Elon Musk publica detalles de su plan para colonizar Marte. ?Es realista?
El fundador de SpaceX se enfrenta a los retos de la p¨¦rdida de atm¨®sfera y la radiaci¨®n del gigante rojo
Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla, ha revelado nuevos detalles sobre su sue?o de colonizar partes del sistema solar como Marte, Europa, la luna de J¨²piter, y Enc¨¦lado, la luna de Saturno. Sus entusiastas planes ¨Cdise?ados para convertir la especie humana en multiplanetaria, por si peligrase la civilizaci¨®n¨C incluyen el lanzamiento de vuelos a Marte ya en 2023.
Los detalles, publicados recientemente en la revista New Space, son ciertamente ambiciosos. ?Pero son tambi¨¦n realistas? Trabajo en la exploraci¨®n del sistema solar, en concreto en la nueva sonda de exploraci¨®n de Marte construida por la Agencia Espacial Europea, y me parecen incre¨ªbles en varios aspectos.
Ante todo, no tachemos a Musk de mero so?ador de Silicon Valley. Ya ha tenido un enorme ¨¦xito en el lanzamiento de cohetes al espacio. Su art¨ªculo propone varias formas interesantes de intentar llegar a Marte y m¨¢s all¨¢, y pretende construir una ¡°ciudad autosuficiente¡± en el planeta rojo.
La idea depende de si consigue una forma m¨¢s barata de acceder al espacio; el art¨ªculo afirma que el coste de los viajes debe reducirse ¡°cinco millones por ciento¡±. Una parte importante para ello ser¨¢ la tecnolog¨ªa espacial reutilizable. Es una idea excelente que Musk est¨¢ poniendo en pr¨¢ctica con impresionantes aterrizajes de etapas de cohetes de vuelta a la Tierra, sin duda un enorme paso tecnol¨®gico.
Propone tambi¨¦n fabricar combustible en Marte y en las estaciones posteriores, para hacer los costes viables. Ya hay experimentos en marcha para esto que demuestran que elegir el propulsor id¨®neo es esencial. El experimento MOXIE incluido en el veh¨ªculo explorador que la NASA enviar¨¢ en 2020 investigar¨¢ si podemos producir ox¨ªgeno a partir del CO2 atmosf¨¦rico en Marte. Quiz¨¢ sea posible. Pero a Musk le gustar¨ªa fabricar tambi¨¦n metano, que ser¨ªa m¨¢s barato y reutilizable. Es una reacci¨®n complicada que consume mucha energ¨ªa.
Hasta ahora, sin embargo, es todo bastante realizable. Pero los planes se vuelven cada vez m¨¢s incre¨ªbles. Musk quiere poner en ¨®rbita alrededor de la Tierra enormes naves espaciales y all¨ª recargarlas de combustible varias veces mediante aumentadores de presi¨®n lanzados desde tierra, mientras esperan para viajar a Marte. Cada una estar¨¢ dise?ada para dar cabida a 100 personas, y Musk quiere lanzar 1.000 de esas naves al espacio de aqu¨ª a 40-100 a?os, lo que permitir¨ªa que un mill¨®n de personas abandonasen la Tierra.
Habr¨ªa tambi¨¦n estaciones de repostaje interplanetarias en cuerpos como Enc¨¦lado, Europa e incluso Tit¨¢n, la luna de Saturno, donde quiz¨¢ haya habido, o quiz¨¢ haya a¨²n, vida. El combustible se producir¨ªa y almacenar¨ªa en estas lunas. El objetivo de estas ser¨ªa permitirnos penetrar m¨¢s en el espacio, hasta lugares como el cintur¨®n de Kuipert y la nube de Oort.
La c¨¢psula?Drag¨®n Rojo se propone como posible m¨®dulo de aterrizaje en dichas misiones, utilizando la propulsi¨®n en combinaci¨®n con otra tecnolog¨ªa en lugar de paraca¨ªdas como hacen la mayor¨ªa de las misiones a Marte. Musk tiene previsto probar uno de esos aterrizajes en Marte en 2020 con una misi¨®n no tripulada. Pero no est¨¢ claro que sea factible y las necesidades de combustible son enormes.
?Castillos en el aire?
Hay tres cosas enormemente importantes que Musk pasa por alto o menosprecia en el art¨ªculo. Misiones como las del veh¨ªculo explorador ExoMars 2020 ¨Cy los planes de traer muestras a la Tierra¨C buscar¨¢n signos de vida en Marte. Y debemos esperar los resultados antes de contaminar Marte con humanos y sus residuos. Los cuerpos planetarios est¨¢n cubiertos por las normas de ¡°protecci¨®n planetaria¡± para evitar la contaminaci¨®n, y es importante para la ciencia que cualquier misi¨®n futura las cumpla.
