C¨®mo Russian Red decidi¨® dejarlo todo para no empezar nada
Lourdes Hern¨¢ndez era la gran esperanza del 'indie' espa?ol. Pero una noche en Seattle mand¨® la guitarra a la basura
Recuerda perfectamente Lourdes Hern¨¢ndez (Madrid, 1985) el momento en el que dijo: ¡°Hasta aqu¨ª hemos llegado¡±. ¡°Fue un d¨ªa que est¨¢bamos tocando en Seattle. Llev¨¢bamos unos d¨ªas de gira en Estados Unidos. Yo ya hab¨ªa hecho tours por Asia y por Espa?a. Yendo y viniendo desde Madrid, porque ya viv¨ªa en Los ?ngeles. As¨ª que tra¨ªa cansancio acumulado. Y la verdad es que no me apetec¨ªa seguir de gira. Quer¨ªa estar en mi casa y hacer otras cosas. Y todo aquello se me estaba haciendo bola. Llev¨¢bamos tocadas dos canciones. Y al empezar la tercera, no ten¨ªa ganas de cantar. No me sal¨ªa. La canci¨®n la tocamos entera sin voz. Y al acabar, me disculp¨¦. Le dije al p¨²blico: ¡®No me encuentro bien como para acabar el show. Se os devolver¨¢ el dinero de la entrada, y espero poder volver pronto para hacer un mejor concierto¡¯. La gente reaccion¨® muy bien¡±.
Eso fue en oto?o de 2014. Agent Cooper, su tercer disco, se hab¨ªa publicado en febrero, por todo lo alto. Grabado en Los ?ngeles, con productor de relumbr¨®n (es decir, con presupuesto). Era en todos los sentidos un intento de romper con sus inicios, algo que quedaba perfectamente expresado en una ruptura est¨¦tica nivel antes/despu¨¦s.
"Yo creo que est¨¢ bien no saber lo que eres. Y es verdad que no me siento m¨²sico. Porque esta cosa de tocar el instrumento sobre un escenario y sentir la adrenalina no es lo m¨ªo. Mi proceso es otro¡±
A Estados Unidos se hab¨ªa ido una cantautora de imagen casi monjil que en la portada de su segundo disco, Fuerteventura, publicado en 2011, aparec¨ªa con coleta y blusa, apoyada l¨¢nguidamente en una ventana, mirando hacia abajo. En la de Agent Cooper llevaba un vestido de noche de lam¨¦ dorado y miraba directamente a la c¨¢mara mientras empu?aba un fusil de asalto. ¡°Fue el momento de aceptar una feminidad distinta. Yo, o Russian Red, en los dos primeros discos era m¨¢s on¨ªrica. Pero no somos una sola cosa. Cuando se public¨® Agent Cooper llevaba una temporada en Los ?ngeles, a mi bola. Me hab¨ªa te?ido de rubio y me sent¨ªa as¨ª¡±.
A Sony, su compa?¨ªa, nada le pod¨ªa hacer m¨¢s feliz. Imagine: una joven cantante de voz aterciopelada y canciones en ingl¨¦s para un p¨²blico amplio, ahora, adem¨¢s, con un componente sexy. Un sue?o. La trataba como una artista internacional, con todo lo que eso conlleva. Aguant¨® el ritmo poco m¨¢s de seis meses. ¡°Ese d¨ªa de Seattle toc¨¢bamos con la banda de mi chico. La m¨ªa ya sab¨ªa que aquello se me estaba haciendo muy cuesta arriba. En realidad no fue una sorpresa para nadie. Solo un momento de shock. El instante en el que lo vieron y pensaron: ¡®Est¨¢ pasando de verdad. Est¨¢ tomando la decisi¨®n¡¯. Yo creo que ha sido uno de los actos m¨¢s valientes que he hecho en mi vida. Saber cu¨¢ndo parar y c¨®mo hacerlo¡±, asegura.
Han pasado dos a?os y medio desde aquel d¨ªa. Y Russian Red est¨¢ de vuelta con un disco de versiones, Karaoke. Ocho canciones unificadas por un concepto tan simple como que son sus favoritas cuando va a un karaoke. ?xitos de The Pretenders, Tears For Fears, The Human League, Queen¡ Es un lanzamiento extra?o. El ¨¢lbum de temas ajenos es uno de los trucos cl¨¢sicos de los m¨²sicos para acabar contrato. Pero no es el caso.
