Los usuarios de coches el¨¦ctricos reclaman una red de puntos de carga r¨¢pida en carretera
Espa?a cuenta con 260 puestos frente a los 800 de Francia y a los 2.300 de Reino Unido
La alternativa a los coches de combustibles f¨®siles ya es el presente. Las ventas de veh¨ªculos el¨¦ctricos crecieron en Espa?a un 49,4% en 2016, seg¨²n un informe de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Autom¨®viles Turismos y Camiones (Anfac). Aunque solo hay unas 21.400 unidades en circulaci¨®n, frente a los casi 28,5 millones de motores di¨¦sel y de gasolina, el cambio de tendencia es cada vez m¨¢s claro. Sin embargo, los usuarios se quejan de que la infraestructura es insuficiente. Espa?a cuenta solo con unos 260 puntos de carga r¨¢pida, los que permiten disponer del 80% de la bater¨ªa en 20 minutos, cuando habitualmente se tarda horas.
En el resto de Europa van varios pasos por delante. Francia, un pa¨ªs que acaba de anunciar que dejar¨¢ de vender coches de gasolina y di¨¦sel en 2040, tiene unos 800 puntos de este tipo. Una cifra superada por los m¨¢s de 2.300 puestos de Reino Unido, donde el parque de el¨¦ctricos supera las 104.000 unidades ¡ª unos 22 puntos por cada 1.000 veh¨ªculos, muy lejos de los 12 por cada 1.000 de Espa?a¡ª.
Para poder viajar sin la preocupaci¨®n por quedarse sin bater¨ªa ser¨ªa necesario un punto cada 50 kil¨®metros, seg¨²n calcula Salvador Ejarque, delegado en Barcelona de la Asociaci¨®n de Usuarios de Veh¨ªculos El¨¦ctricos (AUVE). ¡°Estamos luchando para ampliar la red, sobre todo en carreteras interurbanas. En ciudad los trayectos son m¨¢s cortos y una carga durante la noche suele ser suficiente para cubrirlos¡±, comenta.
En junio de 2016 la Generalitat de Catalu?a aprob¨® un plan de inversi¨®n de 5,8 millones que inclu¨ªa la instalaci¨®n de 81 nuevos puestos de carga r¨¢pida en tres a?os. En todos ellos, el usuario no paga por la energ¨ªa, ya que se quiere fomentar su uso. Ejarque califica la iniciativa como un ¡°avance positivo¡±, pero recuerda que, para que se consolide el cambio de modelo, este tipo de infraestructura deber¨ªa implementarse por igual en todo el Estado.
En la Comunidad de Madrid se puso en marcha en junio la Mesa de la Movilidad El¨¦ctrica, un grupo de trabajo formado por pol¨ªticos y representantes del sector que tambi¨¦n busca desarrollar una red auton¨®mica de puestos de carga subvencionados con dinero p¨²blico. En Baleares, donde cada vez se hace m¨¢s necesario compatibilizar el auge del turismo con la preservaci¨®n del medio ambiente, desde 2015 se han invertido 1,5 millones de euros en la creaci¨®n de una red de 250 puntos de carga semirr¨¢pida, que permite llenar la bater¨ªa en dos horas.? "A partir de 2018 subvencionaremos la instalaci¨®n de carga r¨¢pida, aunque para la gesti¨®n de los puestos queremos contar tambi¨¦n con inversi¨®n privada", explica Joan Groizarb, director general de Energ¨ªa y Cambio Clim¨¢tico del Gobierno balear.
Mientras la zona del Mediterr¨¢neo comienza a ofrecer m¨¢s instalaciones, el oeste de la pen¨ªnsula sufre todav¨ªa una gran deficiencia, seg¨²n asegura Fernando Pina, delegado en Madrid de AUVE. ¡°Si no conduces un Tesla [un el¨¦ctrico de alta gama con autonom¨ªa superior a los 400 kil¨®metros] los viajes largos siguen siendo una aventura. Tienes que planear cada parada al detalle para evitar quedarte sin bater¨ªa¡±, comenta Pina.
Arturo P¨¦rez de Luc¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Veh¨ªculo El¨¦ctrico (AEDIVE), asegura que, aunque a¨²n queda mucho por hacer, la falta de infraestructura no debe convertirse en una excusa para no pasarse al el¨¦ctrico. Para ¨¦l, la clave de la movilidad el¨¦ctrica est¨¢ en los puntos de carga que los propios particulares instalan en sus plazas de garaje y que permiten que la bater¨ªa se llene por completo durante la noche. ¡°Ya contamos con la infraestructura suficiente como para cubrir la mayor parte de nuestras necesidades de desplazamiento. A lo que se une que el mercado est¨¢ muy cerca de ofrecer autonom¨ªas superiores a los 400 kil¨®metros en modelos de gama media¡±.
