Otro pelicul¨®n de Kelly Reichardt que no podemos ver en cines en Espa?a

Es una de las autoras indies estadounidenses m¨¢s prestigiosas que operan en la actualidad, pero la distribuci¨®n espa?ola no parece haberle dado una oportunidad a Kelly Reichardt y ninguna de sus pel¨ªculas se ha estrenado en nuestro pa¨ªs. Y eso a pesar de contar en sus repartos con estrellas como Michelle Williams, su actriz fetiche, Jesse Eisenberg o Dakota Fanning y de haber ganado multitud de premios en festivales internacionales.

?Por qu¨¦ esa indiferencia hacia la pobre Kelly Reichardt? Ahora que est¨¢ a punto de aparecer en DVD su ¨²ltima y celebrada obra Certain Woman: Vidas de mujer, protagonizada por Laura Dern, Kristen Stewart, Lily Gladstone y de nuevo, Michelle Williams, es el momento oportuno para reivindicar su cine.

Las pel¨ªculas de Kelly Reichardt son extremadamente minimalistas y delicadas. Muchos incluso la consideran una aut¨¦ntica poetisa de la imagen. Sabe captar como nadie la esencia del paisaje y consigue a trav¨¦s de una mirada meticulosa que el espectador sea capaz de percibir el car¨¢cter tel¨²rico del entorno natural y mimetizarse con su belleza, a veces pac¨ªfica, otras abrupta y seca. Es un cine de peque?os gestos, que se comprende a trav¨¦s de silencios y miradas de una extrema sensibilidad. Es verdad que, en buena parte de sus pel¨ªculas, en apariencia, no ocurren muchas cosas, porque en realidad lo que hacemos es introducirnos en el viaje interno que sufren sus protagonistas, a menudo instalados en un momento de estancamiento vital del que necesitan escapar. Im¨¢genes de combusti¨®n lenta, trazo limpio, evocador y crepuscular, profundamente observacionales tanto a nivel externo como casi espiritual.

Todas estas caracter¨ªsticas podemos rastrearlas en Certain Woman: Vidas de mujer. En ella la cineasta adapta los relatos que integran Both Ways is the Only Way I Want It, de la escritora Maile Meloy, para llev¨¢rselos a su terreno, el de las historias cotidianas aparentemente intrascendentes de una serie de mujeres que se enfrentan a la soledad y la incomunicaci¨®n en sus respectivas vidas, as¨ª como a sus peque?as miserias cotidianas, a sus fantasmas internos y a sus inseguridades.

Laura (Laura Dern) es una abogada que defiende a un cliente v¨ªctima de una injusticia laboral. A pesar de sentirse culpable por su destino, no podr¨¢ hacer nada para salvarlo.

Gina (Michelle Williams) sue?a con tener una casa en medio del bosque. Para evitar utilizar madera para construirla, le pedir¨¢ a un anciano solitario que le venda unas piedras que en apariencia parecen inservibles. Pero no es consciente de la importancia emocional que pueden tener para ¨¦l.

Una joven (Lily Gladstone) se encarga de cuidar los caballos en un rancho a lo largo del invierno. Pasa el d¨ªa totalmente aislada hasta que por casualidad comienza a asistir a unas clases nocturnas impartidas por Elizabeth (Kristen Stewart).

Tres retazos de vida independientes que no tienen nada en com¨²n m¨¢s all¨¢ de la sensaci¨®n de que esas tres mujeres se encuentran de alguna manera atrapadas en una vida en la que no parecen sentirse satisfechas o realizadas. Reichardt imprime un fuerte car¨¢cter feminista a la pel¨ªcula. Como mujer directora que es, no lo ha tenido f¨¢cil para sacar adelante sus proyectos, sobre todo si tenemos en cuenta que siempre ha defendido, por encima de todo, su mirada personal como marca de identidad autoral. Nunca ha hecho concesiones.

Quiz¨¢s por ello sus hero¨ªnas cotidianas tambi¨¦n son conscientes de las trabas a las que se enfrentan dentro de la sociedad heteropatriarcal: ¡°Llevo meses dici¨¦ndole lo mismo y no me hace caso, se lo dice usted y lo acepta sin m¨¢s. Me gustar¨ªa ser un hombre para que cuando hablara me dieran un ok inmediato¡±, dice Laura Dern. Una contestaci¨®n similar le da a su marido Michelle Williams cuando ambos intentan convencer al anciano de que les ceda las piedras y este intenta echar por tierra su discurso desacredit¨¢ndola. Al mismo tiempo, por llevar las riendas de la casa, la madre ser¨¢ considerada en el entorno familiar como ¡°la mala¡±, frente a la actitud condescendiente, pero en el fondo ap¨¢tica y culpable, de un esposo que adem¨¢s la enga?a.

A pesar de que los personajes de Reichardt parecen callados y taciturnos, no dejan de albergar en su interior un cierto halo de rebeld¨ªa, aunque sea desde los m¨¢rgenes, que es donde se encuentran instalados, en perpetuo tr¨¢nsito por sus carreteras secundarias. Seres a los que no se les suele prestar atenci¨®n porque sus existencias no parecen albergar demasiado inter¨¦s pero que vienen a erigirse como representantes an¨®nimos de la Am¨¦rica Profunda, de la falta de expectativas y de los sue?os perdidos por el camino.

