C¨®mo averiguar si su hijo ser¨¢ un psic¨®pata (con tan solo 5 a?os)
Estas se?ales pueden estar avis¨¢ndole de que tiene en casa un individuo antisocial en potencia. Pero hay formas de reconducir la situaci¨®n
Cuando o¨ªmos hablar de psic¨®patas solemos pensar en el cine: Norman Bates, Hannibal Lecter, Jack Torrance. Nos dieron tanto miedo que recordamos sus nombres como si hubieran existido de verdad. Pero no hace falta ponerse delante de una pantalla para cruzarse con alguien capaz de da?ar a la sociedad. ¡°Puede ser el jefe, un compa?ero, la pareja, un vecino¡¡±, dice la psic¨®loga Alicia Banderas, autora de Peque?os tiranos (Libros C¨²pula, 2010) y miembro del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid.
¡°Podr¨ªamos definir al psic¨®pata como la persona que carece de sentimientos importantes en el ¨¢mbito social, como la empat¨ªa o el cuidado de los dem¨¢s. Para ¨¦l, los otros son un medio para llegar a su fin¡±, se?ala Abel Dom¨ªnguez Llort, psic¨®logo infanto-juvenil y director del gabinete Dom¨ªnguez Psic¨®logos, de Madrid. Alicia Banderas tambi¨¦n destaca como rasgo principal del prototipo de psic¨®pata la carencia de empat¨ªa, y lo resume como ¡°la imposibilidad de conectar con el dolor ajeno¡±.
La psicopat¨ªa se puede detectar a trav¨¦s de varios tests. Entre ellos est¨¢n el cl¨¢sico Test de empat¨ªa (Kerr y Speroff, 1954) y el Inventario de dureza e insensibilidad (Frick, 2004). Hasta hace poco se centraban solo en adultos y adolescentes pero, el a?o pasado, un equipo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) se propuso averiguar si estas pruebas tambi¨¦n son v¨¢lidas para augurar futuras conductas problem¨¢ticas en ni?os de tan solo cinco a?os. Y result¨® que s¨ª, que los peque?os con resultados m¨¢s alarmantes en los tests tambi¨¦n eran los que presentaban m¨¢s dificultades a la hora de reconocer expresiones faciales, y prestaban menos atenci¨®n a la angustia ajena, lo que indica una mayor propensi¨®n a ser antisociales y agresivos en la adultez.
El psic¨®pata... ?nace o se hace?
Un estudio de 2015, realizado por psic¨®logos de varias universidades brit¨¢nicas y publicado en Biological Psychiatry, someti¨® a una curiosa prueba a 213 beb¨¦s de cinco semanas: los pusieron frente a un rostro humano y un objeto inanimado (una pelota roja) y anotaron cu¨¢l de las dos cosas atra¨ªa m¨¢s su atenci¨®n. Cuando cumplieron dos a?os y medio, pidieron a los padres que rellenaran un cuestionario sobre los rasgos emocionales de sus hijos. Tras cruzar los datos, se dieron cuenta de que los ni?os con mayor ¨ªndice de rasgos de dureza e insensibilidad eran aquellos que de beb¨¦s hab¨ªan centrado una mayor atenci¨®n en el objeto inanimado.
¡°Los psic¨®logos estimamos que el 50% de este trastorno tiene un origen gen¨¦tico, sobre todo en cuanto a la frialdad, pero luego hay una parte ambiental y educativa, que responde al otro 50%¡±, sostiene Alicia Banderas. Al margen de los experimentos cient¨ªficos, hay detalles que se manifiestan en el d¨ªa a d¨ªa de los ni?os. "Los primeros indicadores se dan en torno a los cinco o seis a?os de edad -se?ala Banderas-. Puede haber m¨¢s brotes en la preadolescencia, m¨¢s o menos a los 10 a?os, para luego irrumpir hacia los 15".
