Lecciones para la defensa del agua
A finales de marzo, El Salvador se convirti¨® en el primer pa¨ªs del mundo en legislar una prohibici¨®n a la miner¨ªa met¨¢lica en todas sus formas. As¨ª declara que el agua y la vida valen m¨¢s que el oro
A finales de marzo, El Salvador se convirti¨® en el primer pa¨ªs del mundo en legislar una prohibici¨®n a la miner¨ªa met¨¢lica en todas sus formas. As¨ª, este peque?o pa¨ªs centroamericano declara, frente al mundo y las empresas mineras transnacionales, que el agua y la vida valen m¨¢s que el oro.
Las noticias en los medios han reconocido el papel de las comunidades, las organizaciones, los legisladores, los gobernantes y la iglesia cat¨®lica en El Salvador en esta decisi¨®n importante. Pero, en el norte del pa¨ªs, en donde el largo y dif¨ªcil camino hacia este momento empez¨® hace m¨¢s de 12 a?os, son las vidas de personas como Marcelo Rivera las que se han estado recordando y honrando.
Marcelo fue un educador popular muy querido en su comunidad. Fund¨® la Casa de la Cultura en la municipalidad de San Isidro en el departamento de Caba?as. All¨ª fue donde la empresa minera canadiense Pacific Rim Mining inici¨® sus intentos de abrir una mina de oro en 2002. Los agricultores, al poco tiempo, mostraron su desacuerdo con su presencia ante los impactos de?la exploraci¨®n minera en sus fuentes de agua, adem¨¢s de sentirse agredidos por la actitud de la compa?¨ªa.
Con base en estas experiencias, Marcelo y muchos m¨¢s en el departamento de Caba?as trabajaron incansablemente junto con los agricultores y los pobladores de la zona rural para informarse y aprender de otras experiencias de lucha contra la miner¨ªa de oro en Guatemala y Honduras, en donde estaba operando otra minera canadiense, Goldcorp. Tambi¨¦n consultaron a especialistas en la materia sobre la propuesta emitida por la empresa Pacific Rim.
En poco tiempo, estos esfuerzos locales se consolidaron en la conformaci¨®n de la Mesa Nacional frente la Miner¨ªa Met¨¢lica. Esta coalici¨®n, adem¨¢s de otros grupos, emprendieron investigaciones sobre la contaminaci¨®n ambiental por la miner¨ªa, as¨ª como sobre los posibles riesgos que enfrenta El Salvador por la existencia de proyectos mineros en Guatemala y Honduras que est¨¢n sobre una cuenca hidrogr¨¢fica que abarca los tres pa¨ªses. Se evidenciaron los grandes riesgos vinculados al agua para este pa¨ªs densamente poblado, que depende de una sola cuenca hidrogr¨¢fica, y donde ya hay escasez de la misma.
Los trabajos emprendidos fueron la base para impulsar el proceso de prohibici¨®n para la miner¨ªa met¨¢lica en el pa¨ªs que, desde 2009, logr¨® una moratoria efectiva sobre la actividad.
S¨ª es posible enfrentar a tan poderosos intereses... y ganar
Durante este proceso, tal como ha sucedido en muchos lugares de Am¨¦rica Latina en donde se trata de imponer la miner¨ªa sin el consentimiento del pueblo afectado, la presencia de la empresa Pacific Rim gener¨® conflicto, creando divisi¨®n social y violencia. A finales de junio de 2009, el cuerpo sin vida y con se?ales de tortura de Marcelo Rivera fue encontrado en un pozo. Seis meses despu¨¦s, dos ambientalistas m¨¢s de la zona, Ramiro Rivera y Dora Alicia Soto, fueron asesinados. Al momento de su muerte, Dora estaba embarazada y a punto de dar a luz. En 2011, Juan Francisco Dur¨¢n, tambi¨¦n parte del movimiento local en contra de la miner¨ªa, fue asesinado. En un contexto de altos niveles de impunidad para este tipo de cr¨ªmenes, los citados nunca han sido plenamente investigados. Pero, en Caba?as y en todo El Salvador, Marcelo, Ramiro, Dora y Juan Francisco han seguido muy presentes.
Unos meses antes de que Marcelo fuera brutalmente asesinado, la empresa Pacific Rim inici¨® una demanda multimillonaria en contra del gobierno de El Salvador, argumentando que el Estado ten¨ªa la obligaci¨®n de otorgarle el permiso para explotar reservas de oro, a pesar de que la empresa nunca cumpli¨® con los requisitos legales para ello.
