As¨ª est¨¢ cambiando la cultura pop la imagen de la transexualidad
Las cuestiones de g¨¦nero e identidad se ven reflejadas cada vez m¨¢s en los medios de masas. Series, celebrities y redes sociales ya muestran una diversidad que, pese a todo, todav¨ªa tiene barreras que romper
Solo en Espa?a hay 5.000 personas en transici¨®n de g¨¦nero. Y esas son ¨²nicamente las que conocemos, porque los datos est¨¢n recogidos de las unidades recientemente implantadas para estos casos en seis Comunidades Aut¨®nomas. De dicha cantidad, el 10% son menores de edad. Solo en la unidad de g¨¦nero de Valencia, el n¨²mero de adolescentes atendidos se ha duplicado en los ¨²ltimos dos a?os. Parece que, por fin, la sociedad est¨¢ generando un ambiente propicio para que los chavales puedan decir abiertamente que han nacido con el cuerpo equivocado. Pero, como suele ocurrir con casi todo, la transexualidad tambi¨¦n se mide con el baremo de los privilegios. Ellos son, por desgracia, los que dan solidez a los prejuicios.
Cuando hace dos a?os Caitlyn Jenner ocup¨® la portada de Vanity Fair, buena parte de la comunidad trans norteamericana la critic¨® por "mostrar la cara glamurosa de la transexualidad". Una mujer rica y famosa que no tuvo problemas de aceptaci¨®n (ni mucho menos de dinero) y que document¨® en un reality una nueva vida, que, seg¨²n lo que se desprende de dicho programa, se basaba en recibir elogios y escoger modelitos. Obviamente, la audiencia le dio dos temporadas.
"Recibo preguntas como: ?En qu¨¦ ba?o me meto?"
En la otra punta de la telerrealidad se encuentra Jazz Jennings, una adolescente que salt¨® a la fama por sus v¨ªdeos en YouTube, 'tutoriales' en los que ense?aba a otros chicos de su edad a enfrentarse al d¨ªa a d¨ªa de un transg¨¦nero y que ahora estrena su propio programa, Yo soy Jazz, emitido en Espa?a por el canal DKiss. "La mayor¨ªa de los mensajes que recibo tienen que ver con cosas triviales. ?En qu¨¦ ba?o me meto? ?C¨®mo pido que me llamen?", cuenta. Ella se define como alguien "normal, con las mismas inquietudes que cualquier adolescente", pero tambi¨¦n es consciente de que disfrutar de esa normalidad es excepcional.
Las series tambi¨¦n tratan de normalizar la cuesti¨®n, desde Laverne Cox en Orange is the new black a Erika Ervin en American horror story, mientras que Transparent directamente basa su trama en el tema, pero no basta. "?Claro que soy activista! Lo que pasa es que cuando estoy trabajando las entrevistas giran en torno a mi condici¨®n, no a m¨ª trabajo", explica la modelo y actriz Hari Nef, integrante, precisamente, del reparto de Transparent.
La visibilizaci¨®n es clave para la normalizaci¨®n, s¨ª, pero, de alg¨²n modo, transg¨¦nero y espect¨¢culo siguen estando unidos. Por suerte, ya no se trata de guetos o cabarets, pero es cierto que en algunos sectores, como el cine o la moda, parece m¨¢s sencillo (aunque solo sea de puertas para fuera) aceptar la diversidad.
La cosa cambia cuando bajamos a terrenos m¨¢s pedestres. "La sociedad no est¨¢ todav¨ªa preparada para aceptarlo", no se cansa de repetir ?ngela Ponce. Ella es la primera modelo trans en haber optado al t¨ªtulo de Miss Espa?a (fuera de aqu¨ª ya han sido varias las que han participado en concursos de belleza femeninos). "Pero eso me da fuerza para ser yo misma", dice. Baste otro ejemplo: cuando Cassandra Vera Paz, mujer trans, public¨® varios chistes sobre Carrero Blanco v¨ªa Twitter y fue a juicio por un delito de difamaci¨®n, muchos medios lo vieron como un claro ejemplo de la merma que la Libertad de expresi¨®n est¨¢ sufriendo en nuestro pa¨ªs. Otros prefirieron escribir sobre su condici¨®n de mujer transg¨¦nero.
A¨²n as¨ª, y como tambi¨¦n suele ocurrir con otras cuestiones sociales, la v¨ªa de la aceptaci¨®n parece ser generacional. No solo porque son cada vez m¨¢s los adolescentes que no tienen miedo; tambi¨¦n, y sobre todo, porque su medio de expresi¨®n, las redes sociales, parece mucho m¨¢s abierto a la diversidad que cualquier revista o programa de la tele. Es curioso comprobar c¨®mo casi cualquier chaval conoce los t¨¦rminos cis (mujer y hombre biol¨®gicos y de acuerdo con su g¨¦nero), ag¨¦nero (persona que no se identifica ni con hombres ni con mujeres) o transg¨¦nero (que engloba la categor¨ªa transexual para aquellos que han operado sus genitales) y c¨®mo la mayor¨ªa de los adultos los desconocen. Claro que los perfiles de Facebook permiten crear un perfil con veinte categor¨ªas distintas y apps de citas como OkCupid filtran la b¨²squeda de amantes en base a decenas de categor¨ªas sexuales. El futuro, definitiva y afortunadamente, ser¨¢ diverso, aunque ciertas iniciativas en forma de autob¨²s traten de frenarlo.
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