Feministas yemen¨ªes en primera l¨ªnea
Aunque el t¨¦rmino feminismo a¨²n no se ha colado en el diccionario de las yemen¨ªes, los levantamientos de 2011 propiciaron la creaci¨®n de una cultura pol¨ªtica de resistencia entre las mujeres del pa¨ªs
Hac¨ªa mucho tiempo que Afrah Nasser no sent¨ªa la frente empapada por el sudor. Exactamente, desde 2011, cuando se convirti¨® en refugiada pol¨ªtica en Suecia por el trabajo que lleva adelante en su blog. Despu¨¦s de que empezaran los levantamientos en su pa¨ªs, Yemen, las violaciones de derechos humanos, la pol¨ªtica y el empoderamiento de las mujeres se han convertido en su pan nuestro de cada d¨ªa. "Estoy en contra de la guerra, principalmente porque es una cuesti¨®n de g¨¦nero", explic¨® este martes desde un encuentro en la sede de Casa ?rabe de Madrid bajo el t¨ªtulo Mujeres y resistencia pol¨ªtica en Yemen. "Son ellas las principales v¨ªctimas de esta situaci¨®n", explica. Una situaci¨®n que, sin embargo, ha contribuido a plasmar una cultura pol¨ªtica de resistencia feminista en el pa¨ªs.
El estallido del conflicto, en 2011, fue la mecha que prendi¨® el activismo y conciencia pol¨ªtica de Nasser. La polarizaci¨®n de la sociedad de su pa¨ªs la lleva a identificarse de manera clara desde el primer momento. "Mi perspectiva es la de una periodista subjetiva y feminista", aclara antes de lanzarse a analizar la situaci¨®n de las mujeres yemen¨ªes.
El conflicto, la hambruna y el reciente brote de c¨®lera que azotan al pa¨ªs no han hecho m¨¢s que empeorar la situaci¨®n de las mujeres ¨Cla mitad sobre una poblaci¨®n de 26,8 millones de personas¨C. Estos factores se suman a las discriminaciones que derivan de la combinaci¨®n del derecho estatutario, la shar¨ªa, las pr¨¢cticas tribales tradicionales y el derecho consuetudinario. Las cifras hablan claro: 385 muertes por cada 1.000 nacimientos; un 0,5% de los esca?os en el Parlamento; una tasa de desempleo que dobla la masculina, un porcentaje de embarazos juveniles que supera el 61%; escaso acceso a la educaci¨®n y a la atenci¨®n m¨¦dica. La pobreza y la crisis humanitaria originadas por el conflicto, adem¨¢s, incrementan los matrimonios precoces.
Como en el caso de Nasser, los levantamientos brindaron una ocasi¨®n a las mujeres para tomar las riendas de su destino. Desde el primer momento, ellas fueron protagonistas de las movilizaciones callejeras junto a los hombres. ?La diferencia? Ellos exig¨ªan un cambio pol¨ªtico. Ellas, adem¨¢s, luchaban por una radical transformaci¨®n social y cultural, explica Ewa Strzelecka, investigadora posdoctoral de la Universidad Nova de Lisboa.
"Acampadas las unas al lado de los otros en la Plaza del Cambio de San¨¢, crearon un nuevo espacio de interacci¨®n. All¨ª las mujeres tomaban la palabra para concienciar a otras personas sobre la necesidad de un cambio, pero sobre todo para que otras yemen¨ªes aprendieran a reclamar sus derechos", agrega la experta.
Por desgracia, las mujeres fueron tambi¨¦n utilizadas como un elemento de decoraci¨®n por diferentes partidos pol¨ªticos dominados por hombres Afrah Nasser, bloguera
El premio Nobel de la Paz, la activista Tawakkol Karman, es solo la cara m¨¢s visible del compromiso femenino con el cambio. Aunque el t¨¦rmino feminismo est¨¢ tardando en colarse en el diccionario de las yemen¨ªes, los ejemplos de activismo por los derechos de las mujeres no faltan. Empezando por la madre de Nasser, como explica la misma bloguera, que tuvo que luchar en los tribunales durante cinco a?os para lograr el divorcio de un marido maltratador. Activistas, escritoras e intelectuales aprovecharon la coyuntura para lograr visibilidad en el espacio p¨²blico.
Son ellas las que dieron vida al grupo Madres de los presos, cuyo objetivo es reclamar justicia para sus familiares. O las que organizaron clases gratuitas para que los ni?os siguieran teniendo acceso a la educaci¨®n. Tambi¨¦n las que lanzaron un llamamiento a montar en bici, desafiando los tab¨²es, para protestar contra los ataques a¨¦reos de la coalici¨®n liderada por Arabia Saud¨ª, que han causado m¨¢s de 10.000 v¨ªctimas, en su mayor¨ªa civiles, desde marzo de 2015.
"Por desgracia, las mujeres fueron tambi¨¦n utilizadas como un elemento de decoraci¨®n por diferentes partidos pol¨ªticos dominados por hombres", destaca Nasser. "M¨¢s all¨¢ de ese papel superficial, no eran bienvenidas". El entonces presidente Saleh critic¨® en un discurso de abril 2011 que los dos sexos se mezclaran por las calles. "Ah¨ª es cuando empieza a surgir una barrera cada vez m¨¢s visible entre hombres y mujeres", reflexiona Strzelecka.
Apenas siete mujeres fueron incluidas en la ¨²ltima ronda de di¨¢logo para la paz
Las yemen¨ªes fueron marginadas tambi¨¦n durante las negociaciones de paz, que arrancaron en 2013. Su inclusi¨®n no era prioritaria para los hombres sentados alrededor de la mesa, pese a las protestas de grupos como el Pacto de Mujeres para la Paz y Seguridad. "Apenas siete mujeres fueron incluidas en la ¨²ltima ronda de di¨¢logo", sostiene la investigadora. "Se trata de algo inadmisible en un pa¨ªs en el que la violencia de g¨¦nero se ha disparado desde el comienzo del conflicto".
Espa?a tambi¨¦n carga con su parte de culpa en la vulneraci¨®n de los derechos de la mujer en Yemen, apunta Nasser. La bloguera se refiere a la venta de armas a Arabia Saud¨ª, un negocio por un valor de 69,3 millones de euros en el primer semestre del a?o pasado y que ha levantado las cr¨ªticas de organizaciones en defensa de los derechos humanos como Amnist¨ªa Internacional.
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