Listo como un cuervo

Los humanos somos extraordinariamente h¨¢biles para encontrar argumentos que nos hagan ¨²nicos. Tambi¨¦n es cierto que esos argumentos tienden a fracasar con una facilidad exasperante. Por ejemplo, solemos pensar que la inteligencia solo ha evolucionado una vez, lo que no solo nos hace ¨²nicos, sino tambi¨¦n enigm¨¢ticos e inexplicables como una piedra preciosa en mitad del desierto.

Pero hoy empezamos a percibir con claridad que no es as¨ª. Lee en Materia las evidencias aplastantes de que los cuervos est¨¢n dotados de unas capacidades cognitivas que cre¨ªamos exclusivas de nuestro linaje evolutivo. Como ya es habitual con nuestra man¨ªa de considerarnos los reyes de la creaci¨®n, el argumento de la evoluci¨®n ¨²nica de la inteligencia se nos est¨¢ deshaciendo entre los dedos como un hielo que se funde para siempre (¡°Lo nuestro dur¨®¡­¡±, que dir¨ªa Sabina).

La lista de problemas cognitivos (problemas que requieren inteligencia para resolverlos) que los cient¨ªficos han planteado a los cuervos es ya larga y asombrosa, pero quiz¨¢ ninguno sea tan elocuente como el de los grajos japoneses, que es una situaci¨®n m¨¢s espont¨¢nea que experimental. Estos p¨¢jaros esperan a que el sem¨¢foro se ponga en rojo, y solo entonces colocan unas nueces en el cruce y se retiran a su ¨¢rbol; cuando el sem¨¢foro pasa a verde, los coches atropellan a las nueces y hacen as¨ª el trabajo sucio de cascarlas; los cuervos esperan de nuevo a que se ponga rojo para recoger su desayuno ya pelado y poner nuevas nueces enteras en el asfalto.

Nadie les ha ense?ado a hacer eso, ni tampoco puede ser un instinto surgido cuando la especie evolucion¨® hace millones de a?os, pues entonces no hab¨ªa sem¨¢foros. Se trata, simplemente, de un comportamiento inteligente, basado en unas capacidades cognitivas similares a las de un ni?o, y superiores a las de un mono.

Bien mirado, que la alta inteligencia haya evolucionado (al menos) dos veces es m¨¢s un alivio que otra cosa. Las cosas que solo ocurren una vez son un desaf¨ªo desconcertante para la teor¨ªa evolutiva. Y la inteligencia humana ha evolucionado tan deprisa ¨Cunos pocos millones de a?os son un pesta?eo en las escalas geol¨®gicas¡ª que no parece haber tiempo para inventar toda la circuiter¨ªa que, cabe suponer, subyace a la generaci¨®n de comportamientos cognitivos ¨²nicos y excepcionales.

Si la inteligencia ha evolucionado varias veces, sin embargo, la hip¨®tesis m¨¢s simple es que la estructura profunda del cerebro (de cualquier cerebro) est¨¢, de alg¨²n modo, lista para generar esos comportamientos cuando las presiones del entorno lo requieren. Tal vez el simple aumento del tama?o cerebral, o de la densidad de neuronas, sea la clave para que la cognici¨®n emerja.

Ahora no seremos ¨²nicos, pero tal vez seamos capaces de entender la evoluci¨®n de la inteligencia. Y si no lo somos, tendremos que preguntar a los cuervos.