Los padres son la mejor terapia para tratar el autismo
Por primera vez, una terapia dirigida exclusivamente a formar a los progenitores demuestra mejoras a largo plazo en ni?os con este trastorno
Seg¨²n cifras de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, 21 de cada 10.000 ni?os que nacen en el mundo lo hacen con trastorno del espectro autista. Y la cifra no deja de aumentar. Este trastorno neurol¨®gico se caracteriza por un d¨¦ficit en la interacci¨®n social y en Espa?a afecta 1 de cada 100 nacimientos. Pero no todo son malas noticias. Por primera vez un tratamiento ha demostrado ser capaz de mejorar a largo plazo los s¨ªntomas y conducta de los ni?os afectados.
En este nuevo tratamiento, no se usaron f¨¢rmacos para tratar los ni?os. Tampoco se les someti¨® a ninguna terapia. La intenci¨®n de los investigadores era otra: formar a los padres para que pudieran mejorar las habilidades sociales de sus hijos por ellos mismos.?
El estudio, publicado a finales de 2016 por la prestigiosa revista The Lancet, es la investigaci¨®n m¨¢s exhaustiva realizada hasta la fecha sobre este trastorno. A pesar de que no supone la curaci¨®n total, ofrece un potencial enorme para el control de sus s¨ªntomas. La intervenci¨®n consisti¨® en grabar a los ni?os jugando en presencia de sus padres dos veces al mes durante seis meses. Luego, un especialista revisaba los v¨ªdeos con los progenitores y les ofrec¨ªa pautas que deb¨ªan usar cada d¨ªa durante media hora, concienci¨¢ndoles sobre la necesidad de reciprocar los gestos y palabras del ni?o en lugar de juzgar su comportamiento.
A diferencia del enfoque tradicional, la terapia consisti¨® en formar a los padres para que pudieran desarrollar las habilidades sociales de sus hijos
El protocolo constaba de seis fases:
- En primer lugar, los padres crearon espacios de atenci¨®n compartida con el ni?o.
- En una segunda etapa, utilizaron respuestas centradas en el inter¨¦s del peque?o y evitaron cualquier comentario en forma de demanda.
- Posteriormente, adaptaron su lenguaje a las competencias ling¨¹¨ªsticas del ni?o para facilitar su comprensi¨®n.
- En una cuarta fase, consolidaron la comprensi¨®n verbal del ni?o usando rimas repetitivas, frases frecuentes y juegos habituales.
- En la quinta etapa, emplearon pausas o cometieron errores intencionados en su lenguaje para que fuera el ni?o quien los corrigiera, potenciando as¨ª sus funciones comunicativas.
- En la ¨²ltima fase de consolidaci¨®n, trabajaron para expandir y enriquecer el vocabulario del ni?o.
Es el primer estudio de estas caracter¨ªsticas que demuestra eficacia a largo plazo en la reducci¨®n de los s¨ªntomas asociados al autismo
Resultados muy prometedores a largo plazo
Durante los primeros doce meses, los investigadores ya detectaron mejoras, pero la verdadera sorpresa lleg¨® en la visita de seguimiento al cabo de seis a?os. Mientras que en el grupo control la proporci¨®n de ni?os con autismo severo hab¨ªa aumentado del 50% al 63%, en el grupo de familias que recibieron la formaci¨®n el porcentaje se redujo del 55% al 46%.
Durante ese tiempo la comunicaci¨®n tanto con sus padres como con otros ni?os mejor¨® significativamente, as¨ª como la frecuencia e intensidad de sus conductas. Aunque no es una cura, los resultados son extraordinariamente esperanzadores. Hasta ahora no exist¨ªan evidencias de que una intervenci¨®n temprana pudiera ser realmente efectiva a largo plazo. Se trata de sembrar esperanza en un campo donde apenas hab¨ªa ninguna.
