Fe en la Uni¨®n Europea
De no mediar una refundaci¨®n con entidad suficiente se nos complicar¨¢ el futuro comunitario. Alemania, Francia, Espa?a e Italia deben abanderar el proceso, desarrollar grandes reformas e impulsar una Europa de varias velocidades
"Todas estas borrascas que nos suceden son se?ales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas...¡±. Palabras de Alonso Quijano, que Cervantes recoge en la primera parte de Don Quijote, tras atacar el hidalgo ovejas y carneros en un fantasioso arrebato contra Alifanfu¨®n y que me parecen ¨²tiles para abrir una reflexi¨®n sobre la UE . Lejos de las noveladas andanzas del ingenioso protagonista, la cronolog¨ªa pol¨ªtica europea de los ¨²ltimos meses recuerda el axioma cervantino de que el mal, como el bien, no es posible que sean eternos.
Efectivamente, hace tan solo tres meses, la Uni¨®n Europea estaba amenazada por negruzcas borrascas. A los nubarrones del Brexit y de Trump, se superpon¨ªa el posible triunfo de la extrema derecha en Holanda y en Francia. Afortunadamente, la realidad nos va alejando de las amenazas de un cosmol¨®gico Big Bang europeo. Primero fue en los Pa¨ªses Bajos donde se noque¨® al populismo xen¨®fobo y eur¨®fobo de Wilders. En el siguiente round, Macron derrot¨® a la Le Pen en las presidenciales francesas. Y recientemente, May y las posiciones a favor de un Hard Brexit, han salido debilitadas de las urnas brit¨¢nicas.
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Pero aunque las borrascas se hayan alejado moment¨¢neamente del cielo europeo, los males que aquejan al proyecto com¨²n no se solucionar¨¢n por s¨ª solos. El Papa Francisco, en su discurso ante los dirigentes europeos reunidos para conmemorar el 60 aniversario de Tratado de Roma, evoc¨® la fe que los l¨ªderes de la ¨¦poca tuvieron en las posibilidades de una Europa mejor, recordando que ¡°no pecaron de falta de audacia y no actuaron demasiado tarde¡±. Estos dos conceptos, audacia y diligencia son a mi juicio, claves del mom¨¦ntum europeo. Hace pocos d¨ªas tuve la ocasi¨®n de participar en un acto en Madrid convocado entorno al sugerente dilema de Refundaci¨®n o desintegraci¨®n. No me cabe la menor duda, como all¨ª manifest¨¦, que de no prosperar la primera opci¨®n se producir¨ªa inevitablemente la segunda. No es que sea pesimista, sino que ejerciendo de realista estimo que de no mediar una refundaci¨®n con entidad suficiente, se nos complicar¨ªa ese futuro europeo en el que siempre he tenido y sigo teniendo fe.
?Cu¨¢ndo debe impulsarse esa audaz y pronta refundaci¨®n? No antes, como es l¨®gico, de las pr¨®ximas elecciones alemanas. Pero tampoco mucho despu¨¦s. Gane Merkel o lo haga Schultz, el pr¨®ximo Gobierno alem¨¢n ser¨¢ s¨®lidamente europe¨ªsta. Habr¨¢ llegado el momento de la verdad. O se avanza o nos quedaremos divididos y fuera de juego del concierto internacional. Alemania debe ser motor de la refundaci¨®n y ser¨ªa bueno que renovara el compromiso que el a?o 1951 Adenauer expres¨® solemnemente con estas palabras: ¡°Nuestros planes no son ego¨ªstas¡±.
