Mantras
La palabra independencia repetida un n¨²mero adecuado de veces, sirve para borrar por ejemplo la palabra corrupci¨®n de la historia
Hay que tener un mantra, est¨¢ claro. Porque con eso, la vida se hace m¨¢s simple, quiz¨¢s hasta sencilla. Hay muchos asuntos de la vida cotidiana que pueden ser afrontados con la mera dicci¨®n de las palabras m¨¢gicas que, eso s¨ª, deben ser seleccionadas con un cuidado enorme, porque las palabras pueden ser como cuchillos, de doble filo.
La derecha espa?ola ha encontrado su mantra en la palabra crecimiento, que sirve para resolver todas las dudas sin necesidad de encarar ning¨²n problema en su ra¨ªz. Hay un d¨¦ficit excesivo nos dice Europa, y nosotros le decimos que desaparecer¨¢ porque la recaudaci¨®n fiscal aumenta gracias a que la econom¨ªa crece. No hay que hacer reformas estructurales, como no hay que hacerlas para que crezca el empleo. Que sea de mala calidad no le importa todav¨ªa demasiado a nuestro capitalismo adanista, porque hogazas de pan siempre se van a consumir, y el turismo del que vivimos lo que necesita son camareros, buenos o malos qu¨¦ m¨¢s da.
Crecimiento, repite una y otra vez esa estupenda estratega llamada Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, que pretende calmar a los sindicatos con la misma idea: si la econom¨ªa crece, crecer¨¢n los salarios.
Los socialistas espa?oles han encontrado tambi¨¦n su mantra, que consiste en repetir la idea de que sus propuestas pol¨ªticas son de izquierdas. Y, por ejemplo, la plurinacionalidad de Espa?a es de izquierdas. Todos sabemos que es de izquierdas aunque no sepamos qu¨¦ es la plurinacionalidad, y hablar de ella es obligatorio, como le han recordado a Susana D¨ªaz hace muy pocos d¨ªas.
Y est¨¢ el mantra de los soberanistas catalanes, que es obvio: in-de-pen-den-cia, con el que resuelven las pocas dudas que tienen sobre c¨®mo debe ser el mundo, repiti¨¦ndolo con una cadencia peculiar que le da, adem¨¢s de contenido, un ritmo pegajoso, como si fuera una canci¨®n tropical destinada a turistas de visita por Barcelona.
La palabra independencia, repetida un n¨²mero adecuado de veces, sirve para borrar por ejemplo la palabra corrupci¨®n de la historia. As¨ª, si se dice Pujol, y a continuaci¨®n independencia,la frase adquirir¨¢ un contenido muy distinto al obvio: el Estado espa?ol ha robado a Catalu?a toda su riqueza durante centenares de a?os. O bien, bastar¨¢ la independencia para que el turismo en Barcelona sea limpio y para que Catalu?a vuelva a ser rica y plena.
No hay como tener un buen mantra. Lo arregla casi todo. Y se puede repetir sin cansar a nadie. B¨¢rcenas aburre, Pujol aburre tambi¨¦n. Y aburre Espa?a. Pero no aburren crecimiento ni independencia, ni izquierda.
Buenos mantras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.