14 kil¨®metros de verg¨¹enza
388 personas han muerto en 15 meses al intentar alcanzar la costa espa?ola, seg¨²n un informe de Caminando Fronteras
Espa?a est¨¢ inmersa en una guerra de fronteras de la que no somos conscientes aunque est¨¦ financiada con nuestros impuestos. Gracias a ella el Estado espa?ol excluye toda garant¨ªa democr¨¢tica, social y de derechos. Se lucha en el sur: en Ceuta, Melilla, Mar de Albor¨¢n o Canarias. ¡°Esta situaci¨®n de conflicto hace que las v¨ªctimas de las fronteras no puedan acceder a derechos y a que no tengan mecanismos de protecci¨®n institucional ante la violencia estructural de las fronteras¡±, se?ala el informe Tras la frontera elaborado por el colectivo Caminando Fronteras que concluye que de septiembre de 2015 y diciembre de 2016 fallecieron en las costas espa?olas 388 intentando llegar a tierra.
La ONG quiere visibilizar este discurso de guerra de fronteras que ha construido el Gobierno espa?ol desde 2003 (y que se ha instalado en los medios de comunicaci¨®n y en la ciudadan¨ªa) desde las comunidades migrantes y construir nuevos relatos, horizontales, con ellas. ¡°Salgamos del discurso de criminalizaci¨®n de la migraci¨®n para construir otro en el que hablemos de personas y ciudadan¨ªa en movimiento¡±, afirm¨® Helena Maleno, activista del colectivo, durante la presentaci¨®n del estudio en Madrid el pasado 9 de mayo.
2003 fue un a?o clave. Un hombre congole?o apareci¨® en el bosque de Bel Younech (a menos de un kil¨®metro de Ceuta) con el pijama del hospital de esa ciudad. ¡°En aquel momento declar¨® haber sido devuelto despu¨¦s de que dos personas sin uniforme obligaran a la enfermera a quitarle la v¨ªa de suero que ten¨ªa puesta¡±, se lee en el documento. Ese es el punto de partida del largo elenco de expulsiones ilegales que todav¨ªa hoy se cometen desde Ceuta y Melilla y que se recoge, de forma minuciosa, en el segundo cap¨ªtulo del informe.
Desde hace 15 a?os, Caminando Fronteras trabaja con comunidades migrantes en la frontera sur, recoge sus testimonios, les da visibilidad y denuncia con el objetivo de desmontar el discurso oficial del Estado espa?ol y del marroqu¨ª y de sus fuerzas de seguridad.
Tras la frontera aporta datos de entre septiembre de 2015 y diciembre de 2016 que muestran la magnitud del drama que se vive en la frontera sur espa?ola. Para ello se basa, principalmente, en los testimonios directos de las v¨ªctimas de esta guerra. El documento desvela que:
El informe Tras la frontera aporta datos que muestran la magnitud del drama que se vive en la frontera sur espa?ola
1.- Durante ese periodo, el colectivo recibi¨® 309 alertas que correspondieron a 7.079 personas que intentaron alcanzar la costa espa?ola. De estas alertas se document¨® la muerte de 388 individuos en el mar tratando de llegar a las costas espa?olas, de los que 122 (el 31,4%) eran ni?os y adolescentes y 31 mujeres (7,9%). Solo 22 de los fallecidos han sido identificados.
2.- La mortalidad de los accesos por mar es del 5,4%. Pero no todas las fronteras mar¨ªtimas son iguales. En el Mar de Albor¨¢n el porcentaje de muertos y desaparecidos es del 1.3%, mientras que Canarias asciende al 21%. En Ceuta es del 4,9% y en el Estrecho del 2,47%.
3.- Se han documentado 10 intentos de acceder a Melilla a trav¨¦s de la valla. De ellos se documentaron 983 desplazamientos forzosos (detenciones de personas que intentan acceder a territorio espa?ol y al no lograrlo son enviadas a distintas ciudades del sur de Marruecos, alejados de los enclaves espa?oles), de los que 86 eran adolescentes de entre 13 y 17 a?os. Tambi¨¦n se documentaron 273 personas heridas de consideraci¨®n grave, sobre todo fracturas y cortes, entre ellos 25 eran adolescentes de entre 15 y 17 a?os. Se documentaron tambi¨¦n 258 devoluciones en caliente, de las que fueron v¨ªctimas 56 adolescentes de entre 14 y 17 a?os.
4.- En Ceuta se han documentado 13 intentos de acceder a trav¨¦s de la valla. All¨ª se han registrado 1.115 desplazamientos forzosos; de estos, 213 eran adolescentes de entre 14 y 17 a?os. Tambi¨¦n se documentaron 466 heridos de consideraci¨®n grave, entre ellos 17 adolescentes de entre 14 y 17 a?os. Igualmente se documentaron 311 devoluciones en caliente, de las que 68 correspondieron a adolescentes de entre 14 y 17 a?os. Adem¨¢s, seis personas murieron en esta frontera durante los saltos.
Otra de las conclusiones del informe es que las relaciones entre Espa?a y Marruecos funcionan mejor cuando se trata de una acci¨®n represiva y de control migratorio que de una acci¨®n de salvamento o asistencia a personas en peligro. ¡°Marruecos entra en zonas espa?olas para detener pero Espa?a no entra en zona marroqu¨ª para salvar vidas. Son 14 kil¨®metros de verg¨¹enza¡±, declar¨® Maleno.
