Yihad global
Los pa?os calientes que ven en los atentados un signo de la decadencia del Estado Isl¨¢mico, llevan a un callej¨®n sin salida; la difusi¨®n en Europa de la mentalidad yihadista/terrorista es un hecho consumado
En su llamamiento a la resistencia isl¨¢mica global, a principios de 2005, el luego desaparecido Mustaf¨¢ Setmarian explic¨® las ventajas del m¨¦todo conocido ya como actuaci¨®n de lobos solitarios, los cuales, solos o en compa?¨ªa de unos pocos hombres y amigos unidos por la ideolog¨ªa y por la confianza rec¨ªproca, ejecutan los atentados. "Abre la posibilidad de incorporar a la yihad a cientos de miles de musulmanes fieles a la causa isl¨¢mica" (Setmarian). No exige una estructura organizativa, expuesta por ello al riesgo de ser detectada, y sin embargo puede ser presentado, tal y como ocurre con la cascada de ¨²ltimos atentados, en nombre de una organizaci¨®n o de aspiraciones de alcance global.
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La historia del terrorismo requiere un seguimiento de los cambios tecnol¨®gicos y de los mecanismos utilizados, que en este caso, como antes sucediera con el coche-bomba, suscitan un generalizado efecto de imitaci¨®n. Tanto por la disponibilidad inmediata de los recursos empleados, como por el enorme impacto disuasorio, de inseguridad y desmoralizaci¨®n, alcanzado sobre la opini¨®n p¨²blica del mundo occidental.
Seg¨²n ocurriera con la estrategia de al-Qaeda, la renovaci¨®n del yihadismo made in Setmarian encuentra apoyos suficientes en los textos sagrados. Este aspecto es crucial, ya que los lobos solitarios son el producto de una mentalidad sembrada en lo que va de siglo, y para la cual una acci¨®n preventiva requiere una m¨¢xima atenci¨®n a los procesos de formaci¨®n y difusi¨®n del yihadismo. Y es que no se trata solo de una patolog¨ªa social, de acciones b¨¢rbaras protagonizadas por individuos degenerados. A estas alturas, conviene ya tomarles en serio.
Un Islam de tolerancia no puede ser construido sin afrontar la dimensi¨®n violenta de la doctrina, renunciando a las habituales cortinas de humo seg¨²n las cuales todo ser¨ªa paz y benevolencia
Lo esencial es que el terrorismo, entendido como instrumento para aplastar a los enemigos de Al¨¢, que son los de los creyentes, se convierte en pieza capital de la estrategia, seg¨²n la aleya 8.60 del Cor¨¢n. Y la biograf¨ªa del Profeta por IbnHisham, es rica en episodios donde el conflicto ideol¨®gico con Mahoma se resuelve mediante el atentado personal. Un Islam de tolerancia no puede ser construido sin afrontar esa dimensi¨®n de la doctrina, renunciando a las habituales cortinas de humo seg¨²n las cuales todo ser¨ªa paz y benevolencia. El combate se dirime aqu¨ª en la formaci¨®n de las conciencias de los creyentes.
Adem¨¢s, el Mal encaja con el alcance necesariamente global de la yihad. Los pa?os calientes que ven en los atentados un signo de la decadencia del Estado Isl¨¢mico, llevan a un callej¨®n sin salida, ya que en la actualidad la difusi¨®n en Europa de la mentalidad yihadista/terrorista es un hecho consumado. Pase lo que pase en Mosul y Raqqa. Tampoco sirve de nada el masoquismo: la cultura europea no es madre de la yihad. Lo que s¨ª conviene es instalar bolardos en el puente de Londres.
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