Dejar los anuncios infantiles en manos de la industria alimentaria no funciona
Los expertos piden endurecer la normativa de publicidad de alimentos para combatir el sobrepeso
En Espa?a, m¨¢s del 40% de las ni?as y ni?os de entre seis y nueve a?os sufre obesidad o sobrepeso. El dato es terrible por todo lo que supone para la salud de generaciones enteras de escolares que se est¨¢n criando con comestibles poco saludables y lo que esto supondr¨¢ en el desarrollo de enfermedades como la diabetes o de riesgo cardovascular. Numerosos estudios han demostrado la responsabilidad directa que tiene la publicidad de alimentos poco recomendables en esta epidemia de obesidad y sobrepeso. ?Qu¨¦ est¨¢ haciendo Espa?a para combatir este factor decisivo? Mucho menos de lo que podr¨ªa, seg¨²n los expertos, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) e incluso el Congreso de los Diputados. Un estudio reciente muestra que el n¨²mero de anuncios que ven los menores espa?oles ha crecido en los ¨²ltimos a?os.
La ¨²nica defensa que tienen los menores es la propia industria: un c¨®digo que no se fija en el tipo de comida y que adem¨¢s se incumple
Un escolar espa?ol de entre seis y doce a?os ve 25 anuncios de comida cada d¨ªa y el 75% son de productos que no deber¨ªa consumir habitualmente por sus altos contenidos en grasas, az¨²cares o sal, seg¨²n el criterio de la OMS. Y sabemos que un tercio de los ni?os obesos o con sobrepeso no lo ser¨ªan si no vivieran expuestos a la publicidad alimentaria. Pero en Espa?a la ¨²nica defensa que tienen los menores y sus progenitores frente a este asalto permanente es la propia industria alimentaria: un c¨®digo de autorregulaci¨®n al que las empresas se adhieren voluntariamente, que no se fija en el tipo de comida ni en su perfil nutricional, que no proh¨ªbe los comestibles malsanos y que adem¨¢s se incumple, seg¨²n denuncian los especialistas.
Este c¨®digo entr¨® en vigor en 2005 promovido por Sanidad y la Federaci¨®n de Industrias de Alimentaci¨®n y Bebidas (FIAB), aunque las empresas firmantes del mismo lo hacen a t¨ªtulo particular (47 hasta ahora). Este c¨®digo, denominado PAOS, ignora el contenido alimenticio de los productos, centr¨¢ndose ¨²nicamente en cuestiones formales como no inducir al consumo excesivo, a la compra directa o impedir que aparezcan famosos. Es decir, obligar¨ªa a retirar un anuncio que invite a pegarse un atrac¨®n de acelgas, pero no pone pegas a uno de boller¨ªa industrial con nutrientes de baja calidad y cargada de az¨²cares y aceite de palma.
Este sistema solo sirve de excusa para evitar medidas m¨¢s rigurosas como cumplir las recomendaciones de la OMS. Habr¨ªa que retirar el 75% de los anuncios"
"No se regula lo m¨¢s importante y lo que se regula se incumple con mucha frecuencia. Este sistema solo sirve de excusa para evitar medidas m¨¢s rigurosas como cumplir las recomendaciones de la OMS. Siguiendo ese criterio, habr¨ªa que retirar tres cuartas partes de los anuncios que ven los ni?os espa?oles", denuncia Miguel ?ngel Royo-Bordonada, jefe de estudios de la Escuela Nacional de Salud. Este cient¨ªfico public¨® recientemente un art¨ªculo en The Lancet lamentando que en Espa?a la industria alimentaria continue gobernando las pol¨ªticas de alimentaci¨®n y de obesidad entre bastidores. "El c¨®digo no sirve, est¨¢ viciado de origen", zanja Royo-Bordonada.
A finales de 2016, el Congreso aprob¨® una propuesta (presentada por ERC y completada por Ciudadanos) que pide al Gobierno que tome medidas "para evitar que se fomente el consumo de productos con un alto contenido en az¨²cares a?adidos entre la poblaci¨®n infantil mediante publicidad". Despu¨¦s de que se aprobara esa proposici¨®n no de ley, el PP se ha apresurado a presentar otra en la que canta las virtudes de PAOS y pide que se actualice, pero no para restringir los reclamos de comestibles poco recomendables sino para continuar con la autorregulaci¨®n "favoreciendo una publicidad de productos con un perfil m¨¢s saludable". Consultado por Materia, el Ministerio de Sanidad asegura que "se est¨¢ manteniendo la l¨ªnea de trabajo que se ha tenido hasta ahora, la de introducir mejoras dentro de este mismo marco". "La legislaci¨®n vigente apuesta por la autorregulaci¨®n", resume Sanidad, a la vez que reconoce que ese marco "no contempla la naturaleza, ni el perfil nutricional de los alimentos o bebidas que se publicitan".
