La guinda Ferrusola
Es dif¨ªcil que el pujolismo logre hundirse m¨¢s en la ci¨¦naga
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Marta Ferrusola, esposa del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, daba ¨®rdenes a su banca andorrana en nombre del clan, una presunta ¡°organizaci¨®n criminal¡± seg¨²n sospecha el juez. Y lo hac¨ªa usando un lenguaje sorprendente: para unos chusco, para muchos cat¨®licos, irreverente. Usaba claves de car¨¢cter religioso para tapar los circuitos de su presunta evasi¨®n fiscal y blanqueo de capitales. As¨ª, el encargado de su cuenta era el ¡°reverendo mos¨¦n¡±; ella misma se autocalificaba de ¡°madre superiora de la congregaci¨®n¡±; las transferencias ordenadas eran ¡°misales¡± a mover en ¡°la biblioteca del capell¨¢n de la parroquia¡±, a buen seguro su hijo mayor, el encarcelado J¨²nior.
En persona agn¨®stica, el uso de ese vocabulario podr¨ªa considerarse ir¨®nico. Pero Ferrusola ignora la broma; defiende una ortodoxia religiosa extrema, vecina del nacionalcatolicismo catalanista; y se toma muy a pecho ¡ªentre lo ideol¨®gico y lo racista¡ª la rivalidad de otras confesiones: como cuando advirti¨® del supuesto peligro de que Catalu?a se llenase de minaretes.
Por eso habr¨¢ que vencer la tentaci¨®n de ridiculizar lo aparentemente rid¨ªculo y enfocar el asunto como algo muy serio. La ex primera dama catalana muestra con sus pensadas instrucciones ¡ªdejadas por escrito muy medido en 1995, justo cuando su marido optaba al quinto mandato¡ª un doble lenguaje de alto voltaje c¨ªnico y fraudulento. Marca de la casa.
Primero fue el Jordi Pujol banquero quien emple¨® a fondo, y ensalz¨®, la falsedad contable, doble contabilidad o cuentas B, lo que los magistrados pasaron por alto en el caso Banca Catalana. Luego ocult¨® al tomar posesi¨®n la tenencia familiar en el extranjero de un patrimonio fiscalmente opaco: fraude que comet¨ªa mientras ensalzaba las virtudes del esfuerzo, el ahorro, el rigor y la familia. Y as¨ª, durante 23 a?os.
M¨¢s tarde, todos los hijos de la pareja se han visto implicados en procesos judiciales por este y otros esc¨¢ndalos. Ahora descubrimos la guinda, o quiz¨¢ la levadura del pastel: la matriarca era una notable aficionada al fraude legal y moral, si no la que m¨¢s de la familia. Es dif¨ªcil que el pujolismo logre hundirse m¨¢s en la ci¨¦naga.
Quiz¨¢ aun podr¨ªa. Los herederos pol¨ªticos de este grupo familiar caciquil deben distanciarse del doble lenguaje, la restricci¨®n mental y el sesgo hacia el fraude de ley que aprendieron de sus mayores. Y que alguna vez aplican con tes¨®n a su nuevo horizonte estrat¨¦gico. Los m¨¦todos corruptos desembocan en corrupci¨®n sist¨¦mica.
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