Siembra de m¨¦dicos en Mozambique
Un proyecto de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Unizambeze forma a m¨¢s de un centenar de doctores en la deprimida provincia de Tete
?Se imaginan que Castilla-La Mancha tuviera s¨®lo 35 m¨¦dicos, es decir, uno por cada 57.000 habitantes? ?O que el ¨²nico hospital de la ciudad de Vitoria contara con s¨®lo cuatro especialistas? Pues esta es la situaci¨®n que sufre la regi¨®n mozambique?a de Tete, una zona golpeada por la malnutrici¨®n, el SIDA, las diarreas infantiles y la malaria y que, para colmo, no tiene suficientes m¨¦dicos. Desde hace siete a?os y en una especie de puente invisible, medio centenar de doctores canarios ha viajado hasta all¨ª, no para prestar asistencia sanitaria, sino para formar a estudiantes de Medicina. Los resultados empiezan a brotar: este a?o se alcanzar¨¢ la cifra de 110 nuevos profesionales que se est¨¢n integrando en el sistema p¨²blico de salud pero que algunos de los cuales ya est¨¢n, a su vez, formando a los que comienzan. El viejo dicho del pescado y la ca?a, versi¨®n Tete.
Hoy toca aprender a dar malas noticias. La doctora Gladys Rodr¨ªguez escoge a dos alumnos y les pone en situaci¨®n: la joven m¨¦dica Felisa debe informar al camionero Joao, casado y con tres hijos, que tiene SIDA. Es una simulaci¨®n, pero estos 30 estudiantes de sexto de Medicina de la Unizambeze pronto se ver¨¢n en alguna parecida. ¡°Va en nuestro sueldo¡±, asegura con ¨¦nfasis la profesora, ¡°y nunca podemos decir que no hay nada que hacer¡±. En otra aula situada a pocos metros, el doctor Luis L¨®pez se afana en explicar la cirug¨ªa del mediastino y el tratamiento quir¨²rgico del carcinoma pulmonar. Los alumnos no pierden detalle.
Tete es un bello cruce de caminos. Situada al pie del r¨ªo Zambeze, las destartaladas pero tranquilas calles de la tercera ciudad de Mozambique acogen por igual a poblaci¨®n venida del campo como a mineros sudafricanos o comerciantes costeros. Desconectada de la capital, Maputo, por obra y gracia de la distancia y de una guerra que a¨²n no ha apagado sus ¨²ltimos rescoldos, Tete es una cu?a encajonada entre los pa¨ªses vecinos de Malaui y Zimbabue, lo que le proporciona un curioso trasiego. Sin embargo, mientras Maputo se ha subido a un tren de desarrollo espectacular en la ¨²ltima d¨¦cada, esta provincia del interior parece esperar a¨²n mejores tiempos sentada en la estaci¨®n.
Pero de todos sus problemas el sanitario es uno de los m¨¢s graves. La combinaci¨®n de altas tasas de enfermedades como la malnutrici¨®n y el SIDA unida a la grave carencia de m¨¦dicos llev¨® a la apertura de una Facultad de Medicina en Tete hace casi una d¨¦cada. Durante los primeros cursos se acudi¨® a profesores cubanos, pero hab¨ªa un cuello de botella a partir del cuarto a?o: estos no tienen sus titulaciones homologadas y en Mozambique no hab¨ªa especialistas que pudieran dar clases a los estudiantes. Esta fue la llamada de socorro que plante¨® el rector de la Unizambeze en el Encuentro de Universidades Espa?olas y Africanas celebrado en 2010 en Las Palmas de Gran Canaria, un guante que recogi¨® sin dudarlo el rodoctor Luis L¨®pez Rivero, profesor universitario y jefe de Cirug¨ªa Tor¨¢cica del Hospital Materno-Insular de Gran Canaria.
Desde 2012, paso a paso, d¨ªa tras d¨ªa, con el apoyo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), la colaboraci¨®n del Servicio Canario de Salud y la financiaci¨®n, entre otros, de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo con unos 90.000 euros al a?o, m¨¢s de 300 j¨®venes del deprimido interior de Mozambique son formados por m¨¦dicos canarios que viajan durante dos o tres semanas hasta all¨ª. La m¨¦dica de familia Gladys Rodr¨ªguez, que trabaja en la isla de Fuerteventura, es una de ellas. ¡°Cuando el doctor L¨®pez me lo cont¨® me entusiasm¨® la idea. Lo mejor es la actitud de los alumnos y lo peor es comprobar la falta de medios que tienen, por ejemplo, en el hospital, lo que les limita en su formaci¨®n¡±, asegura Rodr¨ªguez.
