Una segunda oportunidad para corazones enfermos

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En noviembre de 2009 Mamadou Karambiri fue elegido mejor jugador de voleibol en un campeonato celebrado en Mali en el que participaban equipos de varios pa¨ªses de ?frica occidental. En enero de 2010, ya de vuelta a su casa en Uagadug¨², capital de Burkina Faso, se sinti¨® mal: casi no pod¨ªa respirar, le faltaban las fuerzas y ten¨ªa palpitaciones. Ocurri¨® el mismo d¨ªa que recib¨ªa un reconocimiento por el galard¨®n conquistado. Los s¨ªntomas empezaron a repetirse cada vez m¨¢s frecuentemente a partir de ese momento, incluso sentado en el sill¨®n de su despacho. Fue al hospital donde le realizaron varias pruebas para despu¨¦s decirle que ten¨ªa un problema de coraz¨®n y que no se pod¨ªa hacer nada porque en todo el pa¨ªs no hab¨ªa medios para operarle. ¡°Fue como escuchar una sentencia de muerte¡±, recuerda.

Pero Karambiri tuvo suerte. En febrero lleg¨® al hospital San Camilo (HOSCO) de su ciudad, una misi¨®n de la Fundaci¨®n Recover. Hospitales para ?frica al frente de la que se encontraba el?cirujano cardiovascular Gonzalo Aldamiz-Echevarr¨ªa (Bilbao, 1965). Le hicieron pruebas y vieron que era grave, y que la ¨²nica soluci¨®n era operarle. Para ello, tendr¨ªan que evacuarlo a Espa?a.

El 10 de mayo de 2010, Mamadou viaj¨® hasta el hospital Quir¨®n Salud de Albacete, donde trabaja el doctor Aldamiz-Echevarr¨ªa. Mamadou estuvo en la ciudad manchega dos meses antes de regresar a su pa¨ªs y reintegrarse a su puesto de trabajo. Es sargento mayor de los bomberos, un cuerpo perteneciente al ej¨¦rcito en Burkina Faso, y trabaja en el departamento de recursos humanos en la jefatura del cuerpo en Uagadug¨².

Mamadou ha recuperado la normalidad de su vida. De lunes a viernes se levanta a las cuatro y media de la ma?ana y una hora m¨¢s tarde sale hacia el trabajo. Todos los d¨ªas tienen instrucci¨®n y practica algunos de sus deportes favoritos en las instalaciones del cuartel: nataci¨®n o voleibol. Luego su jornada discurre entre informes del personal: sanciones, jubilaciones, env¨ªo a misiones internacionales, propuestas de condecoraci¨®n¡­ Hasta las seis de la tarde no emprende el camino de vuelta a casa. Antes entrenaba en un club de f¨²tbol de primera divisi¨®n y jugaba partidos los fines de semana, pero ahora ha decidido que quiere dedicar m¨¢s tiempo a su familia y se va directo a casa.

Mamadou tiene en la actualidad 38 a?os, est¨¢ casado y es padre de una hija y un hijo. Cuenta, mientras comparte unos refrescos y unos pinchos de carne de oveja en la cantina de oficiales del cuartel, que a ¨¦l Recover le ha regalado la vida que ya no ten¨ªa. Que estaba muerto y le han dado una segunda oportunidad y, con ¨¦l a toda su familia, que depende de ¨¦l.

Tras el regreso de Espa?a, Karambiri estuvo destinado un a?o, 2013-2014, en la Operaci¨®n H¨ªbrida de la Uni¨®n Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID). Luego fue enviado a Senegal para estudiar recursos humanos durante dos a?os, de 2014 a 2016.

Mamadou acaba de hacerse una revisi¨®n, como cada a?o cuando la misi¨®n de Recover regresa a Uagadug¨², Le han dicho que est¨¢ perfecto, que puede seguir practicando todo el deporte que quiera y llevar una vida normal.

72 personas han sido operadas en Albacete gracias a este proyecto de Recover

En Burkina Faso no hay estad¨ªsticas que muestren la incidencia de las enfermedades cardiovasculares sobre sus ciudadanos. El Plan estrat¨¦gico de lucha contra las enfermedades no transmisibles (2014-2018), del ministerio de salud burkin¨¦s, especifica que un 27.9% de la poblaci¨®n urbana es hipertensa y est¨¢ en riesgo de sufrir este tipo de dolencias. Pero quiz¨¢s la gran causante de estos problemas sea la fiebre reum¨¢tica. A pesar de la falta de n¨²meros que muestren cuantas personas est¨¢n afectadas por estas dolencias en el pa¨ªs, s¨ª se sabe que debido a la falta de medios muchas de ellas mueren.

