El licor de los corruptos
China proh¨ªbe en los actos oficiales el ¡®baijiu¡¯, una de sus bebidas m¨¢s tradicionales y caras, para evitar la imagen de ostentaci¨®n y despilfarro
El baijiu es desde hace siglos un elemento imprescindible de los banquetes en China. No hay celebraci¨®n o comida de negocios que no se acompa?e con uno o varios peque?os vasitos de este alcohol blanco de alta graduaci¨®n. Tambi¨¦n acostumbra a ser protagonista de los encuentros oficiales, recepciones, cenas o incluso puede convertirse en un regalo valioso en caso de tratarse de alguna de sus modalidades m¨¢s codiciadas.
Algunas provincias chinas, sin embargo, han decidido quitar el alcohol de las mesas durante sus actos oficiales, muy probablemente para guardar la compostura ante la inminente celebraci¨®n del congreso del Partido Comunista chino, un importante encuentro pol¨ªtico que deber¨¢ reafirmar la autoridad del actual presidente, Xi Jinping. El jefe de Estado chino se ha mostrado poco amigo ¡ªal menos p¨²blicamente¡ª de la ostentaci¨®n de riqueza y despilfarro que van tan unidos a la corrupci¨®n pol¨ªtica, botellas caras de alcohol incluidas.
La ¨²ltima administraci¨®n local que ha decidido vetar el baijiu es Guizhou, situada en el suroeste, ir¨®nicamente la tierra que produce gran parte de este destilado hecho a partir de sorgo fermentado. En esta provincia est¨¢ la sede de la marca por excelencia de este licor: Maotai (o Moutai), producida en el pueblo hom¨®nimo, donde como se aprecia en la fotograf¨ªa los empleados trabajan en campos de cultivo en los valles adyacentes. A partir de septiembre, han dicho las autoridades, no se permitir¨¢n bebidas alcoh¨®licas en ninguna oficina gubernamental o en actividades organizadas por estas.
Desde 2013, coincidiendo con el inicio de la campa?a anticorrupci¨®n del presidente Xi, el baijiu ya est¨¢ parcialmente prohibido. Moutai not¨® entonces un fuerte baj¨®n de su negocio, pero en el ¨²ltimo a?o ha experimentado un nuevo empuje gracias al aumento de las ventas para el consumo privado. Lo han logrado tambi¨¦n a expensas de reducir el precio de sus botellas, que ahora cuestan de media unos 140 euros. Una baijiu de una marca de baja calidad puede ser tan barato como una lata de cerveza, pero si uno quiere una variante de Moutai de mayor prestigio o busca una cierta antig¨¹edad, entonces tiene que rascarse el bolsillo. Una botella del a?o 2003, por ejemplo, ronda los 500 euros.
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