parado los proyectos de desarrollo de microcultivos en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia).
El Centro de Experimentaci¨®n y Formaci¨®n Agr¨ªcola (CEFA) est¨¢ destinado principalmente a la formaci¨®n y experimentaci¨®n de las diferentes variedades de polinizaci¨®n abierta, que se traen de pa¨ªses como Espa?a, Italia o Francia para obtener semillas locales en los campamentos. "El objetivo ¨²ltimo es formar a los saharauis y promover los microcultivos familiares de horticultura para mejorar la alimentaci¨®n de los refugiados¡±, se?ala Baba Efdeid, secretario general del ministerio de desarrollo econ¨®mico de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD).
¡°Aunque parezca imposible, podemos conseguir todas las verduras y hortalizas que se dan en el Mediterr¨¢neo y en la zona central de Espa?a. El clima es parecido. Aqu¨ª m¨¢s extremo, desde luego, y el agua que hay en el manto fre¨¢tico del subsuelo a unos 25 metros de profundidad es salino, pero hemos comprobado que algunas especies dan incluso mejor rendimiento al sentirse m¨¢s estresadas¡±, afirma el asesor de experimentaci¨®n agr¨ªcola.
Marisa Guill¨¦n, profesora de la Universidad de Valencia del departamento de medicina preventiva y salud p¨²blica, visit¨® los campamentos con varios alumnos del grado de Nutrici¨®n el pasado mes de febrero. "Primero, hay que ense?arles a cultivar, porque si les das el huerto y no les ense?as, en un a?o se muere todo. Este proyecto est¨¢ mejorando su alimentaci¨®n en cantidad y en calidad. Los huertos tambi¨¦n servir¨¢n para que los ni?os vean de d¨®nde nacen los alimentos y para concienciarles de que no todo es az¨²car. Toman mucho con el t¨¦, los refrescos, galletas, caramelos¡", explica.
Formando agricultores
El CEFA se puso en marcha en 2009 y, adem¨¢s de su laboratorio de investigaci¨®n para crear sus propias semillas y no tener que depender del exterior, ofrece formaci¨®n de 15 d¨ªas a los saharauis en una agricultura ecol¨®gica y sostenible.
Nuestros microcultivos son un complemento a la ya m¨¢s que deficiente y decreciente cuota que est¨¢n distribuyendo las organizaciones internacionales. Lamentablemente, solo es un plus Baba Efdeid, secretario general del ministerio de desarrollo econ¨®mico de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica?
Al lado de sus jaimas, empiezan con una superficie de 10x10 metros, con un peque?o invernadero y una zona para sembrar al aire libre. Este terreno, cuyas dimensiones pueden aumentar dependiendo del acceso al agua que tenga la familia desde su modesto pozo, les sirve para obtener alimentos y para el pasto del ganado, principalmente cabras o camellos. Adem¨¢s, si tienen alg¨²n excedente, pueden venderlo y ganar alg¨²n dinero extra.
"En nuestro huerto conseguimos mejores verduras y hortalizas que las que nos traen las ONG o que podemos comprar en las tiendas de los campamentos¡±, comenta Salelkha Ahmad, una mujer saharaui de 34 a?os que vive con sus cuatro hijos y su marido en el campamento de El Aai¨²n y que ha estado cultivando durante el ¨²ltimo a?o.
Su joven vecino de 13 a?os, Mohafadel Mohamed, cuya familia ya tiene una experiencia de dos a?os con el huerto, tambi¨¦n se muestra satisfecho con el proyecto. ¡°Nosotros somos siete en casa y le dedicamos todos los d¨ªas un rato. Cuando no es uno, es otro. Las cosas que sacamos tienen mucho m¨¢s sabor y comemos m¨¢s variado¡±.
Estos microcultivos, sostiene el ingeniero agr¨®nomo saharaui Baba Efdeid, no utilizan fertilizantes, ni herbicidas, ni insecticidas. "Se recogen los restos de defecaciones de animales, se mezclan con hierbas y a los tres meses tenemos un compost natural que se aplica como materia org¨¢nica. As¨ª conseguimos mejorar el suelo y mejorar la alimentaci¨®n de las plantas", agrega. En total, est¨¢n en marcha unos 800 microcultivos familiares, 500 en la wilaya (cada uno de los campamentos) de El Aai¨²n, 180 en Smara y 120 en Dajla.
Sin embargo, los microcultivos no llegan a cubrir por completo las necesidades alimentarias de los refugiados. Es un refuerzo, no un sustituto. "Una cosa es que t¨² ayudes a mejorar la nutrici¨®n gracias a una superficie tan peque?a y otra que pretendas sustituir alimentos que distribuye el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y que no es posible que nosotros produzcamos en el desierto, como harina, lentejas o arroz, que necesitan much¨ªsima agua. Con la horticultura s¨ª podemos producir para apoyar la alimentaci¨®n desde un punto de vista vitam¨ªnico con verduras y hortalizas frescas y ecol¨®gicas. En cuanto a prote¨ªnas, solo hasta cierto punto¡±, se?ala el secretario general del ministerio de desarrollo econ¨®mico del S¨¢hara Occidental.
Dentro de su extrema situaci¨®n, los refugiados saharauis tienen sus necesidades b¨¢sicas energ¨¦ticas cubiertas, aunque sea al l¨ªmite, como analiza la profesora de la Universidad de Valencia, Marisa Guill¨¦n. ¡°El d¨¦ficit lo tienen en vitaminas y minerales y, sobre todo, en determinados momentos y grupos de riesgo, como pueden ser las mujeres embarazadas, las lactantes o los ni?os", explica. "Es el momento en el que el cuerpo les exige m¨¢s. Por suerte, a pesar de c¨®mo y d¨®nde viven, de hambre no se van a morir, pero s¨ª aparecer¨¢n muchas enfermedades ligadas a la mala alimentaci¨®n y la anemia est¨¢ creciendo por falta de hierro¡±.
La crisis ha supuesto grandes recortes en ayuda humanitaria y el PMA anunci¨® en noviembre pasado que hac¨ªa frente a una falta de fondos de nueve millones de euros para los primeros seis meses de 2017. El presidente de la Media Luna Saharaui, Buhubeini Yahia, advierte: "Esta falta de financiaci¨®n va a reducir al 50% la cesta de alimentos planificada para los refugiados saharauis". El PMA pasar¨ªa a repartir alimentos para 90.000 personas cuando antes lo hac¨ªa para las 180.000 que viven en los campamentos de Tinduf. "Nuestros microcultivos son un respuesta, una peque?a soluci¨®n local, un complemento a la ya m¨¢s que deficiente y decreciente cuota que est¨¢n distribuyendo las organizaciones internacionales. Es una forma de apoyar, de fortalecer. Lamentablemente, solo es un plus¡±, afirma Baba Efdeid.
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