Irresponsabilidad

La escalada de tensi¨®n entre la marca catalana de Podemos y la direcci¨®n nacional en v¨ªsperas del refer¨¦ndum anunciado para el 1 de octubre ha vuelto a poner en evidencia la debilidad argumental de la formaci¨®n de Pablo Iglesias sobre la cuesti¨®n catalana. Y lo hace tanto en el terreno del discurso pol¨ªtico como en el de la propia organizaci¨®n interna. El partido que hace bandera de su defensa del refer¨¦ndum catal¨¢n a nivel nacional quiere cortar las alas a su l¨ªder en Catalu?a, Albano Dante Fach¨ªn, porque llama a participar precisamente en esa votaci¨®n.

Al mismo tiempo, la formaci¨®n que m¨¢s presume de su organizaci¨®n de corte federal y que m¨¢s lecciones sobre democracia interna se permite dar a otros partidos quiere echar a la brava a un dirigente territorial que gan¨® unas primarias hace apenas un a?o. No son estas las mejores cartas de presentaci¨®n para un partido que dijo venir para renovar la manera de hacer pol¨ªtica de Espa?a.

La cuesti¨®n de fondo que debe plantearse Podemos es si tiene o no un discurso y un plan para Catalu?a. No es lo mismo defender un refer¨¦ndum acordado que llamar a participar en una votaci¨®n convocada unilateralmente y sin ning¨²n tipo de garant¨ªas como la que propone hoy el presidente catal¨¢n, Carles Puigdemont.

Hasta ahora la direcci¨®n de Podem-Catalunya ha evitado o no ha querido coger el debate por los cuernos y ha emprendido una huida hacia adelante dejando cualquier posicionamiento en manos de las bases. Con esta actuaci¨®n, su direcci¨®n territorial ha querido evitar el desgaste propio buscando el entendimiento con una militancia que se encuentra totalmente dividida sobre la independencia. Las bases pueden decidir, pero es deber de cualquier direcci¨®n pol¨ªtica encauzar los debates, darles forma y avisar sobre la razonabilidad o no de los mismos.

Es sorprendente que Podemos y su marca catalana no entiendan que las divisiones que afloran en su seno por la cuesti¨®n soberanista no son m¨¢s que un gol de campeonato por parte de sus rivales pol¨ªticos, que en Catalu?a, no lo olvidemos, son los independentistas. Desde el entorno secesionista se bombardea por tierra mar y aire tanto a Podem como al flamante partido de Ada Colau, Catalunya en Com¨², por su supuesta tibieza a la hora de defender el refer¨¦ndum. Los independentistas no aceptan otro discurso que no sea la rendici¨®n sin condiciones ante la idea del refer¨¦ndum ilegal que propone Puigdemont.

Y Podemos debe saber que la actitud perdonavidas del independentismo hacia ellos no aflojar¨¢ por el simple hecho de no oponerse radicalmente a la votaci¨®n como hacen los otros partidos nacionales en Catalu?a. Resulta urgente que el espacio de la izquierda alternativa catalana, especialmente la que tiene responsabilidades en instituciones clave como el Ayuntamiento de Barcelona, aclare sus ideas sobre qu¨¦ piensa hacer ante el escenario que se abre en oto?o. Si no lo hace habr¨¢ cometido una irresponsabilidad hist¨®rica.