Todo lo ha pagado ella, desde la grabaci¨®n al v¨ªdeo de I want to break free, excepto la fabricaci¨®n de las 1.500 copias de vinilo, que han corrido por cuenta de una peque?a compa?¨ªa madrile?a, Holy Cuervo. Otra opci¨®n es que sirva de excusa para una nueva gira. Pero ella asegura que no la habr¨¢, m¨¢s all¨¢ de las dos presentaciones que ya ha realizado en Madrid y Barcelona ?Entonces? ?Es un par¨®n de su vida normal?
¡°Puede ser. Realmente he encontrado un flow donde estoy haciendo otras cosas. Parar fue un cuestionamiento. Entraba en los 30, acompa?ada por un periodo de transici¨®n personal y art¨ªstica. Me di cuenta de que no solo quer¨ªa hacer m¨²sica, que no quer¨ªa que fuera el centro de mi existencia, que hay m¨¢s cosas. Pero en este tiempo he echado de menos ciertos aspectos de la m¨²sica y estoy regresando a ellos. Despu¨¦s volver¨¦ a mi vida, a mi equilibrio, involucrada en algunos proyectos art¨ªsticos, ya sea como actriz, como cantante o como sea¡±.
Lourdes se ha casado con un estadounidense, Zack Leigh, m¨²sico y empresario inmobiliario. El d¨ªa de la sesi¨®n aparece sola. ¡°El pobre lleva varios d¨ªas acompa?¨¢ndome y hoy se ha quedado en la cama¡±, explica. Viven en una antigua iglesia en la muy gentrificada zona de Highland Park. Cuando en Los ?ngeles le preguntan a qu¨¦ se dedica, ?qu¨¦ responde? Suelta una sonora carcajada. ¡°Pues depende del contexto en el que me conozcan, la verdad. Si en ese momento estoy trabajando en un ¨¢lbum, digo que me dedico a la m¨²sica, pero que tambi¨¦n tengo un espacio de eventos con mi marido. Ahora mismo ese es el centro de nuestro d¨ªa a d¨ªa. Lo alquilamos y montamos nuestros propios eventos¡±.
Uno, que ha entrevistado a la artista varias veces, desde que era la telonera de un telonero en 2007 hasta el momento antes de mudarse a Los ?ngeles, recuerda que siempre fabul¨® con vivir en Estados Unidos, dedic¨¢ndose a algo que fuera art¨ªstico pero no significara estar en el centro de los focos. ¡°S¨ª, totalmente. Es curioso, como que lanzas los sue?os ah¨ª afuera, pero luego cuando se cumplen no te acuerdas de que es eso lo que quer¨ªas. Hasta que se cumple, el camino es bastante largo, y cuando llegas no sientes que has logrado un objetivo, sino la sensaci¨®n de satisfacci¨®n, de realizaci¨®n¡±.
Una de las sensaciones que desprend¨ªa cuando estaba en plena actividad y todo el mundo la se?alaba como una triunfadora en ciernes era de ligera incomodidad. No era raro que en las entrevistas formulara, a modo de disculpa no requerida, frases como ¡°yo no soy artista, ni soy m¨²sico, ni nada¡±.
¡°S¨ª, es verdad. Yo creo que est¨¢ bien no saber lo que eres. Y es verdad que no me siento m¨²sico. Porque esta cosa de tocar el instrumento sobre un escenario y sentir la adrenalina no es lo m¨ªo. Mi proceso es otro, me encanta cantar, me da la vida, pero no todo lo dem¨¢s. Sin embargo, nunca me permit¨ª reconocer lo que quer¨ªa, porque estaba demasiado ocupada haciendo discos y giras. Fue esa estructura la que me dej¨® de funcionar. No era lo que quer¨ªa hacer. Sent¨ªa un poco de claustrofobia¡±.
Y ahora, afirma Lourdes Hern¨¢ndez, encuentra una salida a ese encierro en ser actriz. ¡°He hecho un papel en un corto y signific¨® una liberaci¨®n total y un reconocimiento de lo que quer¨ªa y pod¨ªa hacer. Me he dado cuenta de que soy actriz, pero no necesito hacer una carrera de ello¡±.
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