En los ¨²ltimos a?os, la facultad de medicina de la Universidad de Uagadug¨² ha realizado un gran esfuerzo en la preparaci¨®n de especialistas en enfermedades del coraz¨®n. En la actualidad hay unos cincuenta en todo el pa¨ªs, comenta el doctor Valentin Yameogo, cardi¨®logo del HOSCO.

Uno de los objetivos del proyecto de Recover con el hospital San Camilo es ampliar la formaci¨®n de los doctores para que puedan ser m¨¢s precisos en sus diagn¨®sticos y empezar a realizar peque?as cirug¨ªas. Son los cardi¨®logos de ese hospital los que preseleccionan a los pacientes para que los doctores espa?oles los revisen y decidan su evacuaci¨®n a Espa?a.

Sin embargo, todav¨ªa queda muy lejos que los cardi¨®logos burkineses puedan realizar grandes operaciones debido, sobre todo, a la falta de medios. De ah¨ª que Aldamiz-Echevarr¨ªa piense que es muy importante el trabajar en la prevenci¨®n de las causas de las enfermedades cardiovasculares para reducir su incidencia, especialmente de las fiebres reum¨¢ticas, que en muchos pa¨ªses del mundo, incluida Espa?a, est¨¢n pr¨¢cticamente erradicadas. Dentro del programa de cooperaci¨®n cardiovascular de la Fundaci¨®n Recover los profesionales que viajan hasta Uagadug¨² dedican parte de su tiempo a esta labor de prevenci¨®n, resaltando la importancia del control de los factores de riesgo y del tratamiento y de la prevenci¨®n de la fiebre reum¨¢tica. El resto del a?o, los doctores se comunican, consultan e intercambian experiencias a trav¨¦s del programa Salud 2.0 de Recover.

A?cha ha recuperado la respiraci¨®n

Hasta el momento, 72 personas han sido operadas en Albacete gracias a este proyecto. A?cha Yaro es otra de ellas. Vive en el barrio de Goudrin, en la capital. Una calle estrecha, franqueada de muros de adobe lleva hasta su casa. Tras la puerta se abre un peque?o patio que da acceso a la vivienda. En ¨¦l hay un par de bancos, una pizarra en una de las paredes y el ba?o en una esquina. Su madre, Marie Odile, cuenta que cuando A?cha era peque?a siempre estaba enferma, pero que nunca le encontraban lo que ten¨ªa. Estaba tan delgada que mucha gente pensaba que ten¨ªa SIDA y la evitaba. Cualquier esfuerzo, incluso fregar los platos, la dejaba casi sin respiraci¨®n.

El cansancio le impidi¨® hacer los ex¨¢menes de acceso a bachiller, lo que luego le ha imposibilitado tener buenos trabajos. Cuando ten¨ªa 18 a?os descubrieron que todo era un problema cardiaco. Fue el doctor Yameogo y le dijo que tendr¨ªa que ir a Europa porque en Burkina no pod¨ªan hacer nada por ella. ¡°?De d¨®nde ¨ªbamos a sacar el dinero para ese viaje?¡±, recuerda la madre.

Fue Recover quien se hizo cargo de ¨¦l una vez que el doctor Aldamiz-Echevarr¨ªa vio la urgencia de la intervenci¨®n. A?cha viaj¨® a Albacete en 2011 y volvi¨® a nacer. Ahora est¨¢ casada y es madre de dos hijos: Ebenezer, de tres a?os, y Ludmila, de dos meses.

Adama ya se ha podido casar

Parecido es el caso de Adama Ilboudou, un joven cocinero que trabaja en el Maquis Resto Chez Djoblek, un restaurante especializado en comida marfile?a abierto 24 horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana, y presidido por un enorme retrato de Thomas Sankara. En la cocina prepara s¨¢ndwiches, fr¨ªe huevos o pl¨¢tano macho para el alloco o sirve raciones de kedjenou o soupe de kabri a los clientes. Tambi¨¦n echa una mano en el almac¨¦n ordenando mercanc¨ªas y cajas de cerveza o de refrescos.