El joven Aniceto Alberto Manguiza, de 27 a?os, est¨¢ ya en su s¨¦ptimo a?o de Medicina. Y en los ¨²ltimos tres todas las asignaturas fueron impartidas por docentes canarios. ¡°Han sido m¨¢s que profesores, sentimos que han sido como familia, como nuestros padres o hermanos mayores que nos han ayudado ante cualquier dificultad¡±, explica. Manguiza, nacido en Tete, sue?a con quedarse como profesor en la Unizambeze, de hecho ya est¨¢ haciendo sus primeros pinitos con los alumnos m¨¢s j¨®venes de primero y segundo, y pretende que la presencia de la facultad en su ciudad natal contribuya a mejorar las condiciones sanitarias en los barrios. ¡°Es nuestra obligaci¨®n, no estamos aqu¨ª solo para ganar dinero, tenemos que hacer m¨¢s, mucho m¨¢s¡±, explica
Son las nueve de la ma?ana. En el enorme sal¨®n de actos de la universidad, el doctor L¨®pez divide a los alumnos en grupos de 10 para las pr¨¢cticas de atenci¨®n a politraumatizados. ¡°No hay nada m¨¢s gratificante que ense?ar a gente que quiere aprender. El d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida profesional fue el de la graduaci¨®n de la primera promoci¨®n de m¨¦dicos de la Unizambeze, para m¨ª ahora son como familia¡±, explica. Los chicos que han sacado mejores notas o que tienen mejor actitud viajan cada a?o a Gran Canaria para completar su formaci¨®n, ya han ido 28 entre 2014 y 2016 y una nueva hornada se prepara. Milton Ra¨²l, Emilia Jorge y Begonia Joao estuvieron siete semanas en Las Palmas. ¡°Me sorprendi¨® la relaci¨®n m¨¦dico-paciente y c¨®mo trabajan en equipo, la experiencia en Canarias me sirvi¨® para ver que nuestra profesi¨®n debe ser m¨¢s humana. Ahora tenemos que aplicar en Tete lo que aprendimos¡±, asegura esta ¨²ltima.
¡°Con el mismo dinero que se hubiera enviado a tres m¨¦dicos europeos durante cuatro a?os, formamos a m¨¢s de un centenar de j¨®venes doctores locales", dice el doctor Luis L¨®pez
La Facultad de Medicina se encuentra en lo alto de una colina que domina la ciudad de Tete con una impresionante vista sobre el Zambeze. En el mismo complejo est¨¢ el hospital regional, donde ya se empieza a notar los efectos del proyecto de cooperaci¨®n universitario con una quincena de nuevos contratados. El doctor ?ngelo Cadeado, de 28 a?os, se gradu¨® en la primera promoci¨®n y cada d¨ªa recorre los 100 metros que separan a ambos establecimientos en su doble condici¨®n de profesor y m¨¦dico en el centro hospitalario. ¡°Doy clases de Patolog¨ªa y me encanta, porque sigo aprendiendo. Recuerdo que cuando llegaron los profesores canarios tem¨ªamos la barrera del idioma, pero al final se super¨® sin problemas. Ahora mi objetivo es hacer la especialidad de Pediatr¨ªa¡±, a?ade.
En el ¨¢rea de Urgencias, el doctor Jacinto Veloso, de la segunda promoci¨®n, se esfuerza en atender los numerosos casos de c¨®lera que llegan al hospital en el inicio de una nueva epidemia que en los ¨²ltimos meses ha afectado a varias provincias del pa¨ªs. ¡°Mi padre muri¨® cuando yo ten¨ªa 11 a?os y quise ser m¨¦dico porque pensaba que as¨ª podr¨ªa evitar m¨¢s muertes¡±, explica. Al igual que muchos de los chicos, para terminar sus estudios tuvo que trabajar en una tienda. ¡°La carrera fue una incertidumbre, no sab¨ªamos si podr¨ªamos acabarla, pero la llegada de los doctores canarios fue aire nuevo. Cuando viaj¨¦ a Las Palmas me di cuenta de que ten¨ªamos una buena formaci¨®n, que pod¨ªamos discutir con nuestros colegas residentes de all¨ª al mismo nivel¡±, observa Veloso, quien compagina las Urgencias con las clases de Anatom¨ªa en la facultad.
Cadeado y Veloso, pero tambi¨¦n Helton Zukula, que a sus 28 a?os ya ha sido propuesto para ocupar el cargo de director m¨¦dico del hospital de Tete, y Kenneth, Orlando, Bel¨¦n, Aniceto, Milton y tantos otros. ¡°Con el mismo dinero que se hubiera enviado a tres m¨¦dicos europeos durante cuatro a?os a Mozambique hemos formado a m¨¢s de un centenar de j¨®venes doctores locales que aspiran a quedarse y trabajar all¨ª por sacar adelante a su pa¨ªs. Esta es la diferencia¡±, asegura L¨®pez Rivero, que el a?o pasado recibi¨® el Premio Canarias en la modalidad de Internacional por su labor. ¡°A veces es duro, sobre todo la negociaci¨®n constante, la resoluci¨®n de problemas, es duro y es cansado, pero da enorme satisfacci¨®n ver el trabajo realizado. Y pensar que pronto, cuando se puedan formar en sus respectivas especialidades, ser¨¢n ellos mismos quienes impartir¨¢n sus clases, que ya no nos necesitar¨¢n a nosotros. Eso es lo mejor¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Indicadores sociales
- Personal sanitario
- Calidad vida
- Geopol¨ªtica
- ?frica
- Bienestar social
- ONU
- Pol¨ªtica social
- Sanidad
- Educaci¨®n
- Formaci¨®n
- Organizaciones internacionales
- Salud
- Econom¨ªa
- Pol¨ªtica
- Sociedad
- Medio ambiente
- Desarrollo ?frica
- Mozambique
- Agenda Post-2015
- ADI
- ?frica meridional
- M¨¦dicos
- Desarrollo humano
- Indicadores econ¨®micos
- Planeta Futuro