El lugar de instalaci¨®n de la red es otro de los retos a los que se enfrentan las grandes ciudades. El Ayuntamiento de Madrid se ha comprometido a instalar 15 puntos de carga r¨¢pida y semirr¨¢pida para 2020, y ha empezado a optar por ubicarlos en los aparcamientos municipales. El primero de estos nuevos puntos se encuentra en el parking de Jacinto Benavente (distrito Centro). El usuario paga 50 c¨¦ntimos por estacionar media hora, pero la carga le sale gratis. En 2025, los modelos de gasolina que tengan m¨¢s de 25 a?os y los di¨¦sel con m¨¢s de 14 ya no podr¨¢n circular por Madrid.
Una regulaci¨®n ¡°ambigua¡± de los gestores de carga
Desde AEDIVE apuntan que la manera en la que est¨¢ regulada la figura del gestor de carga en Espa?a es "demasiado ambigua". Para poder poner una instalaci¨®n (las de carga r¨¢pida tienen un coste aproximado de 45.000 euros), y cobrar por la energ¨ªa, es necesario que en los estatutos de la empresa se especifique que entre sus actividades est¨¢ la de comprar y vender energ¨ªa. Esto hace que compa?¨ªas que podr¨ªan estar interesadas en invertir no lo hagan porque, de no cumplir con este requisito, estar¨ªan obligadas a regalar la carga.
El ¡°alto coste¡± de la energ¨ªa en Espa?a tampoco anima a la inversi¨®n, seg¨²n comenta Carlos Carmona, director de la empresa de gesti¨®n de cargas GIC. Un punto de carga r¨¢pida (a partir de 40kW) conlleva un gasto anual de 4.000 euros y, debido al escaso n¨²mero de usuarios, hasta ahora resultaba dif¨ªcil de rentabilizar.
Sin embargo, esto no ha impedido que nuevos actores pasen a formar parte del juego. A finales de junio se inaugur¨® en La Granja (Segovia) una electrolinera que obtiene la energ¨ªa de paneles fotovoltaicos. La estaci¨®n, que seg¨²n la empresa que la gestiona no estar¨¢ operativa por cuestiones t¨¦cnicas hasta septiembre, tiene capacidad para cargar las bater¨ªas de seis veh¨ªculos en una hora.
Este tipo de iniciativas sirven como preparaci¨®n para un escenario que, seg¨²n un informe del centro de estudios Bloomberg New Energy Finance, est¨¢ m¨¢s cerca de lo esperado. La entidad prev¨¦ que en 2040 el 54% de las ventas de coches nuevos y el 33% de la flota global ser¨¢n el¨¦ctricos. El punto de no retorno se producir¨¢ entre 2025 y 2030, cuando este tipo de veh¨ªculos empiece a ser econ¨®mico para la mayor parte de los bolsillos sin estar subvencionado. Esto, apuntan, siempre y cuando se resuelva el problema de la infraestructura de carga.
300 euros de ahorro al mes gracias al taxi el¨¦ctrico
Tras 12 a?os como taxista, en abril de 2015 Jose Luis Rodr¨ªguez Mej¨ªas decidi¨® cambiar su antiguo coche por uno el¨¦ctrico, motivado por el ahorro que le proporcionaba y la posibilidad de circular sin emitir part¨ªculas contaminantes. No se arrepiente del cambio, pero define la experiencia, sobre todo al principio, como ¡°una gymkhana en un pantano de arenas movedizas¡±.
Rodr¨ªguez asegura que tuvo que superar obst¨¢culos como la primera negativa del propietario de la plaza del garaje que alquilaba a que instalase all¨ª su punto de carga. Termin¨® cediendo, pero le cost¨® un par de meses y una amenaza de denuncia. Adem¨¢s, con el paso de los a?os la bater¨ªa se ha ido deteriorando y ha perdido algo de autonom¨ªa. Si empez¨® teniendo unos 160 kil¨®metros, ahora apenas alcanza los 100.
El lado bueno, que para ¨¦l prevalece sobre lo dem¨¢s, es que, tras recibir subvenciones estatales, auton¨®micas y municipales, acab¨® pagando solo 8.500 euros de los 30.000 euros que costaba el coche inicialmente. Hasta mediados de octubre de 2017 el Estado concede una subvenci¨®n de 5.500 euros para la compra de veh¨ªculos el¨¦ctricos e h¨ªbridos enchufables y 1.000 euros para la instalaci¨®n del punto de carga a trav¨¦s del plan MOVEA.
Rodr¨ªguez recorre unos 200 kil¨®metros al d¨ªa? y asegura que le basta con salir con la bater¨ªa totalmente cargada de casa y hacer una carga r¨¢pida, de 20 minutos, durante el d¨ªa. Para ello suele recurrir a un enclave bastante popular de la calle de Doctor Esquerdo, 62, conocido como la metrolinera, ya que se nutre de la energ¨ªa sobrante de la frenada de los trenes. Al mes ahorra 300 euros en carburante.
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