La Ley de Mortadelo

A veces, la Ley de Transparencia parece estar en manos de Mortadelo y Filem¨®n. Un particular, o una entidad como Access Info Europe, pide informaci¨®n a un organismo p¨²blico sobre cuestiones relativamente inocentes como los gastos del festival de Eurovisi¨®n o las pol¨ªticas de Gobierno Abierto.

La Administraci¨®n se niega a facilitar la documentaci¨®n. El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) le da la raz¨®n al solicitante de informaci¨®n. Pero el Gobierno invierte los recursos de todos en llevar esa decisi¨®n a los tribunales. Estos fallan a favor del particular y del CTBG, una instituci¨®n que, a su vez, ha tenido que gastar dinero p¨²blico para pagar abogados privados que argumenten contra la propia Administraci¨®n a la que pertenece.

Insistiendo en el absurdo, el Gobierno no tira la toalla, sino m¨¢s medios p¨²blicos, y recurre la sentencia. Todo por conseguir objetivos tan incoherentes como mantener secreta la mism¨ªsima estrategia de Gobierno Abierto.

Es inaceptable. Necesitamos un cambio urgente de cultura en nuestras Administraciones hasta conseguir que facilitar la informaci¨®n sea la norma y no la excepci¨®n.

Sin embargo, debemos evitar tambi¨¦n la transparencia extrema que reclaman los cr¨ªticos con el Gobierno: luces, taqu¨ªgrafos y transmisi¨®n en Internet para toda deliberaci¨®n p¨²blica. La evidencia anecd¨®tica nos dice que las reuniones retransmitidas en directo constri?en a los intervinientes, que no pueden expresarse en libertad.

Y la evidencia cient¨ªfica muestra que las decisiones en las que los sujetos de un experimento ven todas las tripas de las discusiones son vistas como poco leg¨ªtimas. Los ciudadanos necesitamos explicaciones, como informes razonados, sobre por qu¨¦ se ha adoptado una medida en vez de otra, pero no un diario detallado de todas las desavenencias internas. Si encerramos a los agentes p¨²blicos en una pecera cristalina, monitore¨¢ndolos permanentemente, lo pagaremos con decisiones de peor calidad. Y es que, entre una Administraci¨®n opaca y otra sujeta a un Gran Hermano, cabe una opci¨®n intermedia: un Gobierno que opere con una transparencia razonable. @VictorLapuente