O avanzamos o nos quedaremos divididos y fuera de juego del concierto internacional
Francia debe acompa?ar a Alemania en este proceso. Hist¨®ricamente la Uni¨®n Europea ha profundizado en sus objetivos cuando el eje franco-alem¨¢n ha tenido el buen engrase de las relaciones personales de sus l¨ªderes. Ahora les toca a Macron y a Merkel. Hoy, por el momento, la UE no esta equilibrada, ya que tiene un exceso de peso de Alemania, pero Francia no podr¨¢ participar en el liderazgo sin antes reforzarse y modernizarse para recuperar la fuerza perdida. Si Macron no emprende las reformas econ¨®micas que sabe que su pa¨ªs necesita, quedar¨¢ lastrado para este enorme reto. Hoy, adem¨¢s, ya no es suficiente la asociaci¨®n privilegiada entre Francia y Alemania para liderar una acci¨®n transformadora. La UE de los 27, no es la de los 6 del Tratado de Roma, ni la de los 12 del de Maastricht. Espa?a e Italia deber¨ªan incorporarse al n¨²cleo impulsor de la refundaci¨®n europea. Aunque ser¨ªa ¨®ptimo contar tambi¨¦n con Polonia, atendiendo as¨ª la realidad del Grupo de Visegrado. Soy consciente de que estoy proponiendo un n¨²cleo intergubernamental, a la par que defiendo que Europa debe dejar de pensar en t¨¦rminos nacionales. Algo realmente contradictorio, pero dif¨ªcilmente se podr¨¢ llegar hoy a pol¨ªticas de ¨¢mbito comunitario sin contar con los Gobiernos.
Para sumarse a este liderazgo, tanto Italia como Espa?a necesitan tambi¨¦n resolver sus problemas internos. Italia tiene reformas estructurales pendientes. Espa?a est¨¢ m¨¢s avanzada en lo econ¨®mico, pero le sobran problemas pol¨ªticos. La corrupci¨®n debilita al Gobierno y la incapacidad de unos y de otros de crear un clima de sosiego, estabilidad y di¨¢logo entre las principales fuerzas pol¨ªticas disminuye la capacidad de liderazgo. Pero me temo que no sea simplemente esto lo que nos falte. Da la sensaci¨®n, de que no acabamos de asumir con hechos que no s¨®lo podemos, sino que debemos ser tambi¨¦n referente del n¨²cleo refundador de la Uni¨®n Europea.
La UE profundiza en sus objetivos seg¨²n sean las relaciones personales del eje franco-alem¨¢n
El proceso de refundaci¨®n debe emprenderse tan pronto como Alemania tenga un Gobierno. Y si Alemania junto con Francia, m¨¢s Espa?a e Italia, deben ser sus impulsores habr¨¢ que concretar el c¨®mo y el qu¨¦. Aunque se presente como una novedad, que no lo es, la Europa de varias velocidades debe ser el m¨¦todo a seguir. Empezando por profundizar la integraci¨®n en la zona euro, consolidando como irreversible la moneda com¨²n sin que esto sea excluyente de nadie. El tren europeo debe seguir su marcha y a bordo subir¨¢n los que quieran.
No obstante, para que la refundaci¨®n no quede en grandes discursos, ser¨¢ mejor avanzar en aspectos concretos como Schuman propon¨ªa. Acompasar grandes reformas con propuestas m¨¢s sencillas: Uni¨®n Fiscal y lo que precise la consolidaci¨®n de la Uni¨®n Econ¨®mica, descompensada hoy de la Monetaria; defensa com¨²n, que la ausencia de brit¨¢nicos puede facilitar; mutualizaci¨®n de la deuda, al menos del 60% permitida por Maastricht, tal como en su d¨ªa aconsej¨® Felipe Gonz¨¢lez; elecci¨®n de un presidente por la ciudadan¨ªa, que lo sea de la Comisi¨®n y del Consejo; concordar la Europa del Norte con la del Sur, la del Este con la del Oeste; conciliar Schengen con la lucha contra el terrorismo; protegerse mediante acciones comunitarias ¡ªno estatales¡ª del terrorismo con una inmigraci¨®n ordenada, aceptando refugiados ... Y al mismo tiempo, medidas como las que propuso recientemente en Madrid el expresidente del Consejo de Ministros Italiano, Enrico Letta, creando un Erasmus a nivel de bachillerato o constituyendo una circunscripci¨®n electoral europea con los 73 esca?os que deja libre Gran Breta?a. Todo, menos seguir igual. La timidez europe¨ªsta es tambi¨¦n nuestra adversaria.
Josep Antoni Duran Lleida fue presidente de la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Congreso del 2004 al 2015.
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