Los sem¨¢foros que reivindican el respeto a las minor¨ªas
El Ayuntamiento de Madrid ha presentado una serie de nuevos sem¨¢foros que representan a mujeres y a parejas homosexuales. Colocar en el espacio p¨²blico im¨¢genes de minor¨ªas es clave para que la sociedad las acepte
El Ampelmann de Berl¨ªn, el sem¨¢foro m¨¢s conocido del mundo, sobrevivi¨® por una demanda social. La figura creada en 1961, un hombrecito con un sombrero caminando en verde y parado en rojo, estaba en todos los sem¨¢foros de Berl¨ªn Oriental. Cuando cay¨® el Muro de Berl¨ªn en 1989, el Consistorio quiso homogeneizar las luces de los cruces de la capital alemana, pero a los ciudadanos no les pareci¨® bien. Consideraban que eso significaba borrar de un plumazo parte de la historia de su ciudad y de su pa¨ªs. Parte de su identidad. Hubo protestas. Y ese mu?equito se acab¨® manteniendo en la zona de la capital alemana que pertenec¨ªa a la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Alemania. Actualmente, es un icono berlin¨¦s.
Esta semana, el Ayuntamiento de Madrid ha presentado una serie de nuevos sem¨¢foros que representan a mujeres y a parejas homosexuales. Un reflejo, en forma de se?al, de la diversidad y de la tolerancia de la capital. ¡°Estas luces hacen que la igualdad sea m¨¢s visible", resumen desde el Consistorio. Cuando algo se convierte en una se?al, de alguna u otra manera, se oficializa: esa sociedad ¨Cesa ciudad- reconoce ese s¨ªmbolo como algo propio, un elemento que aparece en sus avenidas. Im¨¢genes de las nuevas luces madrile?as aparecieron en redes sociales, generando comentarios ¨Cla mayor¨ªa positivos- sobre la medida. Tambi¨¦n hubo alguna rid¨ªcula opini¨®n negativa reticente a ver reflejada en sus calles otras realidades.
Con la bicicleta pasa algo parecido. La capital, como muchas otras urbes del mundo, tiene algunas se?ales y sem¨¢foros con y para bicicletas. Cuando se estrenaron, algunos tambi¨¦n las tildaron de rid¨ªculas. Pero esas se?ales son importantes. No solo porque integran en la ciudad a una minor¨ªa sino porque reconoce la singularidad de la misma. Aunque ahora mismo la bici tenga que respetar las mismas normas que el resto de veh¨ªculos, poseer se?alizaci¨®n espec¨ªfica abre la puerta a que se cree un c¨®digo diferente para las dos ruedas (como que los sem¨¢foros en rojo para coches y motos de algunas calles sean considerados ¨¢mbar por los ciclistas). Tambi¨¦n visibiliza el derecho que tienen los pedaleantes a circular libremente y con seguridad por sus ciudades. Eso tambi¨¦n refleja la identidad de una ciudad.
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