En este contexto, es importante destacar que actualmente, a nivel global, hay m¨¢s de 3.000 tratados y acuerdos que protegen la inversi¨®n extranjera, lo que permite a empresas como Pacific Rim demandar en tribunales internacionales ¨Ccomo el Centro Internacional de Arreglo de Disputas Relativas a Inversiones (CIADI) del Grupo del Banco Mundial¨C a los pa¨ªses cuando toman decisiones que podr¨ªan afectar a sus ganancias. No importa que estas empresas no hayan cumplido con las leyes locales, mucho menos que hayan violentado los derechos humanos o generen da?os a la salud o al medio ambiente de las comunidades en donde operan.
Unos meses antes de que Marcelo fuera brutalmente asesinado, la empresa Pacific Rim inici¨® una demanda multimillonaria en contra del gobierno de El Salvador
Durante siete a?os, la demanda en contra de El Salvador congel¨® cualquier intento para aprobar la prohibici¨®n de la miner¨ªa met¨¢lica. Desde finales del 2013, la empresa minera australiana y canadiense OceanaGold asumi¨® esta demanda al haber comprado Pacific Rim ¨Cal borde de la bancarrota¨C, y continu¨® con el proceso.
El pasado octubre, el CIADI del Grupo del Banco Mundial fall¨® un¨¢nimemente en contra de OceanaGold y le orden¨® pagar ochos millones de d¨®lares de costos legales al Estado salvadore?o, aunque estos hab¨ªan sido superiores a los 13 millones. La empresa no ha realizado el pago dictado en la sentencia y a¨²n no se sabe si lo har¨¢n, a pesar de que a finales de marzo recibi¨® un nuevo recordatorio del tribunal indicando que su deuda a¨²n estaba pendiente.
La decisi¨®n en contra de OceanaGold fue el punto de inflexi¨®n que El Salvador necesitaba para tomar el control de su propio destino. El 80% de la opini¨®n p¨²blica estaba, seg¨²n algunas estimaciones, a favor de la prohibici¨®n de la miner¨ªa met¨¢lica en el pa¨ªs. Y su deseo se convirti¨® finalmente en ley.
El caso pone de relieve que el agua es un tema de vida o muerte en este pa¨ªs centroamericano. Es as¨ª en El Salvador, y otras muchas partes de la regi¨®n y del mundo en las que el resultado de la miner¨ªa met¨¢lica a gran escala ha significado la ruptura del tejido social, la destrucci¨®n de bosques y de fuentes h¨ªdricas, as¨ª como el desplazamiento y despojo de comunidades enteras, perjudicando o eliminando otras actividades econ¨®micas vinculadas al territorio y trastocando las diversas formas de vida basadas en lazos identitarios y culturales.
Adem¨¢s, cuando las poblaciones afectadas han dicho no a la miner¨ªa met¨¢lica por los impactos negativos que conlleva, como en el caso de El Salvador, en demasiadas ocasiones han sufrido la violencia y la persecuci¨®n legal, adem¨¢s de las demandas en contra de los pa¨ªses en los casos en donde se han logrado poner algunos l¨ªmites a esta actividad como en Costa Rica, Colombia, Ecuador y Ruman¨ªa, entre otros.
El Salvador enfrent¨® cada uno de estos desaf¨ªos para hoy decirle al mundo que su soberan¨ªa no est¨¢ en venta, y que la protecci¨®n de su entorno, ya de por s¨ª fr¨¢gil y muy vulnerable, vale m¨¢s que el oro. Dentro de un contexto internacional tan asim¨¦trico para quienes defienden sus r¨ªos, cerros, bosques, formas de vida y culturas, esta victoria reivindica la lucha de muchas poblaciones afectadas por la miner¨ªa en el mundo, y sirve de inspiraci¨®n: s¨ª es posible enfrentar a tan poderosos intereses... y ganar.
Jen Moore es de MiningWatch Canad¨¢, una iniciativa que tiene como objetivo atender la necesidad de una respuesta de inter¨¦s p¨²blico coordinada ante las amenazas a la salud p¨²blica y a los intereses comunitarios causados por las pol¨ªticas y pr¨¢cticas irresponsables de miner¨ªa en Canad¨¢ y en todo el mundo.
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