Por qu¨¦ en la pelea por el aire acondicionado en la oficina son las mujeres las que tienen raz¨®n
Ellas se quejan de que la temperatura est¨¢ baja. Y ellos de que los c¨®digos de vestimenta de las empresas les perjudican
- Habla Patricia Rodr¨ªguez, periodista: ¡°El aire acondicionado, ahora mismo, se regula en las oficinas en funci¨®n de las necesidades de los hombres. Ellos tienen una temperatura corporal m¨¢s alta y, adem¨¢s, visten generalmente con camisa y chaqueta. As¨ª que no es de extra?ar que, generalizando (por supuesto que habr¨¢ mujeres calurosas y hombres frioleros), la pelea por el control del termostato de las oficinas suele ser una pelea de g¨¦nero entre hombres y mujeres¡±.
- Responde Fernando Mar¨ªn, administrativo: "Hoy, en una oficina moderna, de estas de los edificios llamados inteligentes, tenemos la misma temperatura el 20 de enero que el 20 de agosto. Por lo general, en invierno ellas no se quejan por la baja temperatura, incluso asumen abrigarse m¨¢s sin ning¨²n problema. En agosto, sin embargo, las quejas por el fr¨ªo son habituales, reclamando a veces temperaturas m¨¢s altas. ?Es l¨®gico que en invierno, con temperaturas en la calle cercanas a los 0 grados, trabajemos a 24 grados y que en verano tengamos que hacerlo a 28 cuando fuera estamos a 38?".
"El cuerpo del hombre genera m¨¢s calor y por tanto necesita m¨¢s fr¨ªo para alcanzar la temperatura ¨®ptima, y al cuerpo de la mujer le ocurre lo opuesto, necesitando m¨¢s calor exterior" Doctor Pedro Landete, especialista en Neumolog¨ªa del Hospital de La Princesa de Madrid.
- Zanja Patricia Rodr¨ªguez: "Los edificios inteligentes, tan superdotados, deber¨ªan tener en cuenta un factor: no vivimos dentro de ellos y en alg¨²n momento nos tocar¨¢ salir a la calle. Evidentemente, no podemos llegar a la oficina vestidos igual el 20 de enero que el 20 de agosto. Los jers¨¦is y las botas de pelo (que har¨ªan falta algunos d¨ªas de verano para sobrevivir a una jornada en la oficina) podr¨ªan provocar m¨¢s de una lipotimia al volver en el metro durante cualquier ola de calor".
Si trabajas en una oficina habr¨¢s vivido en m¨¢s de una ocasi¨®n la cruenta batalla que enfrenta a los trabajadores cuando los term¨®metros exteriores sobrepasan los 30 grados, algo que va a ocurrir mucho este verano. Nada m¨¢s asomarse el est¨ªo, las diferencias entre los frioleros y los calurosos se vuelven tan irreconciliables como las que enemistan a los partidarios de la tortilla con cebolla con los que la prefieren sin. Y si te fijas, quiz¨¢s notes que suele haber m¨¢s mujeres en el bando de los que abogan por elevar la temperatura. La explicaci¨®n es sencilla y la han dado dos cient¨ªficos -hombres-: la temperatura considerada ¨®ptima del aire acondicionado est¨¢ pensada solo para ellos.
Concretamente, y como concluye este estudio publicado en la revista de referencia Nature Climate Change, la climatizaci¨®n de los edificios y centros de trabajo est¨¢ dise?ada para un hombre de alrededor de 40 a?os y unos 70 kilos. "La hip¨®tesis de este problema se encuentra en el metabolismo de los seres humanos, el cuerpo del hombre genera m¨¢s calor y por tanto necesita m¨¢s fr¨ªo para alcanzar la temperatura ¨®ptima, y al cuerpo de la mujer le ocurre lo opuesto, necesitando m¨¢s calor exterior. En este estudio se ha observado que existe una diferencia metab¨®lica, en relaci¨®n a porcentaje de grasa corporal y un rango fisiol¨®gico de aislamiento corporal que podr¨ªa variar seg¨²n sexo y edad", explica el doctor Pedro Landete, especialista en Neumolog¨ªa del hospital de La Princesa de Madrid.
Seg¨²n el estudio en cuesti¨®n, el modelo actual ¡°puede sobreestimar la producci¨®n de calor en reposo de las mujeres hasta un 35 %¡±. Es decir, ellas generalmente pasan fr¨ªo. Para el doctor Carlos Dur¨¢n, de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG), ¡°es evidente que m¨¢s mujeres se han ido incorporando al mercado laboral, ocupando m¨¢s puestos de trabajo, por lo que ser¨ªa oportuno ajustar dichos niveles a las necesidades actuales¡±.
"?Es l¨®gico que en invierno, con temperaturas en la calle cercanas a los 0 grados, trabajemos a 24 grados y que en verano tengamos que hacerlo a 28 cuando fuera estamos a 38?", advierte un trabajador, hombre
Seg¨²n el Real Decreto 107/2007, la temperatura en los centros de trabajo, en verano, deber¨ªa estar entre los 23 y los 25 grados, con una humedad relativa de entre un 45 y un 60 %. Seg¨²n Landete, "la temperatura ideal para los varones suele estar entre los 21 o 22 grados, mientras? que las mujeres suelen preferir una temperatura superior, entre 24 o 25 grados", aunque matiza que "no todos los hombres quieren la misma temperatura, ni todas las mujeres 25 grados".
Dentro de las preferencias que cada uno tiene en cuanto a la temperatura del aire acondicionado hay otra variable muy a tener en cuenta y que se?ala Rodr¨ªguez: la vestimenta. No es solo que la temperatura est¨¦ pensada teniendo en cuenta el metabolismo de los hombres, es que tambi¨¦n se calcula con la variable de que ellos, incluso en verano, siguen llevando traje. ¡°Es imposible que en una oficina en la que nosotros vamos con chaqueta y pantal¨®n largo y ellas con falda, tirantes y sandalias la temperatura sea buena para todos¡±, matiza Daniel Rodr¨ªguez, ingeniero que cada verano intenta, sin ¨¦xito por el momento, que su empresa relaje el c¨®digo de vestimenta para ellos.
En 2011, se produjo un rifirrafe p¨²blico entre los socialistas Jos¨¦ Bono -entonces presidente del Congreso- y Miguel Sebasti¨¢n -ministro de Industria de aquella legislatura- a cuenta de una corbata. El primero exig¨ªa que Sebasti¨¢n se la pusiera en el Congreso en base a las normas del decoro mientras este ped¨ªa que se eliminase la necesidad de llevarla y poder subir as¨ª la temperatura del aire para fomentar el ahorro energ¨¦tico.
Seg¨²n dijo Sebasti¨¢n entonces, por cada grado que se sube el aire acondicionado se consigue un 7 % de ahorro energ¨¦tico. Concretamente en el Congreso, no puede accederse con pantal¨®n corto, camisas sin mangas o de tirantes.
Normas similares existen en la gran mayor¨ªa de los centros de trabajo y el punto de conflicto se da entonces en la prohibici¨®n a los hombres de llevar pantal¨®n corto mientras que las mujeres pueden acudir con falda, una prenda mucho m¨¢s fresca. Los conductores de tranv¨ªa y autob¨²s franceses llevaron esta protesta a su lugar de trabajo y decidieron presentarse vestidos con faldas y vestidos para quejarse de esta norma en un ambiente laboral que, seg¨²n dicen, puede alcanzar hasta los 50 grados. La empresa, finalmente, les dio la raz¨®n.
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