Dioses
Que una juez te llame a declarar o que los aficionados te insulten porque los abandonas es tan ins¨®lito que no te cabe en la cabeza

Alguien deber¨ªa decirles a estos chicos que no son dioses, pero es dif¨ªcil que nadie se atreva a hacerlo porque para mucha gente lo son y matar¨ªa al que lo ponga en duda. S¨®lo as¨ª se explica que uno de ellos se atreva a decirle a la juez que le toma declaraci¨®n por presuntamente ocultar a la Hacienda espa?ola 17,4 millones de euros que est¨¢ all¨ª porque se llama Cristiano Ronaldo (l¨®gico: si al que hubiera citado es a m¨ª ser¨ªa yo el que estar¨ªa ante la juez), o que otro juegue al rat¨®n y al gato con el equipo que le pagaba hasta ahora su estratosf¨¦rico sueldo mientras se grababa v¨ªdeos haciendo el tonto con los amigos que le acompa?an y r¨ªen las gracias por todo el mundo como si fuera un emperador romano. Hablar ya de sus tatuajes, de los cortes de pelo que constantemente cambian, como sus coches, a falta de algo mejor que hacer, de sus declaraciones dignas de ser analizadas por un psiquiatra infantil, de sus gestos despectivos hacia los periodistas y los aficionados, que se lo permiten todo, no vaya a ser que se enfaden con ellos, es perder el tiempo. Cuando eres Dios haces lo que quieres y si encima eres guapo m¨¢s.
Incluso aunque no lo seas. Porque tu belleza est¨¢ en tu cuenta bancaria, en la cantidad de asesores y aduladores que te acompa?an, en la modelo con la que te pavoneas, en los aplausos y gestos de adoraci¨®n que recibes por parte de los aficionados, que nunca son suficientes para lo que de verdad mereces. ?C¨®mo no creerte Dios cuando ganas al d¨ªa ¡ª?al minuto?¡ª lo que ellos en toda su vida, cuando las mujeres m¨¢s deseadas se te rifan, cuando en los restaurantes y discotecas te reciben como a un rey, incluso mejor? Y todo con veintipocos a?os, que has vivido agasajado y adorado como un Buda, como el rey Midas que todo lo convierte en oro, o sea, t¨².
Que venga una juez y te llame a declarar en vez de pedirte un aut¨®grafo o que los aficionados te insulten porque los abandonas por otros es, pues, algo tan ins¨®lito que no te cabe en la cabeza, tan repeinada o rapada como de costumbre. Que antes les sucediera a otros dioses competidores tuyos no te consuela. Es a ti, Cristiano Ronaldo, Neymar, Messi, el pante¨®n de los dioses modernos, los elegidos por la divinidad suprema para representarnos a todos los hombres ante el Universo mundo, al que est¨¢ interrogando una simple juez, abucheando unos aficionados de mierda, criticando la prensa que antes te alababa y eso no lo vas a consentir. Ni aun cuando sepas que los mosquitos atacan s¨®lo al que brilla, o sea, a Dios.
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