?Taurinos y veganos? Hablamos con aficionados a los toros que no comen carne

?Toros s¨ª, carne no?. Una proclama de estas caracter¨ªsticas producir¨¢ un alzamiento autom¨¢tico de ceja en cualquiera que se tenga por persona racional. A lo mejor, tras pensarlo durante unos instantes, uno llega a la conclusi¨®n de que lo que se est¨¢ reivindicando aqu¨ª es precisamente la abolici¨®n de las corridas y los derechos del b¨®vido, algo desde luego m¨¢s congruente con suprimir la ingesta animal en la dieta. Pero no, como ya anticipa el t¨ªtulo de este art¨ªculo, no se trata de eso. Se trata de ser taurino y vegano. Simult¨¢neamente.

An¨®nimo Garc¨ªa no es una persona racional. Lo suyo es el ultrarracionalismo, ?m¨¦todo de interpretaci¨®n de la realidad que consiste en hacer lo inverso: usar exclusivamente la l¨®gica y la raz¨®n, evitando la injerencia que sobre ellas puedan tener las pasiones y los anhelos?, creado por ¨¦l y el resto de miembros del colectivo Homo Velamine. Y desde esta posici¨®n recuerda que el mism¨ªsimo Curro Romero fue vegetariano durante cinco a?os. Ni carne, ni pescado, ni huevos comi¨® en ese per¨ªodo. ?La tauromaquia, con todos sus instrumentos para dar la muerte al toro, es mucho m¨¢s compasiva que la industria c¨¢rnica. El torero mata artesanalmente, el empleado de granja mata en serie?, asegura An¨®nimo.?

Habr¨¢ quien crea que todo esto es una boutade. Y que en realidad no va en serio. ?En absoluto. Apoyamos la tauromaquia, pero sin los absurdos argumentos tradicionales, como que el toro de lidia desaparecer¨ªa sin ella. Ese tipo de razones son intentos pueriles de defender mundanamente algo cuyo valor es infinitamente superior. Ese argumento, en concreto, trata a los animales como mero producto capitalista, como si fuesen cintas de VHS que ya nadie quiere. Lo que la tauromaquia pone en juego es la propia esencia del ser humano, algo mucho m¨¢s profundo y antiguo que el capitalismo. Y el toro, como cualquier otro animal, aunque no ¡°valiera para nada¡± seguir¨ªa teniendo un valor intr¨ªnseco que no se le puede arrebatar. Lo mismo con la tauromaquia?.

Helen lleva siendo vegetariana desde hace aproximadamente nueve a?os y como cabr¨ªa esperar no concibe una confluencia de toreo y veganismo: ?Las probabilidades de que alguien capaz de pensar en la sensibilidad de los animales y su bienestar disfrute de ver un toro trinchado hasta la muerte en condiciones, no olvidemos esto, totalmente favorables al contrincante¡­ son escasas?.

An¨®nimo comprende la postura de Helen y le parece bien, ?pero nosotros creemos que el mal mayor de la violencia contra los animales se evita con prescindir del consumo de carne. Cosas como los toros son insignificantes comparadas con eso. Y s¨ª, el toro, como cualquier otro animal, podr¨ªa desarrollar ese valor intr¨ªnseco simplemente con ¡°ser¡±. El problema es que los animales casi no tienen espacio para existir, asfixiados ante el uso excesivo y vicioso de los recursos naturales por parte de los humanos?.

Xabi se hizo vegetariano en febrero de 2013 y vegano en agosto del a?o siguiente. Algunas personas de su entorno eran veganas y vegetarianas. ?Este tipo de discurso me era muy familiar, estaba muy presente?. Un curso de ecolog¨ªa social al que asisti¨® ?me hizo verlo (a¨²n) m¨¢s claro. Me convert¨ª en vegetariano por motivos ecol¨®gicos y pol¨ªticos (por la correlaci¨®n ¡°c¨®mo comemos¡± / pobreza). La perspectiva animalista y el paso al veganismo ocurrieron despu¨¦s, fruto de lecturas y reflexi¨®n?. Para Xabi, el pilar fundamental sobre el que se sustenta el veganismo estriba en la empat¨ªa hacia cualquier ser vivo y la pretensi¨®n de evitar su sufrimiento. Sea del tipo que sea, y se produzca en una granja de ocas para la obtenci¨®n de foie gras,?o en un ruedo taurino para entretenimiento y deleite de los aficionados. No puede estar m¨¢s en desacuerdo con An¨®nimo.?

Evidentemente, la perspectiva veganotaurina de An¨®nimo Garc¨ªa tambi¨¦n es consecuencia de un proceso que ¨¦l califica como largo. ?De peque?o no me gustaban los toros, como es natural, porque me daba pena el animal. Luego me hice vegetariano y los toros segu¨ªan sin gustarme. En cualquier caso, ese mundo me quedaba muy lejos, entre otras cosas porque viv¨ªa en Inglaterra. Pero despu¨¦s, poco a poco comenc¨¦ a ver la riqueza del toreo?.

La iniciativa ultrarracionalista ha desembocado en Facebook en el grupo Taurinos Vegetarianos que, aunque no cuenta con m¨¢s que medio centenar de miembros y es complicado discernir cu¨¢ntos secundan verdaderamente la idea, tiene entre ellos al menos a una aut¨¦ntica flexitariana (forma de vegetarianismo flexible que admite el aprovechamiento de productos animales en seg¨²n qu¨¦ circunstancias) y a una vegetariana. Sara, la vegetariana, declara que ?el problema de los toros siempre me ha parecido anecd¨®tico. Me he hecho taurina con el fin de poner el foco en otros sitios. No voy a corridas ni nada, pero no me molesta que esto exista. Me molesta, yo qu¨¦ s¨¦, que los animales destinados al consumo vivan una vida de mierda porque ¡°necesitamos prote¨ªnas y maquillaje¡±?.

Para los que todav¨ªa mantengan una o ambas cejas en alto, hay m¨¢s. Raquel Rodr¨ªguez es una chica colombiana sin ning¨²n tipo de relaci¨®n con Homo Velamine (An¨®nimo Garc¨ªa no conoc¨ªa ni siquiera su existencia). Comunicadora, bloguera y vegetariana. En febrero del a?o pasado escribi¨® una breve cr¨®nica en un medio de su pa¨ªs exponiendo los motivos que la hab¨ªan llevado a acudir a una corrida de toros y sus conclusiones al terminar la experiencia. ?El fin de semana pasado asist¨ª por primera vez a una corrida de toros, porque no quer¨ªa seguir cayendo en el mismo error que tanto cometemos de juzgar algo sin conocerlo. Sinceramente fui asustada y pensando que tal vez iba a llorar desde el inicio o a morir de tristeza y salirme en la mitad de la corrida, sin embargo, fue un espect¨¢culo lleno de sorpresas, en el que me emocion¨¦ y viv¨ª unas horas de admiraci¨®n total al arte que es esa danza entre la vida y la muerte.? Quiz¨¢s lo que resulte m¨¢s sorprendente de todo sea la ¨²ltima l¨ªnea del texto: ?no me da pena decir que sal¨ª feliz de mi primera corrida de toros y adem¨¢s volver¨ªa otra vez y otra vez?. De hecho, una semana m¨¢s tarde volvi¨®.

Los intentos por contactar con Raquel han resultado infructuosos. Tal vez no quiera que sus redes sociales se vuelvan a llenar de mensajes de rechazo como sucedi¨® tras la publicaci¨®n de su relato. Tal vez incluso ella crea que todo esto es una boutade. Y que en realidad no va en serio.