Un nuevo m¨¦todo diagn¨®stico permite predecir con un 80% de exactitud si ni?os menores de 1 a?o terminar¨¢n desarrollando el trastorno
Todos los expertos coinciden en se?alar que para que este tipo de intervenciones sean efectivas deben iniciarse lo antes posible, ya que durante los primeros a?os de vida el cerebro del beb¨¦ presenta mayor plasticidad neuronal y los s¨ªntomas no son tan severos. El problema es que los padres no empiezan a detectar los primeros s¨ªntomas de autismo hasta los 12 o 18 meses de vida. Quiz¨¢s les sorprenda que el ni?o no haga contacto visual o no reaccione cuando les vea, pero el desconocimiento y la falta de sospecha suelen retrasar el diagn¨®stico hasta los 4 a?os de edad.
Sin embargo, un reciente estudio publicado por Nature sugiere que hay evidencias cerebrales incluso antes del primer a?o de vida. Usando esc¨¢neres, los investigadores fueron capaces de predecir el futuro desarrollo del trastorno con un 80% de exactitud. Este novedoso m¨¦todo permitir¨¢ empezar la terapia antes del primer a?o de vida, cuando los s¨ªntomas todav¨ªa no se han manifestado plenamente, para conseguir mejores resultados.
Tecnolog¨ªa de Google para encontrar el origen del autismo
Aunque se sospecha que varios factores ambientales pueden afectar el desarrollo del feto, en la actualidad las principales v¨ªas de investigaci¨®n se siguen centrando en las causas gen¨¦ticas.
Un estudio publicado el pasado mes de marzo y que ha contado con la colaboraci¨®n de Verily, la divisi¨®n de ciencias de la salud de Google, arroj¨® luz sobre la enorme heterogeneidad del autismo e identific¨® hasta 18 nuevas variaciones gen¨¦ticas vinculadas a un mayor riesgo.
Google ha colaborado en la secuenciaci¨®n y an¨¢lisis para identificar los principales genes implicados en el autismo
De esta manera, se abre la posibilidad de dividir el trastorno en distintas categor¨ªas que puedan ser diagnosticadas y tratadas seg¨²n sus necesidades individuales. La mayor¨ªa de estos nuevos genes identificados tambi¨¦n son potenciales dianas terap¨¦uticas, lo que significa que podr¨ªan dise?arse f¨¢rmacos que corrigieran dicha alteraci¨®n.
Todos estos descubrimientos ayudan a explicar una enfermedad demasiado desconocida. Esta falta de informaci¨®n incluso llev¨® a especular con la posibilidad de que las vacunas provocaran autismo, a pesar de que un estudio de 2015 realizado en m¨¢s de 95.000 ni?os concluy¨® que no era as¨ª. La controversia la inici¨® una investigaci¨®n publicada en 1998 que finalmente result¨® un fraude: la revista retir¨® el estudio y su autor fue expulsado del Colegio de M¨¦dicos Brit¨¢nico.
Nuevas terapias biol¨®gicas
Uno los tratamientos m¨¢s prometedores, que se est¨¢ estudiando como apoyo a la terapia conductual de los padres, es el trasplante fecal, ya que las ¨²ltimas evidencias cient¨ªficas sugieren la existencia de una relaci¨®n entre la flora intestinal y el autismo. En un peque?o estudio publicado este mismo a?o en la revista Microbiome se logr¨® reducir en un 25 por ciento los s¨ªntomas sociales reemplazando las bacterias intestinales de ni?os con autismo por bacterias de personas sanas.
Esta teor¨ªa se apoya en varias investigaciones previas donde se descubri¨® que los ni?os con autismo tienen menor variedad microbiana en su sistema gastrointestinal, quiz¨¢s provocada por el uso masivo de antibi¨®ticos durante sus primeros a?os de vida.
Estas nuevas aproximaciones terap¨¦uticas refuerzan tanto la importancia de la microbiota intestinal como el papel de los padres en el manejo de este trastorno, y permiten so?ar a pacientes y familiares con un futuro m¨¢s esperanzador.
Pau Navarro, especialista en inteligencia social y autor de la web Habilidad Social, portal on line especializado en habilidades sociales en lengua espa?ola y cuenta con m¨¢s de 300.000 visitantes mensuales. Su misi¨®n es fomentar el desarrollo de las habilidades comunicativas mediante recursos avalados cient¨ªficamente. Est¨¢ dirigido por Pau Navarro, postgraduado en inteligencia emocional y experto en psicolog¨ªa social.
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