Entre todos
Para el turismo es tan peligroso el activismo de la CUP como el de la patronal clandestina, que de vez en cuando habla de calidad
Entre todos la mataron y ella sola se muri¨®. A la sombra de las artes menores suelen crecer te¨®ricos tambi¨¦n menores que intentan que todo se pueda explicar con el recurso a coplillas y zarandajas.
Los te¨®ricos de la CUP no iban a ser menos, solo que su nivel de lecturas, en un pa¨ªs que dio un enorme salto educativo en los a?os ochenta, es mucho m¨¢s alto que el de los compositores an¨®nimos de coplillas banales.
Es a trav¨¦s de representantes significados de los anticapitalistas catalanes como nos vamos enterando mucho m¨¢s de los excesos en que ha incurrido este salto educativo o, mejor dicho, algunos de los profesores tan le¨ªdos que lo han protagonizado. El marxismo y toda su jerga delegada han sido nefastos para que el lenguaje siga sirviendo para eso tan ¨²til que es la comunicaci¨®n.
Pero ese ejemplo catal¨¢n, que ha tenido en el turismo su objetivo ¨²ltimo, no puede y no debe confundirnos sobre las oscuras y poderosas fuerzas que se ciernen sobre la primera industria nacional: hay una enorme fuerza clandestina que se ha infiltrado en las organizaciones patronales para echar de Espa?a al turismo extranjero y eliminar al nacional. Y tiene su lenguaje cr¨ªptico que se suele posar en la se?al¨¦tica de muchos hoteles de carretera o en las cartas de algunas cafeter¨ªas y restaurantes.
Por ejemplo, un turista lee que hay unos lavabos, y se acerca confiado, para encontrarse con una cochiquera en la que aflora lo peor de la condici¨®n humana.
Las cartas pueden guardar sorpresas m¨¢s olvidables pero igualmente disuasorias. Por ejemplo, nadie en sus cabales reconocer¨ªa bajo el ep¨ªgrafe de huevos rellenos un compacto amasijo que tiene, es verdad, huevos pero empanados generosamente en una masa incomestible que rezuma aceite usado quince mil veces; o la palabra croquet¨®n que puede hacer agua la boca de cualquiera y la destroza al primer bocado porque su interior est¨¢ sin descongelar. No hay que extenderse en demas¨ªa sobre las virtudes de la ensaladilla rusa confeccionada con patatas crudas, o la tortilla de patata sin huevo.
Es una conspiraci¨®n, de un eficaz grupo infiltrado en la patronal del sector, que se aprovecha de una clientela de una sola vez, y cobra bien sus servicios.
Ponen a sus establecimientos nombres de lujo, como podr¨ªa ser, por ejemplo, Rey Arturo, o llanos, como Los Muchachos. Es igual, son nombres imaginarios.
Pero es tan peligroso el activismo de la CUP como el de la patronal clandestina, que de vez en cuando habla de calidad.
Entre todos la mataron y ella sola se muri¨®.
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