La saga Sarr
Ocho hermanos talentosos e inconformistas se hacen un hueco en el panorama cultural de Senegal
?sta es la historia de ocho hermanos de Niodior, una peque?a isla del delta del r¨ªo Saloum, en Senegal. Talentosos e inconformistas, todos han logrado hacerse un hueco en el panorama cultural de su pa¨ªs o fuera de ¨¦l a trav¨¦s de diferentes disciplinas art¨ªsticas, muchas veces dif¨ªcilmente encasillables. Tienen en com¨²n la reivindicaci¨®n de una ?frica libre de las ataduras mentales coloniales que a¨²n perduran y la importancia de la creaci¨®n art¨ªstica en la construcci¨®n de la emancipaci¨®n africana. ?ste es el retrato de una saga de agitadores culturales con un s¨®lido bagaje intelectual y una apertura tremendamente cr¨ªtica y constructiva hacia el exterior. ?sta es la saga Sarr.
Quiz¨¢ Felwin haya sido el m¨¢s aplicado de la familia. Sin duda es el m¨¢s conocido. Con 44 a?os, es uno de los importantes pensadores y fil¨®sofos del continente africano de la ¨²ltima d¨¦cada. Economista reconocido internacionalmente, su nombre suena ahora por la reciente publicaci¨®n ?crire l¡¯Afrique-Monde, actas de Los talleres del pensamiento, un coloquio organizado por ¨¦l mismo y el camerun¨¦s Achille Mbembe. Un encuentro que reagrup¨® en Senegal el oto?o pasado a un nutrido grupo de escritores, investigadores y pensadores del continente que abogan por construir un ?frica del ma?ana que se aleje definitivamente de la alienaci¨®n cultural que supone exportar acr¨ªticamente el modelo occidental.
¡°No hay cuesti¨®n africana que no sea al mismo tiempo una cuesti¨®n universal. Si el futuro del planeta se juega en gran parte en ?frica, entonces se nos presentan nuevos retos en el ¨¢mbito del pensamiento, de la escritura y de la creaci¨®n africana y su di¨¢spora. Para afrontarlos, no podemos permitirnos el lujo de no reflexionar unidos, de no actuar unidos¡±, plantean en el pr¨®logo de la edici¨®n impresa.
?l es el articulador de un discurso al que sus hermanos Fatou-Seydi, Saliou, Sahad, Manjun, Youssou y Gnima dan forma art¨ªstica a trav¨¦s, sobre todo, de la m¨²sica, pero tambi¨¦n otras disciplinas como el teatro, el cine, la danza o la mezcla de todas ellas. Solo Ami est¨¢ ¡°fuera de los escenarios¡±, trabajando tambi¨¦n en el sector pero en el ¨¢mbito de la comunicaci¨®n. Incluso Felwin, entre clases en la Universidad de Saint Louis (Senegal), la editorial Jimsaan que dirige junto a Boubacar Boris Diop y los numerosos coloquios internacionales en los que participa, tiene tiempo para crear y componer habiendo publicado en 2007 un ¨¢lbum en solitario Bassa?.
En su brillante ensayo Afrotopia, el mayor de los Sarr, desarrolla su concepci¨®n de ¡°utop¨ªa activa¡±, que tiene por tarea identificar en la realidad africana potencialidades propias, end¨®genas, y fecundarlas, llevarlas a cabo, buscando crear el mejor futuro para sus habitantes pero tambi¨¦n aportar lo mejor de s¨ª misma al mundo inevitablemente conectado en el que vivimos.
Profundamente anclada en la tradici¨®n y esp¨ªritu de las poblaciones africanas, la creatividad art¨ªstica es uno de estos elementos clave a trav¨¦s de los cuales Felwin Sarr cree que se debe poner en marcha esa otra manera de proyectar, sentir y organizar el futuro del continente. ¡°El pensamiento cr¨ªtico no se limita exclusivamente a la producci¨®n de textos filos¨®ficos. Se concretiza a trav¨¦s de corpus literarios y no discursivos (gr¨¢ficos o pict¨®ricos). Incluye multiplicidad de gestos, campos y estilos que van desde la m¨²sica al baile, de la arquitectura a la fotograf¨ªa y al cine¡±, afirma. Y prueba de ello es su familia.
Una familia excepcional
El gusanillo de la m¨²sica les entr¨® gracias a ¨¦l, el mayor de la saga, cuando, siendo estudiante en Francia les mand¨® a sus hermanos peque?os una guitarra de regalo. Felwin hacia sus pinitos a la cabeza de un grupo de reggae, Dol¨¦, que con dos ¨¢lbumes en el mercado, se prodig¨® durante casi 13 a?os en la escena francesa de festivales de verano.
