Una fotograf¨ªa de la isla de Reuni¨®n ilustra el falso ataque de un tibur¨®n en Barcelona
Emergencias desmiente que una mujer haya sido despedazada por un escualo de cinco metros
El texto tiene poco m¨¢s de 150 palabras pero bastan solo algunos t¨¦rminos para causar pavor: ¡°tibur¨®n de cinco metros¡±, ¡°embestida brutal¡±, ¡°mujer despedazada¡± y ¡°playa catalana¡±. Si el mensaje se presenta con la cabecera de un diario respetable y se ilustra con una fotograf¨ªa en la que tres hombres de uniforme transportan junto al mar lo que parece ser un cad¨¢ver cubierto con una s¨¢bana, la informaci¨®n adquiere a golpe de vista una impronta de realismo. As¨ª es el bulo sobre el falso ataque de un tibur¨®n a una mujer en la localidad barcelonesa de Premi¨¤ de Mar que ha circulado en los ¨²ltimos d¨ªas por WhatsApp y Facebook y que ha sido desmentido por Emergencias de Catalu?a.
Taur¨® blanc a #PremiadeMar? T'arriba per @WhatsApp? FALS FALS FALS! NO comparteixis i consulta fonts oficials #stopbulos #ProteccioCivil pic.twitter.com/qe5MmBNjQj
— Protecci¨® civil (@emergenciescat) July 26, 2017
La supuesta informaci¨®n, difundida con una cabecera robada del peri¨®dico La Vanguardia, est¨¢ redactada sin una sola referencia temporal y sin citar fuentes oficiales, las primeras pistas de que el lector se encuentra ante una mentira que busca adquirir una dimensi¨®n viral. Pero no son los ¨²nicos detalles. Aunque de ser cierta la informaci¨®n no ser¨ªa la primera vez que se avistan tiburones cerca de las costas catalanas, la probabilidad de que un escualo con una dimensi¨®n de cinco metros arribe tan cerca de estas playas y ataque a un ba?ista es escasa. Seg¨²n la base de datos del Museo de Historia Natural de Florida, que recoge los ataques de tiburones confirmados en cualquier parte del mundo desde el a?o 1.580, hasta el pasado 23 de enero se han registrado en Espa?a seis ataques de escualos. Seis en 437 a?os.
Pero una simple observaci¨®n de la fotograf¨ªa que acompa?a el mensaje desvela que el contenido es falso. Los uniformes de las personas que transportan el supuesto cuerpo despedazado de la mujer no se corresponden con los de ning¨²n cuerpo policial o servicio de emergencias de Espa?a. De hecho, la fotograf¨ªa ni siquiera fue tomada en Espa?a sino que es la imagen difundida en 2015 para ilustrar la muerte de un surfista de 13 a?os en la isla francesa de Reuni¨®n. Aunque el autor del bulo no ha prestado atenci¨®n a los uniformes, s¨ª se ha tomado la molestia de recortarla convenientemente para que no aparezca un cartel en el que se lee en franc¨¦s ¡°Baignade interdite¡± (prohibido el ba?o).
M¨¢s all¨¢ del uso de expresiones del tipo ¡°el tibur¨®n parec¨ªa hambriento¡±, como si el autor del mensaje le hubiera mirado a los ojos y hubiera detectado sus ganas de comer, o de que el original escribe "embestida" con "v", el texto incurre en otro error. La falsa informaci¨®n narra que el tibur¨®n no solo despedaz¨® a una mujer sino que le arranc¨® una extremidad a su marido, que en el momento del supuesto ataque se encontraba con ella. Seg¨²n el mensaje que ha circulado por redes sociales, fueron los ¡°Mossos d¡¯Esquadra¡± quienes lo llevaron a un hospital. En t¨¦rminos generales, son los servicios de emergencia quienes trasladan a los heridos en una ambulancia.
Y si, pese a todo, el receptor del mensaje sobre el falso ataque del tibur¨®n alberga alguna duda, es f¨¢cil comprobar que ¡°la bandera roja¡±, que indica que el ba?o est¨¢ prohibido, no ondea en todo el Maresme y la Costa Brava, tal y como dice el bulo. Basta con consultar la p¨¢gina web de la Generalitat de Catalu?a para conocer qu¨¦ bandera hay en cada una de sus playas.
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