La l¨¢mpara se independiza
Cada vez m¨¢s l¨¢mparas a¨²nan una bater¨ªa recargable y el bajo consumo del led ?el resultado? Luminarias desenchufadas, iluminaci¨®n con horas de independencia el¨¦ctrica.
?Qu¨¦ ocurre con los trajes cuando los cuerpos cambian? Primero fue la bombilla. Con la desaparici¨®n de la a?orada y c¨¢lida incandescente y su sustituci¨®n por los min¨²sculos leds y los viejos tubos fluorescentes le lleg¨® el turno a la l¨¢mpara. A pesar de no tener que ocultar bombillas, las nuevas luminarias deb¨ªan dirigir la luz.
Hace dos a?os la empresa Marset ensay¨® con la dise?adora Inma Berm¨²dez el dise?o de una l¨¢mpara independiente de la red el¨¦ctrica. Su luminaria Follow me, con tres intensidades de luz ¨Cy tres velocidades de consumo-, un asa para trasladarla, una pantalla inclinable y un peso insignificante se convirti¨® en un ¨¦xito de ventas. La clave no estaba solo en una forma caprichosa, la l¨¢mpara cubr¨ªa un hueco, ofrec¨ªa un nuevo-viejo uso ancestral: el de la iluminaci¨®n al margen de la red el¨¦ctrica, el de la luz port¨¢til que ofrecen las velas o las linternas sin ninguno de sus problemas.
Otro dise?ador de la casa, el franc¨¦s Christophe Mathieu ha dado una vuelta de tuerca m¨¢s a ese camino. Su nueva l¨¢mpara Bicoca a?ade presencia y tama?o al camino despejado por Berm¨²dez. De nuevo sin cable, con bater¨ªa de bajo consumo, port¨¢til y ligera ¨Cest¨¢ fabricada con policarbonato- esta luminaria tambi¨¦n cuenta con una pantalla orientable para dirigir la luz. Un im¨¢n, en la base, contrarresta la ligeraza y permite, incluso, colgarla de una superficie met¨¢lica vertical. Mathieu ha pensado tambi¨¦n en dise?arle un suelo firme para poder apoyarla en un sof¨¢ y convertirla en l¨¢mpara de lectura. Por eso se vende con un accesorio que permite anclarla en el cabezal de la cama o el respaldo del sof¨¢.
Una bicoca es algo que cuesta poco y aporta mucho, un chollo. Cualquier l¨¢mpara que proporcione autonom¨ªa, que consuma poco, que sea f¨¢cilmente trasladable, casi irrompible y vers¨¢til en la forma y la intensidad de iluminar lo es. Si somos capaces de cambiar de sitio el tel¨¦fono, el ordenador o las sillas ?no nos acostumbraremos a movernos por casa l¨¢mpara en mano?
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