Adama, gran deportista, se deprimi¨® cuando vio que le costaba jugar al f¨²tbol. Se fatigaba y no pod¨ªa correr. Tuvo que dejar tambi¨¦n el garaje donde estaba form¨¢ndose para ser mec¨¢nico porque el cansancio no le permit¨ªa realizar el trabajo. Acudi¨® a un curandero tradicional que no consigui¨® que mejorase, as¨ª que decidi¨® ir al HOSCO, donde el doctor Yameogo le diagnostic¨® problemas de coraz¨®n y le dijo que se morir¨ªa si no le operaban.

?l se desanim¨® mucho m¨¢s de lo que estaba, porque la operaci¨®n no pod¨ªa hacerse en Burkina. Pensaba que iba a morir en pocos meses. Una vez m¨¢s, Recover vino en su ayuda y viaj¨® a Espa?a en 2011. ¡°Cuando fui a Albacete iba muy contento y no ten¨ªa miedo porque si no me operaban iba a morir de todas formas¡±, explica el joven de 28 a?os. Desde entonces su vida ha cambiado considerablemente. Ahora tiene un trabajo estable en el que no se cansa y est¨¢ preparando su boda. ¡°Antes no pod¨ªa casarme porque no ten¨ªa un trabajo y no pod¨ªa tener trabajo porque me cansaba¡±.

En la ¨²ltima revisi¨®n, en febrero, el doctor Aldamiz-Echevarr¨ªa le pregunt¨® si hab¨ªa vuelto a jugar al f¨²tbol y ¨¦l le respondi¨® que no quiere arriesgarse, por eso mismo, cogi¨® el actual trabajo que es m¨¢s tranquilo. El cirujano le ha dicho que puede jugar todo lo que quiera y que debe hacerlo, as¨ª que ahora ha empezado a entrenar e ir al gimnasio otra vez.

Aldamiz-Echevarr¨ªa considera que las revisiones peri¨®dicas que hacen a todos los operados cada vez que se desplazan a Uagadug¨² son clave para el paciente y para ellos mismos porque les ayudan a aprender. ¡°Los tratamientos que realizar¨ªamos en nuestro pa¨ªs no siempre son los m¨¢s adecuados en los pa¨ªses africanos. Las condiciones sociosanitarias, religiosas, la disponibilidad de medicamentos, el acceso a controles posoperatorios , etc., condicionan el tipo de tratamiento. Por ejemplo, la elecci¨®n del tipo de sustituto valvular, los controles de la medicaci¨®n anticoagulante, etc.¡±. Un tema muy importante son las mujeres que quieren tener hijos porque algunos de los medicamentos que deben tomar pueden afectar al feto o la posibilidad de acceso a ces¨¢rea para el parto.

Las revisiones peri¨®dicas que hacen a todos los operados son clave para el paciente

Uno de los principales problemas al que tienen que enfrentarse los operados es la toma de anticoagulantes diariamente. En Burkina hay veces que no est¨¢n disponibles y, adem¨¢s, son caros, explica Aldamiz-Echevarr¨ªa. ¡°El coste medio de un a?o de tratamiento en Burkina es de 100 euros, cuando en Espa?a no llega a los 10¡±. Por eso no todo el mundo puede permit¨ªrselos. De ah¨ª que est¨¦n buscando una soluci¨®n para garantizar el suministro a bajo coste de estos medicamentos.

Sibidi, de enfermo a enfermero

Este es tambi¨¦n el sue?o de Sibidi Lankoand¨¦ que es el coordinador del programa de enfermedades cardiacas de Recover en Burkina Faso. ?l mismo fue operado en 2008 y tras regresar de Albacete estudi¨® enfermer¨ªa. Ahora trabaja como enfermero en el hospital de Piel¨¢, en el este del pa¨ªs.

Lankoand¨¦ mantiene el contacto con los operados y les informa de cuando llega la misi¨®n a Uagadug¨² para que acudan a la revisi¨®n. Luego, ¨¦l mismo viaja hasta la capital para acompa?ar y asistir, tanto a doctores como pacientes, en todo lo que sea necesario y facilitar el ¨¦xito de la misi¨®n.

Para celebrar su nueva vida, Lankoand¨¦ le puso a su primera hija tres nombres: Faith (fe en ingl¨¦s) Linda (un nombre espa?ol) y Boama (nombre tradicional que significa amor). ¡°Con ellos quiero resumir mi experiencia y gratitud por esta segunda oportunidad que Recover me ha regalado¡±, cuenta emocionado.

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