El arte barroco mejora la vida de los m¨¢s pobres de Cuzco
La financiaci¨®n que genera la Ruta del Barroco Andino sirve para su propia conservaci¨®n art¨ªstica y tambi¨¦n para llevar a cabo una labor social que beneficia a m¨¢s de 2.000 personas, la mayor¨ªa ni?os
Pocas visiones del infierno tan v¨ªvidas como las de Tadeo Escalante en la iglesia de San Juan Bautista de Huaro generan tanta esperanza a los pobladores de las comunidades que se alinean en el Valle del Sur de Cuzco, en Per¨². Junto a la iglesia de San Pedro Ap¨®stol en Andahuylillas y la capilla de la Virgen Purificada de Canicunca, es parte de la Ruta del Barroco Andino. Son 42 kil¨®metros que comienzan en el coraz¨®n de la capital inca, en la Iglesia de la Compa?¨ªa de Jes¨²s de Cuzco, y que soportan econ¨®micamente su propia conservaci¨®n art¨ªstica y una labor social que, a trav¨¦s de sus centros, alcanza a m¨¢s de 2.000 personas al a?o. De ellas 1.500 son ni?os y ni?as de las seis poblaciones y m¨²ltiples comunidades de la provincia de Quispicanchi.
El arte y el juego son dos de los pilares sobre los que pivota la labor de las tres asociaciones, Sempa, Wayra y Ccaijo, vinculadas a las parroquias de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, que apoyan a las familias de la regi¨®n. El arte lo ponen los templos que atraen anualmente a m¨¢s de 200.000 turistas a este valle que comunica Cuzco con Madre de Dios y el lago Titikaka. Tres de estos templos constituyen los ejemplos m¨¢s destacados del barroco andino pues, con sus pinturas murales, lienzos y esculturas, llevan impresionando a aut¨®ctonos y visitantes desde el s. XVI. Su prop¨®sito evangelizador y aleccionador ¨Cen el marco de la Contrarreforma primero y del combate a las ideas independentistas de Tupac Amaru posteriormente¨C ha continuado en el tiempo hasta hoy. Gracias a la actividad cultural y tur¨ªstica se mantienen tres comedores, dos ludotecas, bibliotecas, aulas de inform¨¢tica y formaci¨®n profesional en hosteler¨ªa y turismo. Adem¨¢s, se han podido acometer las restauraciones de las iglesias y mantener su conservaci¨®n de forma constante.
Las ludotecas y los comedores son espacios en los que se tiene la oportunidad de observar el comportamiento de los ni?os y detectar conductas que se?alan situaciones de violencia familiar o vulnerabilidad en las familias. Karen Farfan, defensora coordinadora de los programas en Huaro, explica su importancia para unos ni?os y ni?as "en los que casi desde que tienen capacidad de andar ya tienen trabajos asignados en sus hogares, como cuidar del ganado o de los hermanos menores, de manera que el juego est¨¢ visto en su entorno como una p¨¦rdida de tiempo". Tampoco las estructuras de las casas, en las que toda la familia suele compartir un ¨²nico espacio, dan al menor un lugar propio en el que poder desarrollarse. Por esta raz¨®n, la casa del juego o Pukllana wasi, en quechua, multiplica su utilidad. Una vez al a?o, por ejemplo, se organiza un encuentro familiar en el que juegan todos juntos y, adem¨¢s de pasarlo bien, los padres comienzan a entender el valor del ocio como elemento de crecimiento de sus hijos.
En las zonas altas las condiciones de vida son especialmente duras debido a la altura, el fr¨ªo y las distancias
En la ludoteca se distribuyen diferentes ¨¢reas. Hay un rinc¨®n que simula la casita en el que se trabajan los roles de g¨¦nero. En un principio era un espacio exclusivo para las ni?as pero, gracias a la labor de las educadoras, los varones han empezado a derribar sus prejuicios mentales. Otro de los rincones est¨¢ lleno de colchonetas para cultivar la expresi¨®n corporal, una actividad que luego continuar¨¢ con la danza y el baile. En mitad de la casa, las mesas est¨¢n llenas de elementos de construcci¨®n y manualidades. En una de las actividades en la que los peque?os hac¨ªan tarjetas para felicitar a sus padres, la profesora encontr¨® una que dec¨ªa: "Papa, te quiero mucho, pero ya no quiero que nos pegues m¨¢s". La defensor¨ªa legal de la parroquia contact¨® con la madre y empez¨® a trabajar con ella para que primero se reconociese como v¨ªctima y despu¨¦s lograra recomponer su familia y mantenerla con su propio trabajo. Es un ejemplo del centenar de casos que trata cada a?o este departamento.
