Precalentamiento electoral
Una moci¨®n de censura que pretenda erosionar tanto al Ejecutivo como a parte de la oposici¨®n puede incapacitar para pactar mayor¨ªas alternativas
En las democracias parlamentarias no hace falta ganar las elecciones para gobernar. Basta con que un partido consiga el apoyo de una mayor¨ªa de diputados. Por eso, los Gobiernos pueden caer sin pasar por las urnas y sin que haya cambios en los apoyos del electorado. Ya pueden clamar al cielo quienes ganen las elecciones: al final, lo que cuenta es poder formar una mayor¨ªa legislativa.
Siendo la mayor¨ªa parlamentaria el pilar que sostiene a cualquier Gobierno, cabr¨ªa esperar que los partidos mimaran a sus potenciales socios parlamentarios tanto como a sus votantes. As¨ª ocurre en algunos pa¨ªses donde, por ejemplo, la amenaza de que se forme una mayor¨ªa alternativa hace que las formaciones m¨¢s grandes tiendan a premiar con m¨¢s carteras a los socios peque?os de la coalici¨®n. Ceden algo de poder a cambio de estabilidad.
En Espa?a esa amenaza es menos cre¨ªble, porque para que la moci¨®n prospere hay que presentar un candidato para la presidencia del Gobierno. Quiz¨¢s por eso el Gobierno del PP se ahorra los mimos y agasajos con Ciudadanos. Y tambi¨¦n eso explica que las mociones de censura presentadas hasta ahora, incluida la iniciativa de Podemos, hayan servido como un pulso por el liderazgo de la oposici¨®n al Gobierno, y no para derribar al Ejecutivo.
Aunque no se consiga tumbar al Gobierno, el partido que presenta la moci¨®n puede beneficiarse electoralmente. La cuesti¨®n es si esa mejora le acerca al poder en un entorno donde se necesita a otros partidos para formar un Gobierno. Una moci¨®n de censura que pretenda erosionar tanto al Ejecutivo como a parte de la oposici¨®n puede reforzar electoralmente al partido que tome la iniciativa, pero quiz¨¢s a cambio de dejarle incapacitado para pactar mayor¨ªas alternativas. Pensar exclusivamente en el beneficio electoral puede, parad¨®jicamente, alejarle del Gobierno.
La l¨®gica de competici¨®n electoral y la l¨®gica para formar Gobierno son menos compatibles en un contexto multipartidista. Podemos, de momento, apuesta por la primera, en un ejercicio de precalentamiento electoral interminable para una carrera hacia el Gobierno que, de momento, no podr¨¢n hacer solos. @sandraleon_
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