De manera autodidacta, unos y otras coquetean con el instrumento y empiezan a dar rienda suelta a su creatividad. Sucesivamente siguen el camino del primero y se van a estudiar a Francia, animados por unos padres que buscan la mejor salida acad¨¦mica para su prole. Brillantes estudiantes todos, cada vez se sienten m¨¢s atra¨ªdos por la rama art¨ªstica, primero como hobby y despu¨¦s como pasi¨®n. De ella empiezan a hacer su profesi¨®n y lideran todos ellos proyectos personales individuales y exitosos.
Tras 10 y siete a?os de trabajo respectivamente, Majnun?El loco errante y Sahad, acaban de publicar en 2017 sus primeros ¨¢lbumes, Kind¨¦pili el del primero y Jiw el del segundo, quien con su grupo The Nataal Patchwork est¨¢ actualmente de gira por Europa.
Majnun, instalado en Orleans, ya hab¨ªa tenido buena acogida con su grupo Waliyaan (exilio en wolof) formado por m¨²sicos senegaleses, congoleses, franceses y magreb¨ªes con quien hab¨ªa actuado durante m¨¢s de un lustro antes de iniciar su carrera en solitario. El ir y venir de este trotamundos se aprecia en su trabajo b¨¢sicamente groove pero fuertemente influenciado con sonidos tan dispares como la rumba congolesa, la flauta peul, pasando por la m¨²sica del Pa¨ªs Dog¨®n o los ritmos brasile?os.
El documental sobre migraci¨®n 'Life Saaraba Illegal', abre en octubre el Festival de Cine Invisible de Bilbao
En cuanto a Sahad, ¨¦l tambi¨¦n se ha enriquecido con sonidos procedentes de diferentes esferas, aportados por los m¨²sicos de su banda venidos de varios pa¨ªses africanos y encontrados por azar en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar. La prensa internacional habla de ¨¦l como el ¡°James Brown senegal¨¦s¡± y es que tras ganar el premio Tanit de Oro en las Jornadas musicales de Cartago (T¨²nez) en 2016, no ha hecho otra cosa que cosechar ¨¦xitos y buenas cr¨ªticas. Su atrevido ¨¢lbum Jiw (semilla), mezcla de afro fusi¨®n con blues mandinga sobre fondos afrobeat, ha sido catalogado de elitista, sin embargo el directo consigue conquistar a p¨²blicos muy amplios logrando un ambiente puramente africano alejado de los estereotipos comerciales y las etiquetas ex¨®ticas.
¡°Pronto me di cuenta de que mi familia ten¨ªa una historia que contar, as¨ª que decid¨ª grabar la vida en casa, nuestras conversaciones e inquietudes y la relaci¨®n con nuestros padres y entorno¡±, declara Saliou Sarr. Conocido art¨ªsticamente como Alibeta, Saliou es quiz¨¢s el m¨¢s interdisciplinar de la saga. Comenz¨® con guitarra y voz, grabando su primer ¨¢lbum de tendencia afrojazz en 2013, bajo el titulo Bani Adama, en el que tambi¨¦n se incluye un DVD donde se muestra parte de su espect¨¢culo teatral (teatro-foro) y clips de lo que entonces era su proyecto de documental, Saaraba (la tierra prometida). Hoy, aquellas im¨¢genes que fueron tomando en su Niodior natal junto con m¨¢s material que ha ido recopilando en los ¨²ltimos ocho a?os grabando a sus primos en su ruta hacia Espa?a, conforman Life Saaraba Illegal, un documental reflexivo y personal sobre la migraci¨®n que abrir¨¢ el pr¨®ximo mes de octubre el Festival de Cine Invisible de Bilbao.
Fue ¨¦l quien sufri¨® la decisi¨®n de su padre de no dejarle continuar sus estudios superiores en Europa, como hab¨ªan hecho sus cuatro hermanos mayores, intentando evitar la influencia cultural que parec¨ªa les hab¨ªa contagiado Francia. ¡°Si tienes curiosidad art¨ªstica la manifestar¨¢s donde y como sea¡±, se quej¨® en aquel momento un frustrado Saliou, que es coordinador de la Universidad del Saber Ser, una iniciativa innovadora de una escuela privada senegalesa, en la que se trabaja la educaci¨®n en valores como parte del corpus formativo de cualquier disciplina. ¡°Queremos transmitir la importancia de la humildad y del compromiso social, pero tambi¨¦n del arte y de la creatividad en la conformaci¨®n de la persona y el valor que eso tiene en el desempe?o profesional¡±, comenta.
Como sus hermanos, Gnima responde tambi¨¦n art¨ªsticamente al cruce de influencias, la mezcla de acentos y lenguas, como el wolof, serer, franc¨¦s o ingl¨¦s, que le permiten experimentar y crear su propio universo. Emigrada a Pari?s con apenas 20 an?os para continuar sus estudios, su carrera musical prospera asociada al rap, slam y otros ge?neros urbanos que ella mezcla con elementos africanos, como el tassu, un tipo de oratoria senegalesa. Su proyecto personal, TIE & The Love Process, se ha materializado en el a?lbum Life is not a Waiting Game publicado en 2014 y un nuevo trabajo anunciado para septiembre, fecha para la cual el peque?o de la familia, el rapero Youssou, alias Rhapsod, estar¨¢ tambi¨¦n de estreno.