El Congreso pide al Gobierno que tome medidas "para evitar que se fomenten los productos con az¨²cares a?adidos entre la poblaci¨®n infantil mediante publicidad"
La autorregulaci¨®n por parte de la industria alimentaria y publicitaria es un sistema en entredicho. Un informe de la OMS para Europa lo deja claro: "Los esquemas autorreguladores o voluntarios suelen tener un alcance limitado, unos criterios d¨¦biles y una supervisi¨®n gubernamental limitada". "En vista del sustancial poder pol¨ªtico de la industria de alimentos procesados, el enfoque de los gobiernos para la prevenci¨®n de la obesidad favorece en gran medida las preferencias de la industria por centrarse en la responsabilidad individual y en medidas suaves. Estos enfoques est¨¢n perpetuando las condiciones que impulsan la obesidad", recoge el informe de la OMS.
"La puesta en marcha del c¨®digo PAOS no ha tenido mucha repercusi¨®n sobre la cantidad de los anuncios y la calidad de los alimentos destinados al p¨²blico infantil", afirma Marta Moreno, especialista en la materia del departamento de Sociolog¨ªa de la UNED. "Con los datos de prevalencia de obesidad infantil, de los mayores de Europa, confiar en las iniciativas voluntarias de la industria no parece suficiente para abordar esta tarea", advierte. Y a?ade: "Tambi¨¦n las autoridades sanitarias deber¨ªan asumir esta responsabilidad social", en referencia a que los alimentos y bebidas anunciados a los ni?os comprenden "predominantemente alimentos no b¨¢sicos, poco saludables, pobres en nutrientes o indeseables". Y sugiere que estos productos deber¨ªan ser restringidos en la publicidad dirigida a los ni?os, "como ya ocurre en Inglaterra, Suecia o Noruega". Un art¨ªculo reciente de Royo-Bordonada y otros expertos en una revista especializada defiende "que ha llegado el momento de que la publicidad alimentaria dirigida a los ni?os en Espa?a sea reglamentada legalmente, al prohibir la promoci¨®n de productos".
"Los esquemas autorreguladores o voluntarios suelen tener un alcance limitado, unos criterios d¨¦biles y una supervisi¨®n gubernamental limitada", dice la OMS
En marzo de 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy nombraba como directora ejecutiva de la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria (entonces AESAN, ahora AECOSAN) a ?ngela L¨®pez de S¨¢, que hasta entonces dirig¨ªa los asuntos cient¨ªficos y normativos de Coca-Cola Iberia. Lleg¨® justo a tiempo para realizar la ¨²nica modificaci¨®n que ha sufrido el C¨®digo PAOS: dejarlo tal cual en lo fundamental, pero ampliando su alcance a internet. Desde Europa se manifest¨® preocupaci¨®n por el nombramiento de L¨®pez de S¨¢, por pasar de una multinacional de refrescos a velar por la nutrici¨®n de los espa?oles. Y en 2013 se lanz¨® el plan HAVISA para la poblaci¨®n general, todav¨ªa vigente: en lugar de atacar los alimentos de poca calidad nutricional, AECOSAN y las marcas de alimentaci¨®n fomentan que se haga ejercicio y dieta ¡°variada, equilibrada y moderada¡±, en leyendas en la parte inferior de los anuncios.
La renovaci¨®n del c¨®digo no tuvo efecto y, a pesar de lo que asegura Sanidad, no parece que est¨¦ reduciendo la presi¨®n publicitaria sobre los ni?os. Un estudio de la Universidad de Granada se?ala que la emisi¨®n de este tipo de anuncios en los canales tem¨¢ticos para ni?os pas¨® de seis comerciales por hora y canal en 2007 a diez spots en 2013, algo similar a lo que ocurre con las cadenas generalistas, donde, a pesar de la normativa, tambi¨¦n se ha incrementado la emisi¨®n de anuncios de "comida basura", seg¨²n los investigadores. Su intenci¨®n era evaluar los cambios que ha experimentado la televisi¨®n espa?ola antes y despu¨¦s de que entrara en vigor, en 2011, la normativa espa?ola que regula la emisi¨®n de anuncios de comida.
"Con los datos obesidad infantil, de los peores de Europa, confiar en las iniciativas voluntarias de la industria no parece suficiente", advierte Moreno
Cecilia D¨ªaz, investigadora de la Universidad de Oviedo y coordinadora de la Encuesta Nacional de H¨¢bitos Alimentarios de los espa?oles considera que hay que proteger a los menores, que no pueden defenderse ante una publicidad que anima al consumo irracional. ¡°Esto es particularmente preocupante en el caso de la alimentaci¨®n, pues unos malos h¨¢bitos alimentarios tienen efecto sobre la salud de los individuos, no solamente sobre el bolsillo de sus progenitores¡±, explica esta experta que es vicepresidenta del comit¨¦ cient¨ªfico de AECOSAN, agencia impulsora de la autorregulaci¨®n vigente. En el ¨²ltimo r¨¢nking de salud de Naciones Unidas, Espa?a qued¨® en un meritorio s¨¦ptimo puesto gracias a que la Sanidad espa?ola obten¨ªa muy buenas calificaciones en la mayor¨ªa de los indicadores. Salvo en uno, en el que suspend¨ªa con la nota m¨¢s baja de los 50 primeros pa¨ªses: sobrepeso infantil.
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