Ces¨¢rea | Orgullosa de mis cicatrices
La ces¨¢rea salv¨® la vida de mi hijo. As¨ª de sencillo. Y por ese motivo no lo cambiar¨ªa por nada
Tras el ¨²ltimo de mis art¨ªculos en el que explicaba que Mart¨ªn lleg¨® al mundo gracias a una ces¨¢rea, he recibido much¨ªsimos correos electr¨®nicos de mujeres que se hab¨ªan preparado a conciencia para tener un parto vaginal, pero cuyos partos finalmente acab¨® tambi¨¦n en dicha operaci¨®n.
Lo que me preocupa de estos correos no es la ces¨¢rea en s¨ª, sino que la mayor¨ªa de estas mujeres comparten un sentimiento de cierto fracaso sobre ellas mismas y sus capacidades a la hora de ser madres.
La pregunta, ¡°?fue por ces¨¢rea o fue un parto vaginal?¡± se repite en cada visita, en cada esquina cuando sales a pasear con el carrito e incluso te la plantean mujeres an¨®nimas que no te conocen de nada pero que se agachan para ver de cerca a tu criatura.
¡°?Y qu¨¦ m¨¢s da?¡±. Esa es la respuesta que habr¨ªa que darles. Es duro, porque parece que se juzga a una madre por la manera en que su hijo lleg¨® al mundo.
La maternidad es un viaje lleno de emociones y sobresaltos, pero es cierto que los niveles de exigencia, tanto externa como propia, son tan altos que es f¨¢cil acabar sinti¨¦ndose frustrada o culpable.
Sobre la culpa y la maternidad habl¨® recientemente la psic¨®loga Olga Carmona en su art¨ªculo de hace unos d¨ªas, y no puedo estar m¨¢s de acuerdo con ella.
La culpa es una mala compa?¨ªa que te hace dudar de todo, pero sobre todo de ti misma.
Por ese motivo, el post de hoy quiere gritar a los cuatro vientos que no existen partos ¡°de primera¡± o ¡°de segunda¡±. Que nacer por ces¨¢rea est¨¢ bien. Que nacer de parto vaginal tambi¨¦n est¨¢ bien.
En mi caso, y s¨¦ que en muchas ces¨¢reas tambi¨¦n, esta t¨¦cnica salv¨® la vida de mi beb¨¦. Y ante esto, no hay m¨¢s que decir. ?l est¨¢ bien, yo soy feliz. Estoy orgullosa de mis cicatrices de guerra. De esa cicatriz que marca el lugar por el que Mart¨ªn lleg¨® a nuestras vidas.
Como sab¨¦is, Martin ven¨ªa con dos vueltas de cord¨®n y una de ellas es la que tra¨ªa locos al personal sanitario ya que hac¨ªa que el bebe se girase y el parto vaginal hubiera sido pr¨¢cticamente imposible.
La ces¨¢rea le salv¨® la vida. As¨ª de sencillo. Y por ese motivo no la cambiar¨ªa por nada.
La ces¨¢rea no nos define, ni determina qu¨¦ tipo de madres somos o seremos. Somos madres por encima de todo y sobre todo por encima del tipo de parto que hayamos tenido.
Lo m¨¢s importante comienza de aqu¨ª en adelante. Cuando tienes a tu hijo en los brazos y sabes que har¨¢s todo lo que est¨¦ en tu mano por hacerlo bien, siempre pensando en su bienestar, pero sin perder de vista que, sin quererlo, tambi¨¦n cometeremos errores de los que todos aprenderemos.
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