El ¨¦xodo cultural: por qu¨¦ los pueblos se est¨¢n llenando de modernos
Caminar por una aldea ya no es ver solos a viejos. Los iMacs y las mochilas Kanken conviven con los zuecos y los mandilones
En una entrevista concedida hace unos meses por la aparici¨®n de su libro Alabanza de aldea (KRK, 2016), el legendario antrop¨®logo Adolfo Garc¨ªa afirmaba que caminar por los pueblos de Asturias es ver viejos solos. S¨ª, en las aldeas de Asturias hay una proporci¨®n especialmente preocupante de viejos, pero este no es un fen¨®meno caprichoso ¡ªse debe, como demuestra Garc¨ªa en su libro, a la destrucci¨®n organizada del tejido social de las ¨¢reas rurales¡ª ni privativo del norte de Espa?a.
En Alabanza de aldea se proponen y examinan diversas estrategias para paliar la situaci¨®n de marginaci¨®n y deterioro que viven los pueblos, y muchas de ellas (como el turismo rural, la industria l¨¢ctea, etc.) podr¨ªan resultar seg¨²n el antrop¨®logo armas de doble filo. Sin embargo, hay una tendencia extra?a que comienza a apreciarse en lugares de toda Espa?a y que contrasta, de alguna forma, con lo anterior: los pueblos se est¨¢n llenando de modernos.
Y es que ahora caminar por una aldea ya no es ver tan solo viejos solos: no resulta raro encontrarte a un paisano que le explica a un muchacho de bigote y camisa de grullas doradas c¨®mo se debe blandir una guada?a. Los iMacs y las mochilas Kanken conviven con las madre?as, la fabada y el ramen se han demostrado buenos compa?eros de cama. ?Estamos viviendo un ¨¦xodo urbano comparable al que acompa?¨® a la decadencia del Imperio Romano, cuando sus ciudadanos comenzaron a huir de las ciudades como ratas de un barco que se hunde y el poder se concentr¨® en las villae? ?O nos adentramos en una nueva fase del capitalismo, en la cual el sistema necesitar¨¢ cada vez menos que su mano de obra fiche en las f¨¢bricas porque las f¨¢bricas estar¨¢n alojadas en nuestras mentes (es decir, en Internet), y as¨ª podremos vivir en caser¨ªas perdidas en el monte? Y sobre todo, ?qu¨¦ significa este movimiento?
?Nos adentramos en una nueva fase del capitalismo, en la cu¨¢l las f¨¢bricas estar¨¢n alojadas en nuestras mentes (es decir, en Internet), y as¨ª podremos vivir en caser¨ªas perdidas en el monte?
Distop¨ªas al margen, no hace falta m¨¢s que un vistazo al Instagram Stories de los agentes del mundillo cultural para comprobar que no son pocos los editores, m¨²sicos, escritores o artistas que han decidido regresar a los pueblos. Cuando el alquiler de los pisos en Barcelona sube su precio un 22% cada a?o, la depauperada clase media siente que no quedan muchas m¨¢s opciones: emplear la violencia o largarse al pueblo. Muchos a¨²n no pueden hacerlo porque siguen vinculados a puestos de trabajo presenciales (que aun as¨ª admiten cada d¨ªa cotas mayores de teletrabajo), pero s¨ª resulta posible para los freelance, artistas e intelectuales que realizan la mayor parte de sus tareas v¨ªa internet. Es decir, para los protagonistas de lo que hemos llamado el ¨¦xodo cultureta.
Pablo Garc¨ªa D¨ªaz, m¨¢s conocido como Pablo Und Destruktion, cuenta?que tom¨® en una peque?a aldea de Villaviciosa (Asturias) la resoluci¨®n de dedicarse profesionalmente a la m¨²sica: "Soy de Xix¨®n, pero desde los 17 a?os empec¨¦ a parar por Villaviciosa por tema de conciertos, vicios y surf. Pas¨¦ diez a?os fuera de Asturias, viviendo en Lugo, Madrid, Barcelona y Berl¨ªn, y cuando volv¨ª en plena crisis, por razones laborales y sentimentales, me fui a una casa de aldea en un pueblo peque?o de Villaviciosa".
