Alejandro Palomas y ¡®Rulfo¡¯, el aliento del escritor

UNA MA?ANA DE julio de 2004 un empleado de Seur llam¨® al timbre en casa del escritor Alejandro Palomas, cerca de Barcelona. Cuando el premio nacional de Literatura Infantil y Juvenil (2016) abri¨® la puerta, el mensajero puso entre sus brazos un perro de dos meses. Era Rulfo, el golden que acababa de comprar. ¡°En cuanto pens¨¦ que esa cosita depend¨ªa de m¨ª, me emocion¨¦¡±. Ese d¨ªa, el cachorro se convirti¨® en una parte indispensable de su vida. ¡°Yo me he querido muy poco, as¨ª que tengo facilidad para querer lo de fuera. Y con Rulfo ha sido muy f¨¢cil¡±, dice el autor, de 49 a?os. Con ¨¦l tumbado a sus pies ha creado la mayor¨ªa de sus obras. Y en muchas aparece el alter ego del animal, como en la trilog¨ªa formada por Una madre (Siruela, 2014), Un hijo (La Galera, 2015) y Un perro (Destino, 2016).

'Rulfo'Vicens Gimenez

Ahora que Rulfo tiene 13 a?os, Palomas piensa en el tiempo que les queda. ¡°Mi psicoanalista dice que he imaginado tantas veces el final que cuando llegue no sabr¨¦ qu¨¦ sentir¡±. Por eso, hace unos meses escribi¨® Las dos orillas, una novela ilustrada en la que afronta la p¨¦rdida de su mascota. ¡°Quer¨ªa anticipar la situaci¨®n, para que no duela tanto¡±, explica el tambi¨¦n traductor de cl¨¢sicos anglosajones como Oscar Wilde o Gertrude Stein. En agosto adopt¨® a Rita, una bodeguera andaluza. ¡°?Es tremenda! Pero lo que tengo con Rulfo nunca lo tendr¨¦ con ella. ?l ha sido mi hijo, mi hermano, mi todo¡±.