As¨ª se expandi¨® el cuento de ¡®Pulgarcito¡¯ desde el norte de Asia
Un equipo de cient¨ªficos utiliza datos gen¨¦ticos para analizar la diseminaci¨®n de la cultura
¡°No err¨¦is, que ni los fornicarios, ni los id¨®latras, ni los ad¨²lteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores heredar¨¢n el reino de Dios¡±, advierte san Pablo en una de las traducciones de la Biblia m¨¢s empleadas por los cristianos hablantes del espa?ol, la Reina-Valera, con una primera revisi¨®n en 1602. En otras versiones, el ¡°no err¨¦is¡± se convierte en ¡°no os enga?¨¦is¡±. O ¡°los que se echan con varones¡± se transforma en ¡°los homosexuales¡±.
Buscando estas diferencias y comparando las distintas biblias, es posible rastrear su origen geogr¨¢fico e incluso el momento de su publicaci¨®n. Lo mismo ocurre con nuestro ADN. El libro de instrucciones que tenemos en cada una de nuestras c¨¦lulas es un texto lleno de disparidades y erratas, cuyo origen se puede averiguar comparando el ADN de miles de individuos, aunque no dispongamos del ADN de la persona en la que surgi¨® un determinado error hace 5.000 a?os.
Los cient¨ªficos han estudiado unas 600 f¨¢bulas cl¨¢sicas de magia y animales, presentes en Europa, Asia y ?frica
Los antrop¨®logos Eugenio Bortolini y Jamie Tehrani han tenido una idea: combinar el an¨¢lisis de textos antiguos y el an¨¢lisis de genomas para investigar el origen y la transmisi¨®n de los cuentos m¨¢s populares a lo largo de los milenios. Los cient¨ªficos han elegido unas 600 f¨¢bulas cl¨¢sicas de magia y animales ¡ªpresentes en Europa, Asia y ?frica¡ª y han observado el ADN de las poblaciones que las transmiten de generaci¨®n en generaci¨®n. La correlaci¨®n entre los cuentos en com¨²n y las relaciones gen¨¦ticas entre las diferentes comunidades sugiere que la mayor parte de las f¨¢bulas viajaron lejos de sus ra¨ªces gracias al intercambio de ideas entre diferentes culturas, sin implicar grandes migraciones de poblaciones. Fue un ¡°boca a boca¡± continental, moldeado por barreras ling¨¹¨ªsticas y sociales, seg¨²n los investigadores.
En distancias cortas, de menos de 4.000 kil¨®metros, los cuentos s¨ª han viajado, sin embargo, con los propios pueblos, en movimientos migratorios. Bortolini, un antrop¨®logo italiano adscrito hasta hace poco a la Instituci¨®n Mil¨¢ y Fontanals del CSIC en Barcelona, pone el ejemplo de Pulgarcito. En el relato, una pareja pide un hijo y este aparece de manera sobrenatural. M¨¢s tarde, el ni?o se pierde y vive multitud de aventuras hasta que se re¨²ne de nuevo con sus padres.
La f¨¢bula no es de los Hermanos Grimm, como mucha gente piensa, sino que es una historia ancestral. El estudio de las diferentes versiones de Pulgarcito y el an¨¢lisis del ADN de sus narradores sit¨²an su origen en el norte de Asia y Mongolia. ¡°Es posible que este cuento iniciara su viaje en el norte de Asia, disemin¨¢ndose hacia Europa y el resto de Eurasia y ?frica¡±, explica Bortolini, hoy en la Universidad de Bolonia.
Identificar qu¨¦ elementos de una f¨¢bula evolucionan y cu¨¢les se mantienen inmutables nos dice qui¨¦nes fuimos y qui¨¦nes somos
El antrop¨®logo se?ala una aparente paradoja. En algunas comunidades, Pulgarcito est¨¢ presente. Pero en la tribu de al lado, no. ¡°Hay que investigar qu¨¦ contenidos o qu¨¦ sesgos de contexto podr¨ªan haber impedido que determinadas poblaciones adoptaran Pulgarcito en la era predigital¡±, apunta Bortolini.
Ese es el quid de la cuesti¨®n. Jamie Tehrani, de la Universidad de Durham (Reino Unido), cree que los cuentos de hadas, m¨¢s que cualquier otro relato, contienen las fantas¨ªas y los miedos compartidos por una sociedad. Identificar qu¨¦ elementos de una f¨¢bula evolucionan y cu¨¢les se mantienen inmutables generaci¨®n tras generaci¨®n puede servir para responder a dos preguntas: qui¨¦nes fuimos y qui¨¦nes somos.
Los autores admiten que su estudio, reci¨¦n publicado en la revista cient¨ªfica PNAS, es solo un primer paso. Tehrani y Bortolini han utilizado el cat¨¢logo universal de tipos narrativos Aarne-Thompson-Uther, una clasificaci¨®n de cuentos de hadas publicada por primera vez en 1910 y completada desde entonces. La obra, iniciada por el?folclorista finland¨¦s Antti Aarne, no ofrece una cronolog¨ªa clara de las f¨¢bulas, ¡°as¨ª que no se pueden sacar muchas conclusiones sobre la historia evolutiva individual de cada una¡±, seg¨²n reconoce Bortolini.
Su an¨¢lisis, no obstante, s¨ª permite ver tendencias. Los investigadores han detectado cuatro grandes n¨²cleos irradiadores de cuentos de hadas, en Europa oriental, en el C¨¢ucaso, en ?frica occidental y en el norte de Asia, donde en alg¨²n momento de la historia el temor a perder un hijo se transform¨® en Pulgarcito. "Es importante entender las profundas conexiones hist¨®ricas entre nuestras diferentes culturas, sobre todo en este momento, cuando est¨¢n surgiendo fuertes corrientes pol¨ªticas que nos alejan del internacionalismo y nos dirigen hacia un nacionalismo m¨¢s pueblerino", reflexiona Tehrani.
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