La odisea de un bi¨®logo colombiano por compartir una tesis sobre anfibios en internet
La justicia absuelve a Diego G¨®mez, pero la Fiscal¨ªa y el autor del trabajo insistir¨¢n para que vaya a prisi¨®n
Diego G¨®mez habla desde Costa Rica porque trabaja en una reserva natural de ese pa¨ªs. Advierte de que en cualquier momento se puede perder la comunicaci¨®n porque la se?al de internet no le funciona bien. La pasada semana, la justicia colombiana lo absolvi¨® en el proceso que desde 2014 lo ten¨ªa enredado en una historia que despert¨® un debate nacional. G¨®mez fue acusado de un delito de violaci¨®n de los derechos patrimoniales de autor por compartir una tesis de grado en Scribd, una plataforma de publicaci¨®n de documentos en l¨ªnea. Era un estudiante de Biolog¨ªa que encontr¨® informaci¨®n ¨²til y que crey¨® que a otros tambi¨¦n les podr¨ªa servir. Subi¨® a internet un documento sobre taxonom¨ªa de anfibios y dos a?os despu¨¦s, cuando acababa de ser becado para hacer una maestr¨ªa en la Universidad Nacional de Costa Rica, recibi¨® una citaci¨®n de la Fiscal¨ªa. No le dec¨ªan por qu¨¦, pero su nombre figuraba en un proceso penal.
G¨®mez repas¨® su vida en cuesti¨®n de minutos. ¡°No encontraba ning¨²n motivo para que la justicia me estuviera buscando¡±, cuenta. La raz¨®n era que el autor de la tesis que comparti¨® lo hab¨ªa demandado. La cara de G¨®mez pronto termin¨® estampada en camisetas y vallas que ped¨ªan justicia. ¡°Compartir no es un delito¡±, repet¨ªan en columnas de opini¨®n, usuarios de redes sociales, en marchas. El apoyo hacia el bi¨®logo se manifest¨® en varias ciudades del pa¨ªs. Se ofrecieron talleres sobre licencias alternativas para poder difundir documentos sin barreras legales. Se levant¨® todo un movimiento que intent¨® poner ese debate en la agenda nacional.
El fallo del juez lo declar¨® inocente, pero la Fiscal¨ªa y el demandante apelar¨¢n e insistir¨¢n en que vaya a prisi¨®n. ¡°Este es el primer paso, sabemos que hay que seguir luchando, pero estamos contentos porque este caso ha permitido que se evidencie el problema del acceso al conocimiento¡±, dice G¨®mez, de 29 a?os. Ahora, adem¨¢s de bi¨®logo es activista. Defiende el acceso abierto de material digital educativo, acad¨¦mico y cient¨ªfico. La fundaci¨®n Karisma, que acompa?a la defensa de G¨®mez, ha hablado de este caso como ¡°el ejemplo perfecto¡± de las consecuencias de ¡°leyes tan proteccionistas como el derecho de autor, sin tener en cuenta las garant¨ªas para el acceso al conocimiento con fines acad¨¦micos¡±.
#Acceso | ?Diego inocente! El bi¨®logo colombiano fue absuelto porque #Compartirnoesdelito. Hoy celebramos el acceso abierto al conocimiento.
— Fundaci¨®n Karisma (@Karisma) May 24, 2017
La pena m¨¢xima por el delito que se le acusa es de ocho a?os, m¨¢s de lo que se le impone a quien comete un acto violento o est¨¢ involucrado en trata de personas. La pregunta sobre si pesa m¨¢s el derecho de autor que el derecho de acceso al conocimiento sigue sin respuesta. ¡°Este caso debe ser el detonante de una discusi¨®n profunda en el pa¨ªs sobre el sentido y pertinencia del acceso abierto. Hoy celebramos que se hizo justicia en un absurdo que pudo sentar un mal precedente para el acceso al conocimiento en Colombia¡±, se?al¨® en una nota de prensa Carolina Botero, directora de la Karisma. Es la primera vez que un estudiante se tiene que enfrentar a cargos criminales por publicar un art¨ªculo acad¨¦mico en l¨ªnea.
¡°Me sorprende que lo que es indispensable para las actividades de investigaci¨®n y conservaci¨®n pueda ser considerado un delito. Me sorprende que algunos investigadores en ciencias biol¨®gicas tambi¨¦n consideren impertinente, y sobre todo ilegal, que otros difundan su trabajo sin buscar ¨¢nimo de lucro", escribi¨® Diego en una carta que se public¨® en medios locales reci¨¦n se conoci¨® su historia. A?os despu¨¦s, sigue pensando lo mismo. Cree que las actividades de investigaci¨®n y difusi¨®n de ciencia y tecnolog¨ªa no deber¨ªan ser tratadas por la Ley igual que los contenidos comerciales. El Gobierno no debe involucrarse en decisiones judiciales, pero s¨ª deber¨ªa darle prioridad a esta discusi¨®n. ¡°No me arrepiento de haberlo hecho. He crecido como profesional y se reforzaron bases ideol¨®gicas que ten¨ªa, pero no le deseo esto a nadie porque es agotador psicol¨®gicamente¡±. Cuenta que desde que se vio metido en este l¨ªo sus nervios se alteraron. Tambi¨¦n cambi¨® su forma de acercarse a internet. ¡°Sobre todo entend¨ª la vulnerabilidad en cosas que hacemos todos los d¨ªas. Encontr¨¦ muchas formas para compartir conocimiento, buscar herramientas para hacerlo sin barreras¡±, dice.
Habla tranquilo y de vez en cuando se le escapa una risa, a pesar de que sabe que el caso no ha terminado. ¡°Tendr¨¦ que seguir endeudado para pagar a los abogados, seguir¨¦ bajo presi¨®n. No es f¨¢cil, pero estoy tranquilo porque s¨¦ que no hice nada malo, todo fue con buena intensi¨®n¡±. Mientras la apelaci¨®n avanza, Diego contin¨²a con su trabajo como investigador de la vida silvestre. Convencido de que compartir un papel acad¨¦mico en l¨ªnea no es un crimen.
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