Los comedores son otros espacios en los que se detectan los problemas de los ni?os de forma diferente de la de las entrevistas. El m¨¢s antiguo arranc¨® hace 30 a?os en Andahuaylillas y ten¨ªa un car¨¢cter eminentemente asistencial que se ha corregido ya que, al no haber un estudio previo de los beneficiarios, las familias del pueblo, m¨¢s pr¨®ximas, eran las primeras en enterarse y solicitar el apoyo sin tener en muchas ocasiones una necesidad extrema. Esto perjudicaba a las de las comunidades m¨¢s alejadas, pero la situaci¨®n se solucion¨® con la formalizaci¨®n de la Ruta del barroco Andino y la coordinaci¨®n desde la Asociaci¨®n Sempa de los programas de apoyo.
As¨ª, desde 2012 se hace una evaluaci¨®n de cada familia y se ha establecido una cuota mensual simb¨®lica de cinco soles (1,3 euros) para que los padres sientan que participan en la alimentaci¨®n de sus hijos. En los casos en los que se carece de esa cantidad, puede ser cubierta con productos de su chacra o huerto, y si aun as¨ª no tienen, los padres pueden apoyar con su propio trabajo. Adem¨¢s, se exige a todos los ni?os que dispongan de documentos de identidad, ya que es muy frecuente que los pobladores de los caser¨ªos m¨¢s alejados carezcan de ellos. "Cuando esto ocurre, las defensor¨ªas jur¨ªdicas de las parroquias ayudan a obtenerlo. Adem¨¢s sirve para tener derecho al Servicio Integral de Salud, al que tambi¨¦n se incorpora al ni?o", destaca Meritxell Oms, directora desde hace casi dos a?os de la Asociaci¨®n Sempa.
Un grupo de 47 profesionales (psic¨®logos, asistentes sociales, educadores, cocineras y otros), cuatro p¨¢rrocos y seis voluntarios trabajan en los seis centros, en los que se desarrollan tambi¨¦n programas de salud. Su objetivo es igualar las oportunidades de los ni?os independientemente de su origen, ya que se ha detectado una gran brecha entre aquellos que viven en las comunidades m¨¢s alejadas y rurales con respecto a los otros.
La m¨¢s antigua de las instituciones, CCAIJO, se dedica desde hace 46 a?os a la promoci¨®n y capacitaci¨®n de campesinos de todas las edades en labores relacionadas con la hosteler¨ªa y turismo, artesan¨ªa e inform¨¢tica. Su actividad m¨¢s especial es el taller de luter¨ªa que desde hace tres a?os forma a los j¨®venes en el arte de fabricar guitarras, violines y charangos.
Carmen Sirvas, administradora de las parroquias de Andahuaylillas, Huaro y Urcos, explica c¨®mo se integra CCAIJO con las otras dos instituciones de la red. "Sempa gestiona los fondos procedentes de las entradas para visitar los templos y las dos tiendas de la Ruta, mientras que la Asociaci¨®n Wayra [viento, en quechua] se encarga de los programas sociales dirigidos principalmente a las mujeres y ni?os". Los beneficiarios son m¨¢s de 50.000 pobladores dispersos entre casi una centena de comunidades rurales y caser¨ªos. En las zonas m¨¢s altas las condiciones de vida son especialmente duras debido a la altura, el fr¨ªo y las distancias que a¨²n se hacen caminando. "Wayra tambi¨¦n realiza desde hace dos a?os el seguimiento de los casos de tratas de personas que afecta a chicas adolescentes", abunda Sirvas. "Mediante el enga?o, son dirigidas a las zonas de miner¨ªa ilegal en Madre de Dios para ejercer la prostituci¨®n".
En los comedores se pide una cuota mensual simb¨®lica para que las familias participen en la alimentaci¨®n de sus hijos
Para visitar los templos de la Ruta hay que pagar 25 soles (ocho euros aproximadamente), 10 en la taquilla de la iglesia de la Compa?¨ªa en Cuzco y 15 por una entrada combinada que da acceso a los templos de la Virgen Purificada de Canicunca, San Juan Bautista de Huaro y San Pedro Ap¨®stol en Andahuaylillas. Tanto en Cuzco como en Andahuaylillas se puede comprar artesan¨ªa local procedente de las mismas comunidades beneficiarias de los programas de formaci¨®n impulsados por Ccaijo.
Desde hace alg¨²n tiempo se ha puesto de moda entre parejas procedentes de todo el mundo casarse en el templo de Andahuaylillas, lo que ha generado una nueva fuente de ingresos. Se espera promocionar tambi¨¦n el templo de Huaro para llegar al matrimonio entre el cielo y el infierno de sus muros y contribuir as¨ª de paso a dar mejores oportunidades, ac¨¢ en la tierra, a los vecinos de la regi¨®n.
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