Cirujanos contra el cambio clim¨¢tico (y mucho m¨¢s)
Un grupo de m¨¦dicos espa?oles ha logrado operar a 2.000 personas y atender en consulta a m¨¢s del doble en Turkana, Kenia, donde el calentamiento global se ceba con los pobres
Cuenta la leyenda que a mediados del siglo XVIII ocho j¨®venes se dirigieron desde el nordeste de Uganda en busca de un toro gris, un ceb¨² que hab¨ªan perdido y que era el animal m¨¢s valioso en su reba?o ya que se adapta bien a entornos secos y calurosos. Cruzaron lo que actualmente es la frontera con el noroeste de Kenia y en lo alto de una monta?a lo encontraron viviendo con Nayece, una mujer mayor que tambi¨¦n hab¨ªa llegado desde Uganda buscando fruta. La mujer les ense?o la regi¨®n y sus bondades. Los j¨®venes volvieron a por su ganado y regresaron a Kenia junto a sus familias para permanecer en la zona convirti¨¦ndose as¨ª en los turkana, una de las m¨¢s de 60 tribus del pa¨ªs.
En la actualidad, el cambio clim¨¢tico se ha convertido en una de las mayores amenazas a las que se enfrenta este pueblo semin¨®mada ¨Cel segundo grupo m¨¢s grande de pastores de Kenia¨C que a lo largo de las estaciones se desplaza en busca de pastos para sus ganados. Aproximadamente el 60% de la poblaci¨®n de la regi¨®n vive del pastoreo de camellos, reses, cabras y ovejas. Aunque desde hace siglos se han adaptado a un entorno ¨¢rido y con sequ¨ªas peri¨®dicas, los efectos del calentamiento global han agravado la situaci¨®n y han provocado que sufran sus consecuencias con mayor intensidad.
El cambio en los ciclos de las lluvias, la sequ¨ªa prolongada ¨Cdeclarada por el Gobierno de Kenia como situaci¨®n de desastre nacional en febrero¨C que provoca la falta de pastos y la muerte del ganado, el aumento de las temperaturas y la insuficiencia de pozos que abastecen de agua a la poblaci¨®n han desestabilizado el ya de por si precario equilibrio en el que viven. Seg¨²n Human Rights Watch, los proyectos hidroel¨¦ctricos y de riego en la cuenca del r¨ªo et¨ªope Omo amenazan con la reducci¨®n de los niveles de agua del lago Turkana, centro vital de esta comunidad. Adem¨¢s, en el norte de la regi¨®n, la necesidad de encontrar tierras de pastoreo y agua han aumentado los conflictos inter¨¦tnicos.
En lo que se reconoce mundialmente como la cuna de la humanidad, ya que all¨ª y en el valle de Omo, los arque¨®logos han encontrado los antepasados m¨¢s antiguos a los seres humanos modernos, las vicisitudes del clima no hacen sino acrecentar la ya de por si dif¨ªcil situaci¨®n de 1,2 millones de personas. La regi¨®n de Turkana es considerada la m¨¢s pobre del pa¨ªs, en la que cerca del 92 % de la poblaci¨®n vive por debajo del umbral de la pobreza, ganando menos de dos d¨®lares al d¨ªa, s¨®lo el 15% de la poblaci¨®n ha recibido educaci¨®n primaria y menos del 10% tiene acceso a servicios de saneamiento.
La exposici¨®n Turkana. Un mundo que se agota, que se puede visitar en el Museo de Antropolog¨ªa de Madrid, pretende que los visitantes conozcan c¨®mo el cambio clim¨¢tico est¨¢ vulnerando el derecho de los turkana a un entorno habitable y a una vida digna. Adem¨¢s de mostrar la labor que en el ¨¢mbito de la salud que realizan un grupo de m¨¦dicos espa?oles.
Los m¨¦dicos espa?oles que operan en Turkana
¡°Hola Ekiru. Soy Carmen, una de las daktaris mzungus (m¨¦dicos blancos) que va cada a?o al hospital de Lodwar a operar para intentar ayudar a tu pueblo. Me acompa?an otros daktaris como Elena, Gloria, Jos¨¦, Adela¡¡±. En el diario de la campa?a que Carmen Hern¨¢ndez, cirujana del Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid escribi¨®, la lista de nombres contin¨²a. Desde 2004, cuando naci¨® Cirug¨ªa en Turkana, han sido?muchos los cirujanos, traumat¨®logos, enfermeros, anestesistas, ginec¨®logos y voluntarios que se han unido al proyecto. ¡°Sabemos que no podemos solucionar la mayor¨ªa de los problemas a los que os enfrent¨¢is, pero intentamos poner nuestro granito de arena para que teng¨¢is algo que a todo ser humano le hace falta alguna vez: una operaci¨®n¡±, continua escribiendo Hern¨¢ndez en su diario.
Turkana tiene algunos de los peores indicadores sanitarios de Kenia, donde hay dos m¨¦dicos por cada 100.000 habitantes
En su ¨²ltima visita a Lodwar ¨Cla capital de Turkana¨C el pasado febrero, 18 m¨¦dicos atendieron en tan solo 10 d¨ªas a 600 pacientes e intervinieron a m¨¢s de 200. Aunque la cifra de intervenciones quir¨²rgicas asciende a 2.000 en m¨¢s de una d¨¦cada. Muchas de las intervenciones son ginecol¨®gicas, como las de prolapsos uterinos (el ¨®rgano se sale del cuerpo) debido a que las mujeres dan a luz muy j¨®venes y sin atenci¨®n m¨¦dica. Tambi¨¦n operan hernias, labios leporinos, fracturas y bocios en tiroides por falta de yodo en la alimentaci¨®n.
