As¨ª es como el tratado comercial con EE UU afect¨® a la salud de los canadienses
Un estudio revela los posibles efectos sociales y sanitarios de estos acuerdos
Los tratados de libre comercio, como el TTIP o el CETA, son enormemente discutidos y estudiados desde la perspectiva pol¨ªtica y econ¨®mica, pero otras consecuencias sanitarias y sociales han recibido mucha menos atenci¨®n. Para cubrir esa laguna, un grupo de prestigiosos especialistas en salud p¨²blica decidi¨® poner la lupa sobre un experimento natural que les permit¨ªa observar sus efectos con detalle. Se centraron en los frutos del tratado que firmaron Canad¨¢ y EE UU en la d¨¦cada de 1990, el NAFTA, que ha sido el modelo para muchos de estos acuerdos. El resultado, notablemente negativo para los canadienses, habla mal del esfuerzo de su gobierno por proteger su salud de las derivadas nocivas de este tratado. Pero tambi¨¦n de los riesgos que estos acuerdos pueden suponer para la salud de las poblaciones de los pa¨ªses implicados.
Al estudiar estas consecuencias, los investigadores de las universidades de Oxford y Stanford, entre otras, encontraron que un peque?o detalle hab¨ªa tenido una influencia muy negativa en la alimentaci¨®n de los ciudadanos de Canad¨¢: la eliminaci¨®n de aranceles para un tipo muy concreto de edulcorante, el jarabe de ma¨ªz de alta fructosa. Este endulzante, de peor calidad que otros y muy vinculado a la obesidad porque no sacia, se usa masivamente en la industria alimentaria de EE UU en todo tipo de comestibles ultraprocesados y bebidas azucaradas.
Las consecuencias de abrirle las fronteras al endulzante fueron devastadoras: el consumo diario de calor¨ªas se triplic¨® entre los canadienses, la diabetes se duplic¨® y la obesidad se triplic¨®. "Nuestros resultados muestran c¨®mo un cambio aparentemente peque?o y posiblemente discreto en los aranceles dentro de los acuerdos de libre comercio puede conducir a un cambio sustancial en las dietas de las personas, a su exposici¨®n a ingredientes peligrosos, con consecuencias sobre la obesidad y los efectos para la salud derivados", resume Pepita Barlow, economista de la salud del departamento de Sociolog¨ªa de Oxford.
Los investigadores explican que la reducci¨®n desproporcionada de aranceles entre 1994 y 1998 para este edulcorante provoc¨® lo que llaman un efecto de sustituci¨®n peligrosa: cambiar un ingrediente por otro peor para la salud que repentinamente es mucho m¨¢s barato. En este caso, el jarabe de ma¨ªz sustitu¨ªa a az¨²cares de ca?a o remolacha, y que adem¨¢s se extendi¨® por toda la dieta de los canadienses. Despu¨¦s de una d¨¦cada en la que el consumo de kilocalor¨ªas en edulcorantes se manten¨ªa estable en torno a las 20 kcal de media entre los canadienses, justo a partir de 1994 se dispar¨® su consumo hasta alcanzar las 63 kcal en 1998, cuando se produjo la ¨²ltima reducci¨®n arancelaria.?
Las consecuencias de abrir fronteras al endulzante fueron devastadoras: el consumo diario de calor¨ªas se triplic¨®, la diabetes se duplic¨® y la obesidad se triplic¨®
La obesidad en Canad¨¢ se triplic¨® entre 1985 y 1998, pasando del 5,6% de la poblaci¨®n al 14,8% (hoy son el 38%). En la d¨¦cada posterior a la entrada en vigor de estas nuevas reglas comerciales, la prevalencia de diabetes pas¨® del 3,3% de la poblaci¨®n al 5,6%. "Nuestro an¨¢lisis de los efectos del NAFTA plantea la preocupaci¨®n de que los nuevos acuerdos comerciales puedan perjudicar la salud de la poblaci¨®n si la reducci¨®n de los aranceles conduce a un aumento de la oferta y el consumo potencial de alimentos nocivos", concluyen los autores, que publican su trabajo en la revista de la Asociaci¨®n M¨¦dica Canadiense (CMAJ).