Esos temas ya se encontraban presentes en la ¨®pera prima de la cineasta, River of Grass (1994), con la que se dio a conocer en el Festival de Sundance y que ya introduc¨ªa la idea de utop¨ªa como promesa inalcanzable dentro de un entorno opresivo del que era necesario escapar. Tambi¨¦n la noci¨®n de viaje, a trav¨¦s del g¨¦nero de la road movie, para alcanzar la libertad o simplemente para buscar algo mejor, algo trascendente alejado de la vulgaridad diaria, que aqu¨ª ya se perfilaba y que adquirir¨ªa una mayor dimensi¨®n simb¨®lica en pel¨ªculas como Old Joy o Meek¡¯s Cutoff.

Old Joy (2006) la consagrar¨ªa como cineasta (gan¨® Rotterdam y despunt¨® en los Independent Spirit Awards). Era la ¨¦poca en la que se llevaban las pel¨ªculas de paseos por la naturaleza, v¨¦ase Gerry, de Gus Van Sant, pero la pel¨ªcula de Kelly Reichardt era todav¨ªa m¨¢s cool y exquisita si tenemos en cuenta que la m¨²sica la pon¨ªa Yo la tengo y estaba protagonizada por Will Oldham, cantautor tambi¨¦n conocido como Bonnie ¡°Prince¡± Billy. Dos hombres de excursi¨®n mochilera por la Cordillera de las Cascadas al este de Portland, Oreg¨®n. Dos formas de entender la vida y mucho tiempo para hablar, para dejarse llevar por las confidencias y tambi¨¦n para que salgan a relucir las tensiones del pasado a medida que los personajes se adentran en la espesura.

A partir de esta pel¨ªcula, la directora comenzar¨ªa a colaborar con el escritor Jonathan Raymond para escribir los guiones y contar¨ªa con el apoyo de Todd Haynes en la producci¨®n de cada una de sus pel¨ªculas. Algo que se ha mantenido hasta el momento.

Wendy y Lucy (2008) todav¨ªa era m¨¢s esencial y minimalista y, c¨®mo no, de nuevo se encontraba en perpetuo movimiento, porque en todas las pel¨ªculas de Reichardt se anda (mucho) o se conduce largas distancias, porque sus personajes rara vez se quedan parados en un mismo sitio. Quiz¨¢s porque se trata de criaturas sin ra¨ªces, que de alguna manera intentan buscarlas desesperadamente en alg¨²n sitio al mismo tiempo que el mundo se desmorona a su alrededor, en este caso a causa de la crisis econ¨®mica. As¨ª, seguimos a Wendy y su perra Lucy en su accidentado viaje hacia Alaska a lo largo del cual las acechar¨¢n un sinf¨ªn de imprevistos relacionados con la indefensi¨®n que supone ser una chica pobre, sin recursos, sola en medio de una sociedad sin escr¨²pulos ni valores.

M¨¢s ambicioso fue su incursi¨®n en el w¨¦stern puro con Meek¡¯s Cutoff (2010), de nuevo con Michelle Williams, en la que un grupo de pioneros recorre el territorio virgen de Oregon en busca de un emplazamiento para asentarse. El gran mito de la conquista desde una mirada nada complaciente totalmente desprovista de ¨¦pica y te?ida por un inevitable aroma de contemporaneidad expresiva y tambi¨¦n de violencia at¨¢vica.

Si Reichardt reflexionaba sobre los or¨ªgenes en Meek¡¯s Cutoff, en Night Moves lo hace alrededor del presente y en esta ocasi¨®n s¨ª que sit¨²a el conflicto medioambiental en el foco de una trama que por primera vez en su carrera se ti?e de misterio a modo de thriller de suspense. Un grupo de j¨®venes ecologistas se disponen a realizar acciones terroristas para concienciar a la sociedad de la necesidad de un compromiso ¨¦tico hacia la escasez de los recursos naturales a la que estamos abocados. Pero la cosa se torcer¨¢ y de h¨¦roes pasar¨¢n a convertirse en culpables y villanos. Night Moves habla de forma l¨²cida y reflexiva en torno a los ideales y de qu¨¦ manera pueden llegar a torcerse y tomar un camino siniestro y oscuro volvi¨¦ndose en nuestra contra.

En Certain Woman: Vidas de mujeres, la directora sit¨²a a las protagonistas en lo m¨¢s crudo del fr¨ªo invierno. Por la radio dicen que a los perros se les queda la lengua congelada cuando van a beber agua. Ellas tambi¨¦n est¨¢n ateridas. Nadie les da una m¨ªnima muestra de cari?o. Se han tenido que endurecer como s¨ªmbolo de resistencia. Igual que esos paisajes que Reichardt retrata y que, a pesar de las circunstancias, siguen sobreviviendo y manteniendo su esp¨ªritu inc¨®lume.