Estos son algunos de los comportamientos que aparecen m¨¢s temprano, y pueden estar advirtiendo a los padres de que su hijo es un psic¨®pata en potencia:
Es cruel con los animales
Esa actitud es una clara muestra de su falta de empat¨ªa con el dolor ajeno. ¡°Tambi¨¦n es posible que exprese esa crueldad con otros ni?os e incluso con beb¨¦s¡±, indica Abel Dom¨ªnguez Llort.
No tiene remordimientos
Ni se arrepiente de sus malas acciones, ni tiene sentimientos de culpa. ¡°Puede llegar a pensar que la otra persona se merece lo que ¨¦l le ha hecho¡±, dice Banderas.
Es insumiso
Desaf¨ªa los l¨ªmites, las normas y la autoridad en general. ¡°He visto a muchos ni?os que dicen: ¡®Qui¨¦n se ha cre¨ªdo que es mi madre para decirme que no vaya a una fiesta¡¯. Someten a los padres y terminan confundi¨¦ndose los roles: el hijo es quien acaba mandando¡±, a?ade la psic¨®loga.
Cuando algo no le sale bien, lo destruye
Se frustra con facilidad. Alicia Banderas pone un ejemplo: ¡°Si est¨¢ jugando con piezas de construcci¨®n y lo que quiere hacer no le sale, es capaz de tirarlo todo. No sabe autorregular sus emociones¡±.
Se cree el centro del mundo
Es muy egoc¨¦ntrico y exigente: lo quiere todo y lo quiere ya. ¡°Y cuando no lo obtiene, agrede, insulta o escupe", dice la especialista.
Es vengativo
Piensa que merece tener privilegios, y cuando considera que han sido injustos con ¨¦l, su respuesta es hacer da?o. ¡°Tuve un caso en el que el ni?o hab¨ªa roto unas cartas manuscritas porque sab¨ªa que ten¨ªan mucho valor sentimental para su madre¡±, recuerda Banderas.
Miente m¨¢s que habla
¡°Como quiere salirse con la suya, utilizar¨¢ una mentira, pero para taparla tendr¨¢ que utilizar cien m¨¢s¡±, asegura la experta.
Los castigos le resbalan
¡°Aunque tenga que estar una semana sin usar la tableta, le da igual. Antepone su objetivo a las posibles represalias, porque ante estas buscar¨¢ una venganza y har¨¢ el mal, que es lo que le mueve¡±, dice Banderas. "No son ni?os felices -a?ade- y cuando les castigan no se sienten peor, porque ya se sent¨ªan mal antes de ese momento".
?Ha reconocido a su hijo en este repertorio de se?ales? No se asuste, est¨¢ a tiempo de reconducir la situaci¨®n. Los expertos sostienen que el componente antisocial de la psicopat¨ªa se puede revertir. Dom¨ªnguez Llort recomienda intensificar el entrenamiento de la empat¨ªa (¡°hacerles ver las consecuencias que han tenido sus acciones¡±) y de las habilidades sociales (¡°para que el ni?o aprenda a decir las cosas de forma asertiva, pidiendo lo que necesita pero sin hacer da?o a otros¡±).
A modo de prevenci¨®n, ¡°en las casas hay que poner unos l¨ªmites¡±, afirma Banderas. ¡°Por ejemplo, mediante lo que llamamos ¡®econom¨ªa de fichas¡¯: para ganar derechos, tienen que cumplir con obligaciones. Hemos visto que esta frialdad y esta tiran¨ªa se expanden m¨¢s en familias muy permisivas y tambi¨¦n en el otro extremo, en familias muy autoritarias¡±.
¡°Podemos leerles cuentos especialmente creados para inculcar esas habilidades sociales¡±, aconseja Dom¨ªnguez Llort, as¨ª como "fomentar el trabajo en equipo, ya sea en el ¨¢mbito del deporte o haciendo excursiones. Es fundamental dar ejemplo: que vean que la solidaridad es buena. Hay que pedir a los hijos, por ejemplo, que compartan sus chuches, aunque ellos no vean la necesidad de hacerlo. Tambi¨¦n debemos ayudarles a enfrentarse a determinados mensajes que nos env¨ªa la sociedad y que empujan al individualismo¡±.
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