El ¡®Glam rock¡¯, la andr¨®gina revoluci¨®n adolescente que revitaliz¨® la industria
Un movimiento tan importante en su momento como minusvalorado despu¨¦s que Simon Reynolds reivindica en su libro ¡®Como un golpe de rayo'
!["Me interesaba cuando David Bowie [en la imagen] era un chico de suburbio de clase media buscando su identidad", dice Simon Reynolds de David Bowie en su libro.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AT4FR2UK2STPJT5I6GYGI7PI4M.jpg?auth=dbc163a8301f86403a609f06225724350aec6601df8470c9c8cc717d16482574&width=414)
Tiene 53 a?os y, despu¨¦s de vivir 25 en Am¨¦rica, acaba de conseguir la nacionalidad estadounidense, pero Simon Reynolds mantiene intacto el acento brit¨¢nico. Desde los ochenta, su nombre fue escalando puestos entre los cr¨ªticos de rock m¨¢s respetados hasta que en 2011 se consagr¨® con Retroman¨ªa, un magistral ensayo sobre la obsesi¨®n del pop con su pasado que se ha convertido en obra de referencia. Cinco a?os despu¨¦s llegar¨ªa Shock & awe, una monumental historia de 700 p¨¢ginas del glam rock que acaba de ser publicada en castellano por Caja Negra con el t¨ªtulo Como un golpe de rayo. ¡°He sido fan del glam desde ni?o y aunque hab¨ªa escrito sobre Roxy Music o Bowie nunca lo hab¨ªa hecho de T Rex, Sweet o Mott The Hoople. Me interesaba porque era un reto. La mayor¨ªa de las cosas sobre las que he investigado, el post punk o la m¨²sica rave, salieron del underground. El glam es pop comercial y ambicionaba el ¨¦xito. En los primeros setenta no hab¨ªa nadie m¨¢s grande que Marc Bolan o Slade¡±, explica.
El glam que describe Reynolds es una m¨²sica que devuelve la energ¨ªa juvenil al rock despu¨¦s de que el desplome del jipismo hubiera convertido la escena en algo muy masculino y plomizo. Aquellos tipos andr¨®ginos, con mechas, subidos en zapatos de plataforma, recubiertos de boas de plumas y lentejuelas, sirvieron de puente entre los sesenta y el punk y revitalizaron el negocio. En 1970, cuenta, bastaban 100.000 copias para estar entre los cinco discos m¨¢s vendidos de Reino Unido. En 1971 hac¨ªa falta pasar del medio mill¨®n. ¡°Fue una revoluci¨®n adolescente, muchos fans ten¨ªan entre 12 y 15 a?os y les fascinaba la ambig¨¹edad de sus ¨ªdolos¡±.
Marcaba el camino David Bowie, cuya trayectoria vertebra el libro. Su largo camino a la cima, su contradictoria relaci¨®n con la fama, su contribuci¨®n a convertir en estrellas a Iggy Pop o Lou Reed, en s¨ª mismos artistas glam, le convierten en la figura clave. ¡°Su muerte me pill¨® terminando el libro. Yo hab¨ªa pedido una entrevista, pero me contestaron que llevaba 12 a?os sin dar ninguna. En realidad no me interesaba hablar con ¨¦l ahora, ni la visi¨®n actual, ya convertido en un tesoro nacional. Me interesaba cuando era un chico de suburbio de clase media buscando su identidad. Entrevist¨¦ a algunos artistas como Alice Cooper, pero tienden a repetir las mismas historias y olvidar otras. Algunos, como Sparks, niegan su vinculaci¨®n con el glam. En las entrevistas de aquel momento hab¨ªa mejor material. Historias nunca contadas o una frescura que falta en la actualidad¡±. Son momentos espl¨¦ndidos. Como ese en el que un joven Bowie llama a Mick Jagger ¡°Mam¨¢ gallina¡± y se explaya a gusto. ¡°No es un gallo de pelea. En todo caso una madame de burdel¡±.
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