La UE choca en Libia

En Bruselas, los Gobiernos hacen pol¨ªtica exterior sin el exterior, negocian declaraciones y estrategias con la vista puesta, sobre todo, en las correlaciones de fuerzas dentro de la Uni¨®n¡±. La frase, que recorre los c¨ªrculos diplom¨¢ticos, expresa bien lo que est¨¢ sucediendo entre los socios de la UE. La partida actual se libra en Libia, una compleja batalla entre capitales que puede acabar con la perspectiva de una pol¨ªtica com¨²n exterior y de defensa europea. Por otra parte, el principal objetivo que se marcaron los miembros de la UE el 25 de marzo en Roma, tras el trauma del Brexit, fue el de relanzar la construcci¨®n europea.

En los ¨²ltimos d¨ªas arrecian las pol¨¦micas entre Francia e Italia, mientras el gigante alem¨¢n parece estar aletargado hasta las elecciones del 24 de septiembre. Emmanuel Macron trata de reforzar su posici¨®n en Europa, con vistas al aceler¨®n que habr¨¢ al d¨ªa siguiente de los comicios alemanes; a partir de ese momento, los Gobiernos tendr¨¢n que revitalizar la UE, reescribir sus reglas econ¨®micas y dotarla de una verdadera pol¨ªtica de defensa y de esa voz ¨²nica en el mundo que tantas veces se menciona pero nunca se oye. Muchos explican el activismo de Macron en Libia y en el terreno econ¨®mico ¡ªcon la nacionalizaci¨®n de los astilleros de Saint-Nazaire, que se hab¨ªan prometido a la empresa italiana Fincantieri¡ª tambi¨¦n por la perspectiva de octubre: un intento de volver a la primera fila, al lado del b¨®lido alem¨¢n, en la carrera decisiva para los equilibrios europeos del pr¨®ximo decenio.

El ¨ªmpetu del hombre al que todos reconocen el m¨¦rito de haber derrotado a Marine Le Pen ha provocado ya alg¨²n que otro cortocircuito. Cuando anunci¨® que Francia iba a crear centros de identificaci¨®n de inmigrantes en Libia, el propio presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, utiliz¨® las v¨ªas diplom¨¢ticas para conseguir que diera marcha atr¨¢s en un tema tan complejo. La Alta Representante, Federica Mogherini, trabaja desde hace meses para estabilizar Libia, y muchos han interpretado la huida hacia adelante de Francia, capaz de hacer saltar los fr¨¢giles equilibrios entre el presidente Al Serraj y el general Haftar, como un intento de malograr su labor.

No olvidemos que Italia tambi¨¦n ir¨¢ a las urnas el pr¨®ximo a?o, y los resultados son muy inciertos

Roma ve con pesar tanto esos pasos como la ambig¨¹edad de otros pa¨ªses sobre los inmigrantes. Precisamente ahora, el Gobierno italiano est¨¢ poniendo en marcha una misi¨®n en aguas libias, a petici¨®n del presidente de Tr¨ªpoli, Fayez Al Serraj, para ayudar a los guardacostas locales contra los traficantes. Es evidente que transformar la iniciativa italiana en una operaci¨®n europea en 2018, y confiarle la Operaci¨®n Sof¨ªa de la UE, que hoy act¨²a junto a las aguas libias, ser¨ªa un ¨¦xito para la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n y una muestra de solidaridad con Italia, que gestiona por s¨ª sola el desembarco de casi 200.000 inmigrantes al a?o desde que el programa de reparto entre los 28 fracas¨® por la escasa participaci¨®n de los miembros. Si Europa no consigue resolver la crisis migratoria ¡ªy el refuerzo de la Operaci¨®n Sof¨ªa podr¨ªa ser un paso decisivo, junto al cierre de las fronteras meridionales de Libia¡ª, ?con qu¨¦ credibilidad podr¨¢ presentar una pol¨ªtica com¨²n exterior y de defensa? Mogherini trabaja con el Gobierno de Gentiloni para coordinar la misi¨®n naval italiana con las operaciones europeas, y estar¨ªa dispuesta ¡ªcomo Roma¡ª a lanzar la tercera fase y sustituir los barcos italianos por barcos de bandera europea frente a las costas de Tr¨ªpoli.

Ser¨ªa la mejor respuesta para quien acusa a Europa de ceguera, de haber resuelto la crisis de los refugiados en Turqu¨ªa porque le interesaba a Alemania pero haber dejado sola a Italia. Ser¨ªa un gui?o a la opini¨®n p¨²blica de los pa¨ªses del sur de la UE, y el mejor atisbo de un futuro en el que Europa sea capaz de gestionar las crisis internacionales, al menos en su parte del mundo. Est¨¢ bien que haya duras negociaciones sobre asuntos como la recolocaci¨®n de las agencias de la UE que abandonar¨¢n Londres tras el Brexit, pero, si los intereses nacionales vuelven a hacer naufragar una soluci¨®n a la crisis migratoria, correr¨ªamos el riesgo de desperdiciar un momento favorable para Europa, con las derrotas electorales de los populistas y una opini¨®n p¨²blica que vuelve a apreciar la casa com¨²n. Y no olvidemos que Italia, el pr¨®ximo a?o, tambi¨¦n ir¨¢ a las urnas, y los resultados son muy inciertos. En los pr¨®ximos meses, la UE se juega parte de su futuro, y quiz¨¢ ha llegado el momento de que, por una vez, los Gobiernos tomen prestado el lema de Trump: ¡°Europa primero¡±.

Alberto D¡¯Argenio es corresponsal de La Repubblica en Bruselas.

Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.