¡°Un quir¨®fano all¨ª es lo m¨¢s parecido a un garaje en desuso: sucio, lleno de trastos, con las paredes desconchadas, donde la luz funciona a ratos y el suelo est¨¢ descascarillado. Es una habitaci¨®n a la que se le llama quir¨®fano¡±, as¨ª lo describe Hern¨¢ndez y se?ala que la capacidad de adaptaci¨®n ha sido clave para llevar a cabo las operaciones con los medios disponibles.
Turkana tiene algunos de los peores indicadores sanitarios de Kenia donde hay dos m¨¦dicos por cada 100.000 habitantes. ¡°La carencia de m¨¦dicos es muy notable. En el Hospital Gubernamental de Lodwar hay dos cirujanos y un ginec¨®logo¡±, se?ala Hern¨¢ndez. Un n¨²mero escaso para hacer frente a una situaci¨®n sanitaria precaria, donde la esperanza de vida no llega a los 55 a?os. ¡°Estamos a tan solo seis horas en avi¨®n [de Espa?a] y parece otro mundo. Ayuda mucho contar en im¨¢genes lo que est¨¢ ocurriendo en Turkana para que la sociedad espa?ola lo conozca¡±, a?ade Gisela Fern¨¢ndez-Petrel, fot¨®grafa que ha acompa?ado desde 2012 al equipo m¨¦dico.
Los problemas log¨ªsticos se han convertido, en cada misi¨®n m¨¦dica, en uno de los mayores desaf¨ªos. En la segunda regi¨®n m¨¢s grande del pa¨ªs, de unos 77.000 kil¨®metros cuadrados y con unas infraestructuras paup¨¦rrimas, el traslado de los enfermos hasta el hospital de Lodwar consume buena parte de las energ¨ªas del equipo y de sus recursos econ¨®micos. ¡°Los pacientes no disponen de ning¨²n medio de transporte. Si queremos tener pacientes en las campa?as tenemos que ir a por ellos, operarles y devolverles a sus casas, y eso significa muchos kil¨®metros y mucha preparaci¨®n de la campa?a. Este a?o hemos movido a 600 personas en 10 d¨ªas¡±, explica la cirujana.
Un quir¨®fano all¨ª es lo m¨¢s parecido a un garaje en desuso: sucio, lleno de trastos, con las paredes desconchadas, donde la luz? funciona a ratos y el suelo est¨¢ descascarillado Carmen Hern¨¢ndez, cirujana
Meses antes de la llegada de los m¨¦dicos espa?oles, personal del hospital de Lodwar se encarga de visitar todos los distritos de Turkana localizando a la poblaci¨®n que requiere atenci¨®n m¨¦dica y que se encuentran a cientos de kil¨®metros de la capital en localidades como Nariokotome, Kalokol o Kakuma para tener los casos previamente seleccionados. La doctora Hern¨¢ndez destaca la importancia de la buena selecci¨®n del paciente ya que no pueden llevar a cabo operaciones que impliquen un posoperatorio que necesite sangre o antibi¨®ticos intravenosos o un paciente sometido a una ventilaci¨®n mec¨¢nica, simplemente porque all¨ª no hay medios. ¡°Los pacientes tienen una desnutrici¨®n y una anemia cr¨®nica brutal, por culpa de las enfermedades que arrastran como el VIH o la malaria. Son pacientes que tienen un fr¨¢gil equilibrio y hay que hacer cirug¨ªas muy cuidadosas¡±, a?ade.
El personal del hospital es un gran aliado y la colaboraci¨®n entre el equipo de sanitarios keniatas y espa?oles es constante. Los m¨¦dicos espa?oles colaboran con su formaci¨®n, comparten los casos y en el quir¨®fano trabajan mano a mano. ¡°No queremos llegar all¨ª como un grupito extra?o de blancos, sino compartir con ellos los casos y hacer sesiones formativas¡±, explica Hern¨¢ndez, quien reconoce que la actitud del personal ha cambiado mucho desde que empezaron a trabajar con ellos. Su deseo es seguir visitando cada a?o Turkana para mejorar la salud de la zona e implementar un proyecto de telemedicina que consiste en compartir conocimientos y ayudarles en el diagnostico a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa, demostr¨¢ndoles que con una red de telefon¨ªa m¨®vil, un ec¨®grafo y un programa inform¨¢tico sencillo se puede ayudar mucho con el diagn¨®stico de ciertos pacientes.
¡°El gobierno est¨¢ alejado de Turkana. Es una zona muy inh¨®spita y ¨¢rida y la sequ¨ªa est¨¢ llegando a niveles insostenibles. Se est¨¢n repartiendo alimentos y ayuda internacional pero no llega. Si no les ayudamos el a?o que viene no vamos a tener ni pacientes porque habr¨¢n muerto la mitad, est¨¢n muriendo muchos ni?os y ancianos. Es una situaci¨®n de emergencia humanitaria¡±, dice la veterana cirujana madrile?a, que ha encontrado en Turkana una familia a la que visita a?o tras a?o y a la que ella, y otros m¨¦dicos, ofrecen la salud que all¨ª tanto se necesita.
Art¨ªculo publicado en colaboraci¨®n con la UN Foundation.
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