La noche de dos a?os que acab¨® con los dinosaurios
Un asteroide de 10 kil¨®metros de di¨¢metro provoc¨® una nube de ceniza global que detuvo la fotos¨ªntesis
Hace 66 millones de a?os, cuando los dinosaurios a¨²n eran los reyes de la Tierra, un asteroide gigantesco cambi¨® la vida del planeta para siempre. La hip¨®tesis, planteada por primera vez en los a?os 80 por Luis ?lvarez y su hijo Walter, trataba de explicar la desaparici¨®n de m¨¢s de tres cuartas partes de las especies de seres vivos en esa ¨¦poca ¡ªdinosaurios incluidos¡ª, definida por la divisi¨®n geol¨®gica entre el Cret¨¢cico y el Pale¨®geno. En la uni¨®n entre esas dos ¨¦pocas, los ?lvarez encontraron una gran cantidad de iridio, un material muy raro en la corteza terrestre que sin embargo es abundante en meteoritos y asteroides. A partir de las mediciones del iridio depositado entre las dos ¨¦pocas, calcularon que la roca que acab¨® con los dinosaurios y trajo ese elemento ten¨ªa 10 kil¨®metros de di¨¢metro.
Desde entonces, se ha seguido acumulando informaci¨®n sobre lo que pudo suceder despu¨¦s de aquel impacto. Esta semana, un equipo del Centro Nacional para Investigaci¨®n Atmosf¨¦rica y la Universidad de Colorado, en Boulder (EE UU), ha elaborado un modelo inform¨¢tico que reconstruye los meses posteriores al cataclismo.
Adem¨¢s de los restos de iridio, en la frontera geol¨®gica que los dinosaurios nunca cruzaron tambi¨¦n se encuentran otras evidencias del asteroide. Las estimaciones m¨¢s recientes calculan que hay 15.000 millones de toneladas de ceniza generadas por los incendios que arrasaron el globo tras el impacto. Con datos como este, los investigadores, liderados por Charles Bardeen, crearon una simulaci¨®n en la que el Sol calent¨® la ceniza elev¨¢ndola en la atm¨®sfera hasta que cre¨® una cortina que sumi¨® la Tierra en la oscuridad. En ese nuevo mundo, iluminado como una noche de luna llena, la fotos¨ªntesis se volvi¨® imposible.
Cuando acab¨® la larga noche, la capa de ozono hab¨ªa desaparecido y los rayos ultravioleta arrasaron la Tierra
La detenci¨®n del proceso por el que plantas o algas transforman la energ¨ªa solar en alimento que pueden aprovechar otros animales fue el principio de la hecatombe. Gran parte de los vegetales terrestres se consumieron en los fuegos y la oscuridad diezm¨® el fitopl¨¢ncton, unos organismos b¨¢sicos en la cadena alimentaria de los seres marinos.
Cada d¨ªa a oscuras hizo descender la temperatura que lleg¨® a caer hasta 28 grados en los continentes y 11 en los oc¨¦anos. Y mientras el fr¨ªo se extend¨ªa por la superficie del planeta, el infierno reinaba en las capas altas de la atm¨®sfera. La ceniza volatilizada absorbi¨® la luz del Sol y el incremento de temperatura provoc¨® la destrucci¨®n de parte de la capa de ozono. Adem¨¢s, el calor hizo que se acumulasen grandes cantidades de vapor de agua. Este vapor facilit¨® reacciones qu¨ªmicas que produjeron compuestos que empeoraron la situaci¨®n de la capa de ozono. Cuando despu¨¦s de casi dos a?os la nube de ceniza se deposit¨® sobre el suelo y permiti¨® el paso de la luz solar, la Tierra estaba desprotegida frente a la radiaci¨®n ultravioleta que golpe¨® a los supervivientes de la larga noche.
Los autores del estudio reconocen algunas limitaciones a su modelo. Para crearlo utilizaron la Tierra actual y no la del Cret¨¢cico, con los continentes en posiciones diferentes y una atm¨®sfera distinta. Tampoco tuvieron en cuenta las erupciones volc¨¢nicas y los gases liberados justo despu¨¦s del choque.
En cualquier caso, la simulaci¨®n es un paso m¨¢s para tratar de reconstruir lo que sucedi¨® hace 66 millones de a?os, en un periodo muy importante para los mam¨ªferos que iban a ser los ancestros de los humanos. Aquellos peque?os animales quiz¨¢ sobrevivieron escondidos en el subsuelo y tuvieron una mayor flexibilidad que los grandes dinosaurios para superar la crisis. Algunos estudios, no obstante, indican que el cambio ya se hab¨ªa iniciado antes del desastre y que los mam¨ªferos llevaban tiempo diversific¨¢ndose, prepar¨¢ndose para ocupar el hueco de sus grandes predecesores. Adem¨¢s, el mill¨®n de a?os previo a la extinci¨®n no hab¨ªa sido f¨¢cil para los dinosaurios. En aquel periodo se produjeron fuertes variaciones clim¨¢ticas con largas olas de fr¨ªo, algo fatal para animales mejor adaptados al c¨¢lido mundo del Cret¨¢cico. Aquella noche que dur¨® dos a?os pudo ser solo el ¨²ltimo empuj¨®n para un cambio de ¨¦poca que se cern¨ªa desde mucho tiempo antes.
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