Otro problema es que Musk menosprecia uno de los principales retos t¨¦cnicos para estar en la superficie marciana: la temperatura. En solo dos frases concluye:
"Es un poco fr¨ªo, pero podemos calentarlo. Tiene una atm¨®sfera muy ¨²til compuesta principalmente por CO2, con algo de nitr¨®geno, arg¨®n y otros cuantos elementos traza, lo que significa que podemos cultivar plantas en Marte simplemente comprimiendo la atm¨®sfera."
En realidad, la temperatura en Marte cae de aproximadamente 0?C durante al d¨ªa a casi -120?C de noche. Operar en esas temperaturas tan bajas es ya extremadamente dif¨ªcil para peque?os m¨®dulos y veh¨ªculos exploradores. De hecho, es una cuesti¨®n que se ha resuelto con calentadores en el dise?o del explorador ExoMars de 300 kilos que se lanzar¨¢ en 2020, pero la cantidad de energ¨ªa necesaria probablemente ser¨ªa un fallo cr¨ªtico para una ¡°ciudad autosuficiente¡±.
El ¨²ltimo gran problema es que Musk no menciona la radiaci¨®n.? El viaje y la vida en Marte ser¨ªan vulnerables a los rayos c¨®smicos, posiblemente mortales, de nuestra galaxia y de las llamaradas solares.
Musk no da detalle alguno sobre c¨®mo calentar el planeta o comprimir la atm¨®sfera, ambos enormes retos de ingenier¨ªa. Previamente, los escritores de ciencia ficci¨®n han sugerido la terraformaci¨®n, lo que posiblemente implicar¨ªa fundir sus capas de hielo. Esto supone no solo cambiar el medio ambiente para siempre, sino que tambi¨¦n constituir¨ªa un reto, porque en Marte no hay campo magn¨¦tico que ayude a retener la nueva atm¨®sfera creada por dicha manipulaci¨®n. Marte lleva perdiendo gradualmente su atm¨®sfera desde hace 3.800 millones de a?os, lo que significa que ser¨ªa dif¨ªcil impedir que esa atm¨®sfera calentada se escape al espacio.
El ¨²ltimo gran problema es que no menciona la radiaci¨®n al salir de la protecci¨®n magn¨¦tica de la Tierra. El viaje y la vida en Marte ser¨ªan vulnerables a los rayos c¨®smicos posiblemente mortales de nuestra galaxia y de las llamaradas solares. La predicci¨®n de las llamaradas solares est¨¢ en su infancia. Con la actual tecnolog¨ªa de escudos, una simple misi¨®n tripulada de ida y vuelta a Marte expondr¨ªa a los astronautas al cu¨¢druple de los l¨ªmites de radiaci¨®n aconsejados para toda su vida profesional. Podr¨ªa tambi¨¦n da?ar una nave espacial no tripulada. Actualmente se trabaja en la predicci¨®n del tiempo espacial y en el desarrollo de mejores escudos protectores. Esto mitigar¨ªa algunos de los problemas, pero a¨²n no lo hemos conseguido.
Las misiones m¨¢s lejanas plantean tambi¨¦n dudas relacionadas con la temperatura y la radiaci¨®n a la hora de usar Europa y Enc¨¦lado como estaciones de repostaje; no hay estudios de ingenier¨ªa adecuados que las eval¨²en. Estas lunas est¨¢n ba?adas por los cinturones de radiaci¨®n m¨¢s fuertes del sistema solar. Es m¨¢s, yo preguntar¨ªa si es ¨²til considerar estos interesantes objetivos cient¨ªficos, que incluso con m¨¢s probabilidad que Marte deben de albergar vida en la actualidad, como ¡°dep¨®sitos propelentes¡±.
Los planes para alcanzar el cintur¨®n de Kuiper y la nube de Oort con humanos entran directamente en el terreno de la ciencia ficci¨®n; sencillamente, est¨¢n demasiado lejos y carecemos de infraestructura. De hecho, si Musk quiere de verdad crear un nuevo hogar para los humanos, quiz¨¢ la Luna sea su mejor apuesta: despu¨¦s de todo, est¨¢ m¨¢s cerca, lo que la convertir¨ªa en un destino mucho m¨¢s barato.
Dicho esto, normalmente, apuntar alto sirve para alcanzar algo, y los planes m¨¢s recientes de Musk posiblemente ayuden a abrir el camino a posteriores exploraciones.
Andrew Coates es profesor de F¨ªsica y director adjunto (Sistema Solar) en el Laboratorio Mullard de Ciencias Espaciales, UCL
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n:
Andrew Coates recibe financiaci¨®n de la Agencia Espacial de Reino Unido y del STFC.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la web The Conversation.
Traducci¨®n de News Clips.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.