¡°Estar¨ªa bien utilizar el porno con fines pol¨ªticos¡±
Su obra se exhibe en el MoMA: fotograf¨ªa, cine, instalaciones. El canadiense Bruce LaBruce, artista total, advierte sobre el patriarcado gay
Cineasta, homosexual, artista, fot¨®grafo y porn¨®grafo, Bruce LaBruce (Canad¨¢, 1964) es uno de esos rebeldes cuya transgresora idiosincrasia le ha llevado a acu?ar neologismos a la medida de su obra: gorn es la fusi¨®n del gore y el porno; fuckwash (revisi¨®n del brainwash o lavado de cerebro) es hacer el amor a alguien hasta cambiar sus convicciones. Huelga decir que conceptos as¨ª no son plato del gusto de todos: durante la presentaci¨®n en la ¨²ltima Berlinale de su pel¨ªcula The misandrists, un ambivalente manifiesto feminista cargado de esteticismo po¨¦tico-kitsch y humor negro, la castraci¨®n sin paliativos del ¨²nico personaje masculino de la pel¨ªcula (se trataba de la grabaci¨®n de una operaci¨®n de cambio de sexo cedida por una cl¨ªnica de Florida) fue m¨¢s de lo que algunos est¨®magos pudieron soportar.
Si de algo est¨¢ convencido LaBruce, cuya obra se exhibe regularmente en el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) es del potencial de la pornograf¨ªa para moldear conciencias: ¡°El porno es una oportunidad perdida para la propaganda. Ser¨ªa la herramienta perfecta: todo el mundo lo ve y la gente lo percibe como inocuo porque est¨¢ en todas partes, especialmente desde la llegada de Internet. Es muy poderoso porque se trata de sexo, y el sexo tiene una gran influencia sobre la gente. Es un espacio abierto a la sugesti¨®n. Sin embargo, el 99,5 % del porno que se hace hoy es aburrido. La gente recurre a ¨¦l como un instrumento sexual, lo cual es perfecto, pero estar¨ªa bien utilizarlo con fines pol¨ªticos¡±.
"El 99,5 % del porno que se hace hoy es aburrido. La gente recurre a ¨¦l como un instrumento sexual, lo cual es perfecto, pero estar¨ªa bien utilizarlo con fines pol¨ªticos¡±
Cuesta creer que alguien con un ideario y una pulsi¨®n expresiva tan profundos como los de LaBruce haya llegado a la realizaci¨®n cinematogr¨¢fica por un desenga?o. ¡°Estudi¨¦ Teor¨ªa de Cine para convertirme en cr¨ªtico. Pero me top¨¦ con acad¨¦micos supuestamente marxistas que viv¨ªan como burgueses y no practicaban lo que predicaban, as¨ª que abandon¨¦ esa idea y me hice cineasta. Empec¨¦ haciendo filmes experimentales en la escena punk de mediados de los ochenta que expresaban ideas pol¨ªticas desde la ambig¨¹edad. Me vest¨ªa y viv¨ªa como un punk. Ahora ya no soy punk, pero mantengo ese esp¨ªritu de cuestionar la autoridad y retar las convenciones¡±.
LaBruce creci¨® en un barrio obrero de Ontario, Canad¨¢, en los a?os setenta y ochenta. Cuando era ni?o la experimentaci¨®n sexual lleg¨® a los suburbios y las clases medias. La lucha gay por los derechos civiles desempe?¨® un importante papel en este cap¨ªtulo de la historia, pero poco despu¨¦s, esa energ¨ªa se diluir¨ªa con el conservadurismo de la Am¨¦rica de Reagan y la irrupci¨®n del sida.
¡°Lo interesante del movimiento gay es que su motor era el sexo. Era sexo militante, sexo pol¨ªtico. Los gays ya no ped¨ªan perd¨®n por ser como eran, asum¨ªan pr¨¢cticas hardcore sin contemplaciones y hasta el m¨¢s pintado se comportaba como si fuera una estrella porno. Pero tanto esta revoluci¨®n como la atenci¨®n sanitaria posterior estuvieron centradas en hombres gays de raza blanca y clase media. Los transexuales, las minor¨ªas ¨¦tnicas y las mujeres quedaban fuera de la ecuaci¨®n, a pesar de que ellos tambi¨¦n estaban muriendo de sida. Poco despu¨¦s, artistas como Madonna o Prince devolvieron la militancia sexual al mainstream¡±, explica.
"El movimiento gay se ha aburguesado. La oleada de conservadurismo gay es casi indistinguible del patriarcado blanco¡±
LaBruce apunta un concepto de cu?o reciente: el patriarcado gay. ¡°El movimiento gay se ha aburguesado. En los setenta la lucha era por que se les considerara iguales que los dem¨¢s, hoy la asimilaci¨®n ha llegado a tal punto que muchos de ellos se han apartado de los valores que defend¨ªan, aline¨¢ndose con la moral conservadora: ¡®No seas promiscuo, no te centres en el sexo, ten valores familiares¡¡¯. La oleada de conservadurismo gay es casi indistinguible del patriarcado blanco¡±.
?Han ganado los reaccionarios? ¡°El giro a la derecha que est¨¢ viviendo EE UU es uno de los m¨¢s radicales que se han visto. La esencia es la supremac¨ªa blanca burguesa, pero colateralmente la gran matriz conservadora est¨¢ trayendo de vuelta todos sus valores y vuelve a plantearse la prohibici¨®n del aborto y del matrimonio gay. Estas cosas siempre se han movido por ciclos, as¨ª que espero que este no dure demasiado¡±.
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