De los datos ofrecidos por el documento sorprende la feminizaci¨®n de las migraciones y el alto n¨²mero que representan los menores migrantes. El informe denuncia que ¡°pr¨¢cticamente no se ven en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) a estas personas¡± porque ¡°r¨¢pidamente pasan a manos de las redes de droga y trata de seres humanos¡±. Por ello, Maleno se pregunta ¡°?qu¨¦ responsabilidad tiene el Estado espa?ol cuando llega una ni?a en patera que a¨²n no tiene tetas y dice que tiene 20 a?os y el funcionario que la recibe no llama a la Fiscal¨ªa para determinar su edad?¡±.
"Marruecos entra en zonas espa?olas para detener pero Espa?a no entra en zona marroqu¨ª para salvar vidas. Son 14 kil¨®metros de verg¨¹enza", dice Helena Maleno
Si estas personas no se quedan en el sistema de protecci¨®n espa?ol, ?qu¨¦ est¨¢ sucediendo?. ¡°Hablamos de las nuevas esclavitudes del siglo XXI que pasan por la fronteras y llegan a los estados europeos¡±, comenta Maleno. Mujeres y ni?os que terminan en redes de explotaci¨®n sexual, tr¨¢fico de ¨®rganos, servicio dom¨¦stico¡
Esta investigaci¨®n tiene una finalidad pr¨¢ctica: empoderar a las comunidades migrantes y a sus familiares en pr¨¢cticas de resistencia colectiva. Los familiares de las v¨ªctimas y desaparecidos empiezan a reaccionar y denunciar. El punto de inflexi¨®n fue la Tragedia de El Tarajal de 2014, donde murieron 14 personas supuestamente por los disparos de la Guardia Civil con pelotas de goma.
"Hablamos de las nuevas esclavitudes del siglo XXI que pasan por la fronteras y llegan a los estados europeos", dice Maleno
Tras la frontera tambi¨¦n presenta objetivos de acci¨®n. Recuerda que la responsabilidad del Estado es salvaguardar los derechos de las personas, aunque en la actualidad se sit¨²e el control migratorio por encima del derecho a la vida. Pero ¡°el Estado espa?ol tiene medios para ello¡±, recuerda Maleno. Por eso, pide que los estados cambien sus pol¨ªticas migratorias. ¡°Tenemos que ir hacia una democratizaci¨®n de las fronteras de Ceuta, Melilla y Canarias. A que se acoja a las personas como v¨ªctimas, no como criminales. Que se las ayude con su estr¨¦s postraum¨¢tico. Hay que activar el protocolo por accidentes m¨²ltiples y no interrogar y encerrar a los supervivientes¡±, afirma la activista, que adem¨¢s pide que el Estado espa?ol busque a los desaparecidos y que exista un tel¨¦fono, un lugar, donde las familias puedan llamar e informarse.
Soy porque t¨² eres
Sylvie Agnes Sambou acompa?¨® a la activista Helena Maleno durante la presentaci¨®n del informe Tras la frontera en Madrid y cont¨® que tras 11 d¨ªas en el mar, en los que murieron varios compa?eros, entre ellos el que pilotaba la embarcaci¨®n, llegaron a Canarias. All¨ª fue detenida, encerrada en una comisar¨ªa con criminales y luego trasladada a un CIE donde el trato de la polic¨ªa fue "muy malo". "Nos insultaban. Nos interrogaban para que dij¨¦ramos qui¨¦n era el patr¨®n de la embarcaci¨®n. Nos dec¨ªan que si colabor¨¢bamos nos dar¨ªan papeles, dinero y una casa". Dos denunciaron a Babacar, que no hablaba ni franc¨¦s, como patr¨®n a sabiendas de que era inocente. Sylvie se arm¨® de valor y decidi¨® declarar en el juicio para ayudar a su compa?ero. Lo cuenta en el informe:
"Cuando llegu¨¦ a Canarias despu¨¦s de ver morir a mis compa?eros, despu¨¦s de pasar sed y penas, que me encerraran en el CIE me hizo sentir muy triste y arrepentida. El trato de la polic¨ªa era muy malo. La polic¨ªa quer¨ªa que denunci¨¢ramos al capit¨¢n y dec¨ªa que a cambio nos dar¨ªan papeles, dinero, libertad y una casa muy bonita.
Cuando la polic¨ªa comenz¨® a tratar mal, me empujaba o me insultaba, me acab¨¦ arrepintiendo de haber venido a Espa?a y rezaba mucho a Dios. Acababa rehuyendo las preguntas de la polic¨ªa, estaba cansada, me negaba a hablar con ellos.
Cuando supe que Babacar estaba en prisi¨®n me sent¨ª muy desesperada, muy triste, llor¨¦ mucho. ?l era inocente y no ten¨ªa nada que ver con los patrones y los que le hab¨ªan acusado. Aqu¨ª nosotros no conocemos a nadie y no manejamos el idioma para defendernos. Por eso lo acusaron a ¨¦l, porque ni siquiera hablaba franc¨¦s y no pod¨ªa defenderse. Le hablaban en franc¨¦s y ¨¦l contestaba con un oui (s¨ª), pero no sab¨ªa qu¨¦ le estaban preguntando.
Yo decid¨ª declarar en el caso de Babacar porque es injusto lo que la polic¨ªa le ha hecho. Es muy injusto porque no es verdad de lo que le acusan. La polic¨ªa no va a encontrar a los verdaderos traficantes porque no hace correctamente su trabajo.
Pese a todo, me siento muy agradecida con la buena gente que he encontrado en Espa?a, tambi¨¦n la que ha ayudado a Babacar".
Tras la Frontera, p¨¢gina 59.
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