El CSIC rechaza a un experto mundial en Vel¨¢zquez por un defecto de forma
Peter Cherry, profesor del Trinity College en Dubl¨ªn, describe un proceso pintoresco en el que los candidatos se presentan arrastrando maletas llenas con sus trabajos impresos
El CSIC es la gran instituci¨®n cient¨ªfica espa?ola. Entre sus investigadores hay personas que buscan los materiales con los que se construir¨¢n ordenadores que a¨²n no existen, mol¨¦culas que puedan curar enfermedades ahora intratables o nuevas formas de proteger el medio ambiente. Sin embargo, en esa instituci¨®n dedicada a la exploraci¨®n de los conocimientos que definir¨¢n el futuro, a¨²n suceden cosas que la convierten en una m¨¢quina para viajar al pasado.
La semana pasada, Peter Cherry, profesor del Trinity College en Dublin y uno de los principales expertos del mundo en Vel¨¢zquez y el Siglo de Oro Espa?ol, se qued¨® sorprendido cuando se vio rodeado de personas con voluminosas maletas en un centro del CSIC de Madrid. Hab¨ªa llegado desde la capital irlandesa para participar en unas oposiciones para profesor titular en el ¨¢rea de Historia del Arte del organismo. Dentro de las maletas, se enter¨® despu¨¦s, estaban las obras completas de los aspirantes a la plaza.
Cherry lleva cinco a?os a caballo entre Dubl¨ªn y Madrid, en parte porque la materia de su estudio es el arte de nuestro pa¨ªs, pero tambi¨¦n porque durante ese tiempo ha mantenido una relaci¨®n con una espa?ola. La posibilidad de continuar su carrera en el CSIC se presentaba como una oportunidad profesional y personal. Por eso, cuando a finales del a?o pasado se convocaron las oposiciones para nuevas vacantes, se prepar¨® para competir por una de ellas.
En 2011, Cherry identific¨® un Vel¨¢zquez desconocido que se acab¨® vendiendo por 3,5 millones de euros
Su experiencia le hac¨ªa creer que ten¨ªa posibilidades, como lo expresaron algunos miembros del CSIC que contaron su caso a este peri¨®dico. Es profesor del Trinity College, tiene una amplia carrera investigadora y docente y forma parte de prestigiosos comit¨¦s, como el que determina el valor de las obras que se venden en la Tefaf de Maastrich (Holanda), la feria de arte m¨¢s importante del mundo.
Hace unos a?os, fue incluso protagonista de una historia que muestra el inter¨¦s de su criterio. En agosto de 2010, la sala Bonhams en Oxford (Reino Unido) iba a subastar un retrato de un hombre con golilla como parte de un lote de pinturas del artista brit¨¢nico del siglo XIX Matthew Shepperson. Una antigua alumna de Cherry se dio cuenta de que aquella obra no cuadraba con las otras y pidi¨® ayuda a su profesor para ver qu¨¦ fallaba. Despu¨¦s de estudiarla, Cherry confirm¨® que se trataba de un Vel¨¢zquez. Aquella obra se subast¨® en diciembre de 2011 por 3,5 millones de euros.
Pese a estos antecedentes, seg¨²n contaba sentado en una cafeter¨ªa madrile?a el jueves pasado, todo acab¨® antes de tiempo. Una llamada de un conocido le advert¨ªa de que no podr¨ªa defender su curr¨ªculum ante el tribunal que decidir¨ªa si era un digno aspirante para ser un nuevo investigador del CSIC. Al parecer, ¨¦l y otros dos candidatos no hab¨ªan presentado sus obras de manera adecuada.
Cherry cuenta que en el apartado del BOE en el que se dan los detalles sobre el proceso de selecci¨®n, se explica que deben entregar al tribunal los trabajos y documentos acreditativos del contenido de su curr¨ªculo. Sin embargo, en ese apartado no se concreta c¨®mo debe hacerse. Para tener ese detalle, el investigador brit¨¢nico pens¨® que pod¨ªa acudir a la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y la Acreditaci¨®n (ANECA). All¨ª, se especifica con claridad que para presentar un trabajo cient¨ªfico sirve adjuntar la primera y la ¨²ltima p¨¢gina y el ¨ªndice de la revista para poder identificar la publicaci¨®n.
Cuando recibi¨® la llamada, Cherry empez¨® a comprender el desfile de investigadores cargados con maletas. En la nota colocada en el tabl¨®n de anuncios del tribunal, aparec¨ªa el nombre de tres candidatos excluidos por ¡°no haber presentado copia completa de sus trabajos, lo que ha impedido a este tribunal poder evaluarlos de forma equitativa y comparada con respecto al resto de candidatos¡±. A diferencia de lo que pasaba con el BOE, aqu¨ª el tribunal s¨ª especificaba que se deb¨ªan haber presentado las obras completas. En este punto, Cherry comenta que, m¨¢s all¨¢ de lo absurdo que pueda parecer la necesidad de presentarse con una voluminosa cantidad de documentos, la imprecisi¨®n del BOE impide que gente como ¨¦l sepa cu¨¢l es el formato adecuado para presentar sus trabajos.
Fuentes del CSIC responden que ¡°la ANECA no es un organismo que pueda informar acerca de los detalles del procedimiento, ya que ¨¦ste depende exclusivamente de lo que establece el ministerio en su convocatoria¡±. Sin embargo, el BOE no especifica que se debe presentar una copia completa de los trabajos. Desde el organismo de investigaci¨®n tambi¨¦n se afirma que es la primera vez "que consta (y todos los a?os se convocan muchas plazas, m¨¢s de 100 anuales en los ¨²ltimos a?os) que un candidato interpreta que no debe entregar las publicaciones completas, cuando en el texto del BOE se se?ala que se entregan para que el tribunal las lea y pueda evaluarlas adecuadamente¡±. En este punto, Cherry recuerda que solo para esta misma plaza hay tres personas que han cometido el mismo error.
Adem¨¢s, el investigador se extra?a de que al tribunal le diese tiempo a leer toda la documentaci¨®n presentada por los 12 opositores entre las diez de la ma?ana en que estos dejaron la sala y las cinco de la tarde del mismo d¨ªa en que supo ya que le hab¨ªan excluido del proceso. Se pide a los candidatos que comparezcan con la obra completa para poder juzgarla y compararla, como si efectivamente uno pudiera en el espacio de unas horas ponerse a leer, analizar, contrastar y comparar los cientos de art¨ªculos y libros que traen entre unos y otros candidatos. En cualquier caso, explica Cherry, ¡°en el BOE no se especifica que las publicaciones se entregan para que el tribunal las lea¡±.
Esta misma ma?ana, en Barcelona, volv¨ªa a repetirse el desfile de candidatos con maletas delante de un tribunal que servir¨¢ para cubrir una plaza de Antropolog¨ªa en el CSIC. D¨¦cadas despu¨¦s de la creaci¨®n del almacenamiento digital, el mayor organismo de investigaci¨®n de Espa?a sigue rechazando candidatos con potencial por no adaptarse a procesos que parecen de otra ¨¦poca.
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