Para comprobar que era una situaci¨®n exclusivamente derivada del NAFTA, los cient¨ªficos analizaron la evoluci¨®n de estos datos en otros 16 pa¨ªses que no ten¨ªan un acuerdo comercial similar con EE UU en esas fechas, como Reino Unido, Australia, Espa?a o Alemania. En todos, salvo Canad¨¢, se mantuvo estable el consumo de calor¨ªas de edulcorantes, por lo que parece haber algo m¨¢s que correlaci¨®n. Hasta el NAFTA, hab¨ªa una tendencia al aumento de la obesidad, pero la entrada barata en Canad¨¢ de ese endulzante tan ligado a la ganancia de peso lleg¨® en un momento cr¨ªtico que termin¨® por multiplicar el efecto de otras medidas, como la publicad agresiva de comida basura y refrescos.
A los especialistas en salud p¨²blica no les cabe duda de que son nocivos y se han posicionado en contra de este tipo de tratados argumentando, entre otras cosas, que reducen la capacidad de los estados de defender el inter¨¦s de sus ciudadanos frente al de las empresas. Y este estudio consolida un campo de investigaci¨®n que ya hab¨ªa identificado cambios en la dieta de poblaciones, y aumento de la obesidad, que coincide con la puesta en marcha de estos tratados y otras pol¨ªticas de liberalizaci¨®n comercial. "Por ejemplo", explica Barlow, "nuestro an¨¢lisis publicado a principios de este a?o identific¨® numerosos estudios en Am¨¦rica Latina y en Vietnam que documentaron incrementos en el consumo de comida r¨¢pida, refrescos, az¨²car, grasa y carne despu¨¦s de entrar en el comercio estadounidense".
En 2015, la Asociaci¨®n Europea de Salud P¨²blica (EUPHA, por sus siglas en ingl¨¦s) se posicion¨® en contra del tratado TTIP que vinculaba a EE UU y a la UE al considerarlo una "amenaza contra la salud p¨²blica". Mencionaban riesgos para el precio de los medicamentos, p¨¦rdida de recursos de los pa¨ªses para compensar a las multinacionales, problemas en el etiquetado o maniobras interesadas de la industria del tabaco. El presidente de EUPHA, Martin McKee, tambi¨¦n firma este estudio sobre el NAFTA junto a David Stuckler, uno de los mayores especialistas en c¨®mo afectan a la salud este tipo de factores sociopol¨ªticos. La Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica (SESPAS) tambi¨¦n public¨® un duro posicionamiento contra el TTIP "porque quita poder a los estados y se lo da a las compa?¨ªas", seg¨²n su presidenta, Beatriz Gonz¨¢lez.
"Nuestro an¨¢lisis plantea la preocupaci¨®n de que los nuevos tratados puedan perjudicar la salud de la poblaci¨®n si conducen a un aumento del consumo de alimentos nocivos", concluyen los autores
"Sustraen fuerza al poder judicial para d¨¢rselo a arbitrajes vinculados a los litigios entre compa?¨ªas, se desarrollan en completo secretismo, comprometen el derecho de los gobiernos a legislar por el bien p¨²blico y abren la puerta a productos peligrosos al exigir condiciones m¨¢s permisivas", enumera Gonz¨¢lez. La?catedr¨¢tica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria considera que todos estos motivos son m¨¢s poderosos para oponerse a estos tratados que el demostrado en el experimento natural del NAFTA en Canad¨¢. "En general, abrir barreras arancelarias ser¨ªa una buena idea", asegura Gonz¨¢lez, "porque tambi¨¦n puede permitir el comercio de alimentos saludables".
Barlow considera que es m¨¢s que posible que los aranceles m¨¢s bajos puedan promover el comercio de productos saludables como frutas o verduras. Pero, seg¨²n explica la investigadora de Oxford, la probabilidad de que esto suceda depende de las ventajas comparativas de los pa¨ªses que entran en los acuerdos comerciales. "Una de las razones por las que analizamos un acuerdo comercial con EE UU es que su sector de alimentos y bebidas procesados es altamente competitivo, lo que hace m¨¢s probable una exportaci¨®n del ambiente alimentario obesog¨¦nico", indica, en referencia a un escenario en el que la comida basura est¨¢ demasiado presente y es m¨¢s accesible.
Barlow asegura que si los acuerdos de libre comercio son buenos o malos para la salud no es un asunto de blancos y negros, sino que se trata de identificar con precisi¨®n c¨®mo promueven o socavan el bienestar, por qu¨¦ raz¨®n, qui¨¦n lo hace y c¨®mo se pueden aprovechar sus efectos. "Sin embargo, aunque sus causas y consecuencias pol¨ªticas y econ¨®micas han sido bien investigadas, actualmente se sabe muy poco acerca de c¨®mo afectan a la salud y el bienestar de las personas y en qui¨¦nes se concentran estos efectos", plantea la cient¨ªfica.
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