Identidad

Es muy chocante que algunas personas confirmen los lugares comunes y los t¨®picos nacionales sin la menor conciencia de estar haci¨¦ndolo. No es cierto que los italianos sean cobardes, pero el capit¨¢n del buque hundido al que le han ca¨ªdo diecis¨¦is a?os de c¨¢rcel actu¨® como si fuera Alberto Sordi en una pel¨ªcula sobre la guerra del 14. No es cierto que los catalanes sean codiciosos, pero la Madre Superiora parece nacida en una caricatura.

Hace a?os tuve un amigo que formaba parte del n¨²cleo ideol¨®gico de Convergencia, o sea, cat¨®lico. Me cont¨® que en uno de esos retiros espirituales a que eran tan aficionados los nacionalistas, observ¨® en un aparte a Jordi discutiendo con la Madre Superiora. Se acerc¨® disimuladamente y pill¨® esta frase, tras la cual se escabull¨® aterrado: ¡°?Marta, els teus fills acabaran a la pres¨®!¡±. En aquella ¨¦poca todos sab¨ªan que la Madre sacaba dinero de debajo de las piedras e incluso de un c¨¦sped podrido del Bar?a, pero se ignoraba que estuviera adiestrando a la prole. Como en un Gald¨®s.

Lo cierto es que su madre, la abuela de los actuales hijos, ya ten¨ªa la misma afici¨®n. Otro amigo me cont¨® que, siendo presidente de la comunidad de vecinos donde viv¨ªa la se?ora madre de la Superiora, compr¨® en Navidad una hermosa planta de Pascua de hojas rojas. Inesperadamente, una ma?ana la planta hab¨ªa desaparecido. Algo recelaba aquel hombre sagaz que le hizo dirigirse a la madre de la Madre para preguntarle si hab¨ªa visto una planta de Pascua en el portal. ¡°S¨ª, claro, era tan bonita que me la he subido al piso para impedir que la roben¡±. Riguroso.

Si no me equivoco esta figura sarc¨¢stica se llama en yiddish ¡°chutzpah¡±. Que es cuando el asesino de sus padres le pide al tribunal que sea clemente con un pobre hu¨¦rfano.