Pablo Und Destruktion ¡ªque actualmente tiene su base en Uvi¨¦u, pero viene de vivir una larga temporada en una caser¨ªa de Nava¡ª afirma que la vida rural lo ayud¨®, por medio de las estrechas redes de la vecindad, pero tambi¨¦n de la soledad que hoy habita los pueblos, a conocer la dimensi¨®n menos popular, menos hostelera de la m¨²sica, a investigar su vertiente m¨¢s art¨ªstica y vinculada al recogimiento: "No soy el primer ser humano que es m¨¢s creativo en soledad".
No obstante, estos intelectuales y modernos que emigran a los pueblos corren, como resulta evidente, el peligro de fomentar una visi¨®n rom¨¢ntica y mistificada de lo rural. En ese sentido, la reciente moda (llegada del mundo anglosaj¨®n) de la "literatura campestre" ¡ªse han llegado a editar libros supuestamente did¨¢cticos sobre la vida en el campo que explican los cultivos m¨¢s apropiados si eres un granjero de Norteam¨¦rica¡ª es una buena muestra.
Quiz¨¢s por eso resultan especialmente interesantes las vivencias, como la de Pablo Und Destruktion, que reflejan una disposici¨®n a integrarse en las peque?as (pero profundas) sociedades de los pueblos: "Siempre me gust¨® mucho m¨¢s y me sent¨ª m¨¢s seguro y comprendido en contextos rurales [...]. Con el entorno rural, con la gente del chigre y con los vecinos, yo viv¨ª muy bien. Los vecinos me ayudaron en todos los niveles, incluso llev¨¢ndome berzas y chorizos, dej¨¢ndome solo cuando ten¨ªan que dejarme solo, y no escandaliz¨¢ndose cuando a las 5 de la ma?ana estaba tocando con los amplis a tope".
Sin embargo, no todas los modernos que deciden vivir fuera de las ciudades ¡ªa causa de los precios abusivos de estas, de la aglomeraci¨®n tur¨ªstica, etc.¡ª acaban dando en pueblos agrarios. Y muchos ni siquiera se han movido de ah¨ª. Es el caso de Mar¨ªa Gonz¨¢lez Mieres y de Nacho Iglesias, miembros del grupo de dreampop San Jer¨®nimo, que viven en Salinas, un pueblo de aires decadentes que en su momento fue famoso como lugar de veraneo burgu¨¦s: "Yo [nos cuenta Mar¨ªa] soy de Salinas y Nacho de Avil¨¦s, y nos gusta mucho el ambiente melanc¨®lico que hay en oto?o e invierno, cuando ya no hay turistas ni madrile?os".
Este ambiente, afirma Mar¨ªa Gonz¨¢lez Mieres, tiene un efecto determinante en la m¨²sica de San Jer¨®nimo: "El estilo que hacemos, bastante on¨ªrico pero tranquilo, un poco ambient, refleja el esp¨ªritu del pueblo cuando no es verano. Y tambi¨¦n del Cant¨¢brico, que puede estar muy calmado pero a veces tira".
San Jer¨®nimoAnteayer sacamos el sintetizador. Ayer hizo sol y salimos de paseo.
Gepostet von San Jer¨®nimo am Sonntag, 27. November 2016
Tanto los integrantes de San Jer¨®nimo como Pablo Und Destruktion se?alan la importancia de Internet, cuya existencia les permite desempe?ar su trabajo desde fuera de las ciudades e impulsa as¨ª el ¨¦xodo urbano y el surgimiento de una nueva "clase media rural" (en palabras de Pablo).
Adem¨¢s, todos advierten igualmente la necesidad de obtener un est¨ªmulo cultural fuera de las fronteras del pueblo: Mar¨ªa Gonz¨¢lez Mieres afirma que la m¨²sica que en la ciudad descubres por omisi¨®n, solamente por estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, en el pueblo requiere un esfuerzo, un proceso de investigaci¨®n: "Hacemos trabajo de campo e investigamos lo que nos gusta escuchar, y un poco las influencias y los estilos que escuchamos ahora los descubrimos nosotros o nos los ense?aron amigos".
Y es que el pueblo, para estos "nuevos" habitantes nunca se da en exclusividad, sino que requiere un contacto con lo exterior: es un escenario que en muchos casos tiene un antes y un durante en la ciudad. Pablo Und Destruktion lo expresa con una frase m¨¢s contundente: "todo va por etapas. Dec¨ªa Bernhard que a la ciudad hay que ir a comer y al pueblo a cagar, en t¨¦rminos art¨ªsticos".En cualquier caso, lo que parece anunciar este movimiento es que a¨²n vamos a tener pueblos para rato (aunque quiz¨¢s las berzas empiecen a llamarse kale).
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