En cuanto a la mayor de las mujeres, Fatou-Seidy Sarr, no vio florecer su vena creativa hasta sus 30 a?os, cuando, afincada en Detroit, encuentra en la danza su manera de afrontar la diferencia identitaria y crea la Compa?¨ªa de Danza Africana Rowe Niodior.
Resituar ?frica en el mundo: palabra del coronel Sarr
Mamadou Sarr, el padre de la fratria, sent¨ªa el deber de participar activamente en la construcci¨®n del Senegal independiente. Quiso ser maestro, pero la inestabilidad de la instituci¨®n acad¨¦mica en aquellos a?os tan movidos no cuajaba con su disciplinada mentalidad. As¨ª que se hizo militar. Militar para la paz, participando con la Uni¨®n Africana y como casco azul de Naciones Unidas, en conflictos tan duros y emblem¨¢ticos como la guerra de L¨ªbano, el genocidio de tutsis en Ruanda o la crisis de Darfur.
La familia se preocupa por el neocolonialismo, el di¨¢logo intercultural, la cohesi¨®n africana, la paz o la tolerancia
No en todas las ocasiones su esp¨ªritu justiciero le permiti¨® acatar las ¨®rdenes de no intervenci¨®n dictadas por sus superiores, de los que se llev¨® m¨¢s de una reprimenda, pero tambi¨¦n una gran admiraci¨®n. Era un militar y un militante. Cuando volv¨ªa a casa, el Coronel Sarr contaba a sus hijos sin pelos en la lengua la realidad que se estaba viviendo, y compart¨ªa con ellos sus inquietudes. ¡°Hay que pensar qu¨¦ tenemos que aportar los africanos al mundo globalizado¡±, dice en las grabaciones de Saliou.
No es de extra?ar que hoy ellos se preocupen de asuntos como el neocolonialismo, el di¨¢logo intercultural, la cohesi¨®n africana, la paz o la tolerancia, y tampoco que necesiten expresarlo a trav¨¦s del arte.
¡°Pasamos nuestra infancia viviendo en campos militares y yendo a las mejores escuelas de Senegal, pero en las vacaciones nos ¨ªbamos a trabajar el campo y ¨¦ramos uno m¨¢s en el pueblo¡±, explica Saliou. ¡°Nuestros padres nos inculcaron el amor a la tierra y la dignidad serer (grupo ¨¦tnico mayoritario en la zona): la importancia de la lengua, del canto, de la espiritualidad, de la naturaleza,¡ pero la casa era muy disciplinada. Supongo que quisimos huir de alg¨²n modo, y fue a trav¨¦s del arte¡±. Un arte que vehicula un discurso a la vez moderno, liberador, cr¨ªtico y constructivo sobre ?frica y su papel en el mundo global.
¡°Opong¨¢monos a que nos quiten lo que es nuestro, osemos alabar nuestros referentes, los que han iluminado claramente el camino¡± canta Alibeta, en su tema Ba?leen. ¡°Nuestra juventud, formada y disciplinada, es la fuerza que nos conducir¨¢ a la independencia real. Independencia en el uso de nuestras lenguas, en nuestra econom¨ªa y agricultura y en nuestra libertad de movimiento¡± dice Sahad en el corte Ind¨¦pendence, en una l¨ªnea de pensamiento que recuerda la obra de su hermano mayor, pero tambi¨¦n la del profesor Cheikh Anta Diop, al que ambos nombran en sus trabajos.
La espiritualidad es otro de los rasgos comunes de estos serer, que no dudan en invitar a la reconexi¨®n con la naturaleza o hacer referencias a la cosmogon¨ªa propia de su etnia alibeta), referentes de la cofrad¨ªa mouride (Sahad) o suf¨ª (Majnun). ¡°En tiempo de crisis de sentido de una civilizaci¨®n tecnificada, ?frica puede ofrecer una perspectiva diferente de vida social, emanada de otros universos mitol¨®gicos de los que tomar prestados un imaginario com¨²n de vida, de equilibrio, de armon¨ªa y de sentido. Como ya lo fue en los comienzos de la humanidad, ?frica puede volver a ser el pulm¨®n espiritual del mundo¡±, dice Felwin en Afrotopia.
Aunque individuales, en sus trabajos se percibe una coherencia grupal, un proyecto conjunto adornado con diferentes envoltorios. Su grupo de WhatsApp permite a los hermanos Sarr, dispersos por Europa, Estados Unidos y Senegal, intercambiar sobre los asuntos de actualidad, sobre sus iniciativas personales, a las que se prestan apoyo y consejo, pero tambi¨¦n sobre su sue?o de crear algo grande colectivo. Familiar.
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